Un verano yogi

Un verano yogi
By: Carla Sanchez | Jul. 27, 2016
¡Lo estamos preparando todo para compartir contigo un verdadero Verano Yogi! El 1 de agosto dará comienzo un programa lleno de novedades que podrás seguir allí donde estés, de viaje, perdido en algún rincón remoto, o aún en la oficina, ¿te animas a viajar con nosotros?
Acompáñame día a día a través de las redes sociales de Aomm.tv, para vivir en primera persona un programa que complementará tu verano con mucho yoga, tips sobre mudras, consejos de alimentación, meditación y ejercicios de pranayama. Queremos que disfrutes al máximo de tu tiempo, que encuentres inspiración con nosotros y que cuidarte sea puro descanso.
Un programa para todos.
Si eres miembro de Aomm.tv tendrás acceso a dos prácticas semanales, una clase de yoga y una clase de pranayama y meditación. Además te daré un tip de yoga cada día a través de nuestras redes sociales.
Si aún no estás suscrito a la plataforma, podrás seguir el programa a través de nuestras redes sociales y el blog donde compartiremos videos cortos con retos de yoga y tips sobre asanas.
¡4 semanas de yoga en la naturaleza!
La primera quincena de agosto te invitamos a ir la playa y a conocer hermosos paisajes con agua para seguir clases de vinyasa inspiradas en este elemento y en sus cualidades.
La segunda quincena cambiaremos de entorno para ascender a la montaña, armonizar con la tierra y vitalizarnos física y anímicamente a través de la fuerza de la naturaleza.
¡Mucho más que yoga!
La alimentación es la base de la salud y está íntimamente ligada al yoga. Para que hagas un programa completo compartiremos cada semana una rica receta con ingredientes de temporada, energética, fácil y perfecta para sentirte lleno de energía en esta época del año.
Además te daremos tips de moda yogi de la mano de Roxi, Neomistic y complementos de joyería consciente de Esencia Jewels, nuestros patrocinadores oficiales.
¡Prepara tu mat porque el verano yogi ya está aquí! Nos vemos el lunes.
Tips para facilitar tu práctica

A veces, la práctica de yoga, y creo que es algo que a todos los no ha pasado en algún momento, puede resultar frustrante. Porque nos duele la espalda o el cuello en ciertas posturas o movimientos, porque nos falta flexibilidad o fuerza, porque no somos capaces de hacer las asanas que nos gustaría, porque nos cuesta coordinar la respiración con el movimiento… Sufrir o estar incómodos durante la práctica puede frustrarnos y llevarnos a pensar que el yoga no es para nosotros.
Por eso, en este post quiero compartir con vosotros todas esas modificaciones, recursos y hasta trucos que yo he ido adoptando desde que empecé a practicar yoga. Porque, por supuesto, a los profesores también nos ocurre. Cada cuerpo, cada mente, cada estructura ósea, muscular o articular es un mundo, cada forma física y estado de salud también, y debemos respetarlo para poder convertir el yoga en una práctica agradable y beneficiosa para nosotros.
Por eso, el primer consejo que quiero daros, y que ya habréis escuchado muchas veces, es no compararos nunca con nadie. La competición es un concepto carente de sentido en el yoga. Ni siquiera contigo mismo. Haciendo yoga hay que sentir, disfrutar y por supuesto, avanzar, pero nunca sufrir o forzarnos a hacer cosas que no son ni aptas ni buenas para nuestro cuerpo. Tampoco debe darnos ningún tipo de vergüenza no poder hacer una postura, optar por opciones más sencillas o, simplemente, descansar si lo necesitamos. A los profesores también nos ocurre.
En cuanto a los aspectos prácticos, vamos a ir parándonos en todo aquello que puede ayudaros a facilitar vuestra práctica:
La postura
Mucha gente decide hacer yoga porque sufre dolores crónicos de espalda y porque siente que el sedentarismo está haciendo huella en su cuerpo y en su salud. Normalmente, esto conlleva tener un tono muscular muy bajo y una escasa conciencia corporal, lo que hace que nosotros mismos tengamos “desactivados” músculos esenciales para nuestra postura a perjuicio de otros que asumen demasiadas tareas. Como los glúteos. Son los músculos más grandes y fuertes del cuerpo pero también los más perezosos. Si no eres consciente de su activación, puede que otros músculos tengan que acabar haciendo su trabajo, lo que creará desequilibrios en tu cuerpo y, finalmente, patologías. Por eso es tan importante prestar mucha atención a nuestro cuerpo, ser conscientes de cómo es nuestra postura y de los músculos que debemos activar durante la práctica. Los profesores siempre dan indicaciones posturales en las clases. Síguelas siempre pero, además, mi consejo es que no dejes de chequear tu postura en cada asana durante la práctica. Además, activar tu musculatura de forma consciente hará que se impliquen muchas más fibras musculares y que te resulte más fácil sobrellevar el esfuerzo físico que supone la práctica.
Flexiona las piernas
Al subir y bajar de tadasana, sobre todo al hacer los Saludos al Sol o practicar estilos como Vinyasa, puede dolernos la espalda. Algo que a mí me ocurría mucho al principio. Por eso os recomiendo que mantengáis una ligera flexión de piernas y que cuando os incorporéis y estéis de pie, mantengáis activos vuestros glúteos y vuestra faja abdominal (os ayudará llevar el ombligo hacia dentro y hacia arriba y alargar los costados). Y lo mismo cuando estéis en posiciones como Uttanasana, con la cabeza y la espalda hacia abajo: flexionad las piernas todo lo que necesitéis e incluso apoyad los antebrazos en los muslos o las manos en las rodillas para evitar el dolor en la espalda. Mantener los pies al ancho de la cadera durante vuestra práctica (obligatorio si estáis embarazadas) también os ayudará a repartir mejor el peso del cuerpo y no sobrecargar la espalda.