Hipopresivos vs pilates
Hipopresivos vs pilates
By: Jose Ignacio García | Jun. 01, 2016
A día de hoy todos conocemos los beneficios saludables que nos aporta el Pilates, corrección postural, fuerza, elasticidad,… nadie pone en duda tales beneficios. Entre sus principios básicos destaca la activación voluntaria de la faja abdominal (transverso) y suelo pélvico.
La diferencia que plantea las técnicas hipopresivas respecto a Pilates es que buscan esa activación de la musculatura abdomino-pelvica de forma involuntaria, huyendo además de movimientos que aumenten la presión intraabdominal.
Por lo tanto, si queremos realizar hipopresivos deberemos olvidarnos durante su realización de contraer el centro o “core” y concentrarnos en realizar un vacío abdominal a través de la apertura costal, eliminando movimientos de flexión del tronco con carga.
La técnica hipopresiva provoca un “efecto de succión” en la zona abdomino-pelvica debido a la aspiración diafragmática consiguiendo aparte de una disminución de la presión, una estimulación del tejido conjuntivo y muscular que no reaccionan de igual manera a la activación voluntaria. Esta succión ha sido evidenciada por resonancia magnética verificando un cambio en la posición de las vísceras perineales.
Todo esto nos lleva a tomar en consideración la importancia de la gestión de la presión para poder prevenir patologías del periné y pérdidas del tono de la musculatura abdominal con las consecuentes problemáticas (hernias abdominales, inguinales, umbilicales, discales, pubalgias). En el caso de la mujer se han evidenciado mejoras en la prevención y recuperación de problemas asociados al suelo especifico de la mujer como incontinencia de orina y prolapsos de órganos pélvicos.
A lo largo de las próximas semanas publicaremos varias clases en las que iremos explicando detalladamente las diferentes posturas del método hipopresivo. Tal vez te sorprenda que las posturas llevan el nombre de diferentes diosas de la mitología griega y romana. En la imagen de cabecera podéis ver una galería de fotos con las diferentes posturas y sus nombres, para que vayáis familiarizándoos con ellas.
Puedes ver el primero de éstos vídeos en este enlace.
Bloque o ladrillo de yoga
Los soportes en la disciplina del yoga son un complemento que no debería faltar en ninguna escuela, gimnasio o estudio. Los más importantes son: bloques, mantas, bolsters, cinturones, sillas y la propia pared. Es centros del estilo Iyengar la gama de accesorios es más amplia e incluye correas que cuelgan de paredes y techo. Su función es ayudar al alumno en su práctica, hacerla más accesible y profundizar en el conocimiento del cuerpo.
Y es que cada persona es un mundo. Cada uno de nosotros tiene una anatomía única, una condición articular determinada, un grado de flexibilidad base y unas aptitudes naturales para según qué cosas. El uso de soportes convierte esa máxima que no me canso de repetir en una realidad tangible: “el yoga se adapta a ti”.
No existe un requisito específico para el empleo de soportes. Ya seas principiante, o tengas un nivel avanzado, servirte de estos sencillos instrumentos en ciertas posturas puede llevarte a descubrir sensaciones nuevas, te ayudará a profundizar y a darle un sentido diferente a tus rutinas de yoga.
Si en el centro al que vas habitualmente no los hay puedes hacerte con tu propio kit, también para utilizarlo en casa, o cuando vas de viaje. Pesan poco en la mochila y no ocuparán mucho espacio; merece la pena hacerse al menos con un cinturón y un bloque.
Para aprender a utilizarlos correctamente es necesario tener orientación, por lo que voy a dedicar un post completo a cada uno de ellos esperando que te sirva de guía inicial.