Qué es un chamán y cuál es su papel en la espiritualidad
El chamán es un guía espiritual que actúa como puente entre el mundo físico y el mundo espiritual. A través de rituales, visiones y conocimientos ancestrales, facilita la sanación, la conexión con la naturaleza y el acceso a dimensiones más elevadas de la existencia. En este artículo exploramos qué es un chamán, cuál es su papel en diferentes culturas y cómo su sabiduría sigue vigente en la actualidad.
Tabla de Contenidos
- ¿Qué es un chamán y qué hace?
- Origen y significado de la palabra 'chamán'
- Creencias y prácticas del chamanismo
- Tipos de chamanes y sus especialidades
- El chamanismo en diferentes culturas
- Funciones del chamán en la actualidad
¿Qué es un chamán y qué hace?
Un chamán es una persona que posee la capacidad de viajar entre realidades espirituales para obtener guía, sanación y conocimiento. Su conexión con los mundos sutiles le permite interactuar con espíritus, fuerzas de la naturaleza y energías ancestrales para traer equilibrio a su comunidad. Desde tiempos remotos, los chamanes han sido guardianes de la sabiduría, protegiendo el bienestar físico, mental y espiritual de quienes buscan su ayuda.
Sus prácticas incluyen ceremonias de purificación, canalización de energía, interpretación de visiones y el uso de plantas sagradas para inducir estados de conciencia ampliados. A través del sonido de tambores, cantos ancestrales o danzas rituales, el chamán entra en trance y recibe mensajes que pueden guiar a las personas en su proceso de transformación personal. Cada acción que realiza tiene un propósito sagrado: restaurar la armonía entre el individuo y el universo.
En la serie Creer para ver, disponible en Gaia, Gaby Herbstein recorre el mundo para conocer a chamanes y líderes espirituales de distintas tradiciones. A través de sus encuentros, la serie revela la profundidad del chamanismo, su relación con la naturaleza y su importancia en la evolución espiritual de la humanidad.
Origen y significado de la palabra “chamán”
El término “chamán” proviene del pueblo evenki, un grupo indígena de Siberia, y su significado más cercano es “el que sabe” o “el que ve en la oscuridad”. Con el tiempo, esta palabra se ha extendido a nivel global para describir a los guías espirituales de diversas culturas, aunque cada tradición tiene su propia forma de nombrarlos y entender su rol.
En muchas comunidades indígenas, el chamán no solo es un sanador, sino también un guardián de la conexión sagrada entre la humanidad y el mundo espiritual. Su conocimiento se transmite a través de generaciones y se basa en una profunda relación con la naturaleza, los ancestros y las energías del universo. Más allá de las diferencias culturales, el chamanismo comparte un mismo propósito en todo el mundo: traer equilibrio, sabiduría y sanación a quienes lo necesitan.
Creencias y prácticas del chamanismo
El chamanismo es una tradición espiritual basada en la conexión directa con la naturaleza, los espíritus y las energías sutiles del universo. Su cosmovisión parte de la idea de que todo está vivo y posee una esencia espiritual, desde los árboles y los animales hasta los elementos y los astros. Para el chamán, cada ser y cada fenómeno tienen un propósito dentro del gran equilibrio cósmico, y su tarea es interpretar y armonizar esas energías.
Uno de los pilares del chamanismo es el viaje chamánico, una práctica en la que el chamán entra en un estado de conciencia expandida para comunicarse con otros planos de existencia. A través del sonido de tambores, cantos sagrados o el uso de plantas visionarias, accede a realidades espirituales donde recibe guía, sanación y conocimiento. En estos viajes, es común que el chamán interactúe con espíritus aliados, animales de poder o ancestros que le brindan enseñanzas para aplicar en el mundo material.
El chamanismo también sostiene que muchas enfermedades o desequilibrios tienen un origen energético. Se cree que traumas, emociones reprimidas o bloqueos espirituales pueden fragmentar el alma, debilitando la conexión de la persona con su propia esencia. Para restaurar la integridad del ser, el chamán puede realizar ceremonias de recuperación del alma, donde busca traer de vuelta aquellas partes perdidas y devolver la armonía al individuo.
Otro aspecto clave del chamanismo es su relación con los elementos de la naturaleza. El agua, el fuego, la tierra y el aire no solo son componentes físicos del mundo, sino fuerzas espirituales con las que se puede interactuar para obtener sabiduría y sanación. Los chamanes utilizan estos elementos en sus rituales, ya sea a través de baños de hierbas, fogatas ceremoniales o invocaciones al viento, siempre con la intención de equilibrar la energía del consultante o de la comunidad.
A diferencia de las religiones organizadas, el chamanismo no impone dogmas ni estructuras rígidas. Se basa en la experiencia directa y en la interacción personal con el mundo espiritual. Su sabiduría no se transmite a través de libros, sino de la observación, la práctica y la enseñanza oral de generación en generación. Por eso, sigue vivo en muchas culturas, adaptándose a los cambios sin perder su esencia y recordándonos que la conexión con lo sagrado es parte natural de la existencia.
Tipos de chamanes y sus especialidades
Dentro del chamanismo existen distintas especialidades según la cultura, la tradición y los dones de cada chamán. Algunos se centran en la sanación, mientras que otros trabajan con el mundo espiritual o actúan como guardianes del conocimiento ancestral. Estas son algunas de las principales especialidades chamánicas:
- Chamán sanador: Se dedica a restaurar el equilibrio energético de las personas y comunidades. Utiliza hierbas medicinales, rituales de purificación y técnicas espirituales para liberar bloqueos y armonizar el cuerpo y el alma.
- Chamán visionario: Es un viajero entre mundos que accede a estados ampliados de conciencia para recibir mensajes del universo. A través de sueños, meditaciones o el uso de plantas sagradas, obtiene conocimiento para guiar a otros en su camino espiritual.
- Chamán psicopompo: Ayuda a las almas a cruzar al otro plano después de la muerte. Su labor es facilitar el tránsito del espíritu y brindar consuelo a los vivos en momentos de duelo.
- Chamán guardián de la naturaleza: Su conexión está profundamente ligada a los elementos, los animales y los ecosistemas. Protege los saberes ancestrales relacionados con la Tierra y trabaja para preservar la armonía entre el ser humano y el mundo natural.
- Chamán oracular: Actúa como mensajero entre los espíritus y la comunidad. A través de la lectura de señales en la naturaleza, visiones o métodos de adivinación, proporciona orientación y respuestas a quienes buscan guía espiritual.
El chamanismo en diferentes culturas
El chamanismo está presente en numerosas tradiciones alrededor del mundo, adaptándose a cada cultura y entorno. Aunque los rituales y creencias pueden variar, el propósito es el mismo: conectar con lo sagrado y traer equilibrio a la vida de las personas. Estas son algunas de las formas en que el chamanismo se manifiesta en diferentes regiones:
- Chamanismo siberiano: Considerado uno de los más antiguos, tiene una fuerte conexión con los espíritus de la naturaleza y los ancestros. Los chamanes evenki y buriatos realizan viajes espirituales para sanar y traer conocimiento a su comunidad.
- Chamanismo andino: Basado en la cosmovisión de los pueblos quechua y aymara, honra a la Pachamama (Madre Tierra) y a los Apus (espíritus de las montañas). Sus rituales incluyen ofrendas, lectura de hojas de coca y ceremonias con fuego.
- Chamanismo amazónico: Se centra en el uso de plantas sagradas como la ayahuasca para acceder a dimensiones espirituales. Los chamanes amazónicos, conocidos como curanderos o vegetalistas, trabajan con la energía de la selva y los espíritus de la naturaleza.
- Chamanismo nativo norteamericano: Involucra ceremonias de sanación como la cabaña de sudación y la danza del sol. Los chamanes, llamados hombres y mujeres medicina, actúan como intermediarios entre el Gran Espíritu y su pueblo.
- Chamanismo africano: En muchas culturas africanas, los chamanes son conocidos como “sanadores tradicionales” o “hombres de medicina”. Se comunican con los espíritus ancestrales a través de la danza, el tambor y la adivinación con huesos o caracoles.
Funciones del chamán en la actualidad
Aunque el chamanismo tiene raíces ancestrales, su práctica sigue vigente en el mundo moderno. Hoy en día, muchas personas recurren a los chamanes en busca de sanación, guía espiritual y herramientas para afrontar los desafíos de la vida. En un mundo desconectado de la naturaleza y lo sagrado, el chamán cumple el rol de restaurar ese vínculo perdido y recordar la importancia de vivir en armonía con el entorno.
En la actualidad, los chamanes también trabajan con personas fuera de sus comunidades tradicionales. Terapias energéticas, rituales de sanación y ceremonias con plantas sagradas han despertado el interés de quienes buscan alternativas a la medicina convencional. A través de estas prácticas, muchas personas encuentran un camino hacia el autoconocimiento y el bienestar espiritual.
En la serie Open Minds, disponible en Gaia, Regina Meredith entrevista a Itzhak Beery, un chamán formado en la tradición Yachak. Juntos exploran el rol del chamán en el mundo contemporáneo y cómo estas prácticas milenarias siguen siendo una herramienta poderosa para la transformación personal y colectiva.
Qué es el retorno de Saturno y cómo atravesarlo conscientemente
El retorno de Saturno es uno de los tránsitos astrológicos más significativos en la vida de una persona. Marca etapas de cierre, maduración y redefinición que, aunque suelen sentirse como una crisis, en realidad representan un proceso de evolución y expansión interior. En este artículo exploramos qué es el retorno de Saturno, qué lo hace tan importante y cómo atravesarlo conscientemente para convertirlo en una experiencia de crecimiento y transformación real.
Tabla de Contenidos
- ¿Qué es el retorno de Saturno y qué representa a nivel espiritual?
- Los tres retornos de Saturno a lo largo de la vida
- Señales de que estás atravesando tu retorno de Saturno
- ¿Qué desafíos pueden surgir durante el retorno de Saturno?
- Cómo atravesar el retorno de Saturno de forma consciente
- El retorno de Saturno como un portal de transformación
¿Qué es el retorno de Saturno y qué representa a nivel espiritual?
En astrología, un “retorno” ocurre cuando un planeta vuelve al mismo punto del cielo en el que se encontraba en una carta natal. En el caso de Saturno, este evento se produce aproximadamente cada 29 años y dura entre dos y tres años. Durante ese tiempo, se activan procesos internos relacionados con la estructura personal, los compromisos asumidos y la necesidad de ordenar la vida desde una base más sólida.
Saturno simboliza la estructura, el tiempo, los límites, la responsabilidad y el aprendizaje a través de la experiencia. No es un planeta “fácil”, pero sí profundamente transformador. Su energía confronta lo que se ha construido hasta ese momento, desafiando las formas de vida, los sistemas de creencias o las decisiones que ya no tienen fundamento. Por eso, muchas personas experimentan crisis, replanteos existenciales o decisiones de largo plazo cuando ocurre este tránsito.
A nivel espiritual, el retorno de Saturno puede vivirse como una etapa de iniciación. Es un tiempo que invita a crecer, dejar atrás lo que no se alinea con la verdad interior y asumir el camino desde una perspectiva más madura. También ofrece la posibilidad de revisar el propósito, reordenar prioridades y fortalecer la conexión con lo esencial.
En el curso Estrellas del destino, disponible en Gaia, la astróloga Mercedes Arnús Arraut explora en profundidad el lenguaje de los astros y cómo su influencia moldea decisiones, emociones y procesos internos. Es una guía práctica y espiritual para quienes desean interpretar su carta natal y conectar con el propósito del alma desde una mirada consciente.
Los tres retornos de Saturno a lo largo de la vida
El retorno de Saturno no ocurre una sola vez. A lo largo de la vida, pueden experimentarse hasta tres retornos: el primero cerca de los 29 años, el segundo alrededor de los 58 y el tercero hacia los 87. Cada uno de estos momentos activa procesos distintos según la etapa evolutiva, y refleja una oportunidad para integrar aprendizajes, cerrar ciclos y construir con mayor consciencia. Aunque los desafíos varían, todos comparten una misma esencia: invitan a madurar desde un lugar más profundo y alineado con la verdad interior.
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Primer retorno: madurez y definición personal
El primer retorno de Saturno, entre los 28 y 31 años, marca el final simbólico de la juventud y el inicio de la adultez plena. Es una etapa de confrontación con la identidad, donde se revelan tensiones entre los mandatos familiares o sociales y los verdaderos deseos personales. Muchas personas atraviesan decisiones clave en torno al trabajo, los vínculos, el proyecto de vida o la independencia emocional y económica.
Aunque suele vivirse como una crisis, en realidad es una oportunidad para dejar atrás lo que fue elegido por inercia y comenzar a construir desde una mayor autenticidad. Las estructuras que no sostienen el crecimiento comienzan a desmoronarse, pero no como un castigo, sino como un llamado a crear algo más real. Lo que se decide en este periodo tiene un impacto duradero, por eso es un momento crucial para asumir responsabilidad sobre el propio camino.
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Segundo retorno: balance y sabiduría interior
El segundo retorno ocurre alrededor de los 58 a 60 años, y marca una etapa de revisión profunda. No se trata solo de lo que se ha logrado, sino de cuánto sentido tiene lo construido. Es un momento en el que muchas personas replantean su rol, su propósito y el tiempo que les queda por delante. Puede emerger una necesidad de simplificar, de priorizar lo esencial y de hacer espacio para lo que verdaderamente nutre.
Este retorno suele venir acompañado de un impulso hacia una vida más alineada con valores espirituales, creativos o colectivos. Es común que surja el deseo de compartir lo aprendido, de retirarse de ciertas exigencias externas o de reconectar con pasiones que habían quedado postergadas. No se trata solo de “cerrar” una etapa, sino de abrirse a una forma de vivir más plena y coherente con la experiencia adquirida.
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Tercer retorno: cierre de ciclos y legado
El tercer retorno, hacia los 87 años, representa una culminación. En esta etapa, Saturno invita a mirar el camino recorrido con honestidad y profundidad. Se abren espacios para la contemplación, la introspección y la reconciliación con la historia de vida. Es un momento para integrar lo vivido, sanar heridas pendientes y encontrar paz con las decisiones tomadas.
A nivel espiritual, este retorno tiene un sentido trascendente. Permite comprender el lugar que se ocupó en el entramado mayor de la existencia, soltar el control y conectar con el legado que se deja. Puede vivirse como una transición hacia una conciencia más amplia, donde el tiempo ya no se mide en productividad, sino en presencia, entrega y sabiduría interior.

Señales de que estás atravesando tu retorno de Saturno
El retorno de Saturno no siempre comienza con un evento puntual. En muchos casos, se percibe como un clima interno que se va instalando: una incomodidad persistente, una sensación de estar fuera de lugar o una inquietud que empuja a revisar decisiones que antes parecían firmes. Aparece la necesidad de replantear estructuras vitales —trabajo, relaciones, identidad— no por capricho, sino porque algo en lo profundo empieza a pedir otra dirección.
Durante este periodo, también es común que surjan tensiones con el tiempo: una conciencia aguda de lo que ya no se quiere repetir y de todo lo que aún no se ha construido. Lo cotidiano puede sentirse pesado, lento o desconectado. Algunas situaciones se detienen por completo, forzando a pausar y mirar hacia dentro. Lo que antes ofrecía seguridad puede comenzar a desmoronarse, y lo nuevo todavía no se muestra con claridad.
Estas señales no son fallas del camino, sino parte de un proceso que busca mayor solidez y coherencia. Saturno, al retornar, no castiga: depura. Desmantela lo superficial para revelar lo esencial. Cuando se entienden sus movimientos como una oportunidad de reinicio consciente, este tránsito puede marcar el comienzo de una etapa más auténtica, libre y alineada con un propósito real.
¿Qué desafíos pueden surgir durante el retorno de Saturno?
El retorno de Saturno pone en evidencia lo que ya no puede sostenerse. A medida que el tránsito avanza, comienza a desmoronar estructuras que alguna vez brindaron seguridad, pero que hoy limitan el crecimiento. No es un proceso fácil ni cómodo, pero sí profundamente revelador. Cada desafío que aparece funciona como un umbral que invita a soltar lo viejo para dar lugar a algo más real.
- Pérdidas significativas: Relaciones, trabajos, proyectos o estilos de vida pueden llegar a su fin. Aunque el cierre duela, muchas veces es el único camino posible para recuperar dirección y verdad.
- Sensación de estancamiento: El mundo parece ralentizarse. Lo que antes avanzaba con fluidez ahora se traba, generando la necesidad de mirar con más honestidad hacia dónde se está yendo.
- Elecciones ineludibles: Algunas decisiones se vuelven impostergables. Saturno obliga a asumir responsabilidad y a tomar posición, incluso si eso implica incomodidad o ruptura.
- Crisis de propósito: Lo construido hasta ahora puede perder sentido. Surgen preguntas profundas sobre el rumbo, el valor de los logros y la fidelidad a los deseos más auténticos.
- Conciencia del tiempo: Se agudiza la percepción del paso del tiempo y la fugacidad de ciertas etapas. Este despertar puede generar ansiedad, pero también impulsa a vivir con mayor claridad.
- Revisión interna: Cambian las prioridades, los valores y hasta la forma de nombrarse a uno mismo. Es una etapa en la que la identidad se depura y se redefine desde adentro.
- Manifestaciones físicas y emocionales: Dolores corporales, insomnio, fatiga o una tristeza inexplicable pueden ser señales del proceso. El cuerpo acompaña los movimientos del alma.
Cómo atravesar el retorno de Saturno de forma consciente
Atravesar el retorno de Saturno con conciencia implica aceptar que el movimiento interno no se resuelve desde el control, sino desde la escucha. En lugar de resistir el cambio, se trata de acompañarlo con presencia, paciencia y compromiso. Este tránsito pide madurez, pero también sensibilidad para reconocer qué parte de la vida ya cumplió su ciclo y qué nueva estructura quiere nacer desde lo verdadero.
- Terapia o acompañamiento emocional: Hablar con alguien que facilite claridad puede ordenar lo que internamente se siente caótico. El retorno moviliza viejas heridas y patrones que pueden procesarse con mayor profundidad.
- Journaling y escritura introspectiva: Escribir lo que se piensa y siente ayuda a observar los procesos internos con más objetividad. También puede revelar verdades que no se habían podido nombrar.
- Rituales de cierre de ciclo: Realizar una acción simbólica que marque el fin de una etapa ayuda a soltar con mayor consciencia. Puede ser escribir una carta de despedida, encender una vela o simplemente dedicar un momento para agradecer y dejar ir.
- Conexión con el cuerpo: El cuerpo también atraviesa el tránsito y necesita ser escuchado. Caminar, respirar, descansar o moverse con intención ayuda a integrar los cambios de forma más completa.
- Espacios de silencio y soledad: Alejarse del ruido externo permite escuchar lo que realmente está pidiendo el alma. La introspección no es aislamiento, sino encuentro.
- Meditación o prácticas espirituales: Cultivar una conexión con lo sagrado —desde la propia fe o cosmovisión— ofrece contención cuando lo externo tambalea. Es una forma de anclarse más allá de las formas.
- Confianza en el proceso: Aunque no todo se entienda de inmediato, Saturno trabaja a largo plazo. Lo que parece pérdida, más adelante revela su propósito como parte de una reconfiguración mayor.
El retorno de Saturno como un portal de transformación
Cuando se lo atraviesa con conciencia, el retorno de Saturno deja de vivirse como una amenaza y se revela como un verdadero umbral. Es una etapa que exige profundidad, pero también ofrece claridad. El dolor o la incomodidad que genera no son señales de error, sino indicadores de que algo está madurando y pidiendo una forma más real.
Saturno no destruye por capricho. Su función es purificar lo que ya no se sostiene y marcar el inicio de una etapa más coherente con el alma. Las estructuras que surgen después de su paso son más firmes, más libres de ilusión y más fieles a la verdad interna. Por eso, muchos de los cambios que en el momento duelen, con el tiempo se reconocen como necesarios.
El retorno de Saturno puede vivirse como una crisis o como una iniciación. Esa diferencia no está en los hechos externos, sino en la forma en que se los transita. Cuando se elige habitar este momento con madurez y apertura, deja de ser un tránsito temido y se convierte en un portal hacia una existencia más consciente, más auténtica y más verdadera.