Claves de una secuencia de Vinyasa

Claves de una secuencia de Vinyasa
By: Carla Sanchez | Feb. 17, 2016
Cuando asistimos a una clase de yoga nos dejamos guiar por el profesor sin cuestionarnos el orden, o el por qué, de la secuencia de asanas que vamos a realizar. Damos por sentado que tendrá un sentido específico, además del motivo inspiracional que se proponga y que será muy beneficioso para nuestra salud.
Efectivamente esa es la mejor actitud a la hora de afrontar una práctica, ya que el yoga no es un ejercicio de racionalidad, sino una vivencia personal en la ejecución de asanas como camino hacia el autoconocimiento, entre otros enfoques que se le puede dar.
Sin embargo, a todos aquellos que tenéis interés en aprender más sobre esta bonita disciplina, os gustará conocer con mayor profundidad el esquema y la intención a seguir cuando se traza una secuencia de Vinyasa Krama.
Para introducirte con más detalle en el Vinyasa, puedes leer el primer post que escribí para Aomm.tv, donde conocerás la esencia de este método. Recordemos también que el Vinyasa es un estilo de Yoga dinámico cuya base consiste en enlazar las posturas con la respiración poniéndolas en movimiento.
También nos referimos a Vinyasa para describir un flujo de asanas enlazadas que se practica entre posturas para generar movimiento y energía durante la práctica. Son una variación de Surya Namaskar, o Saludos al sol, aunque existen más de cien combinaciones diferentes que se aplican en función de la destreza del practicante.
Vinyasa Krama plantea un sistema lógico pero intuitivo en el diseño de una secuencia. Cabe destacar que una de las maravillas de este estilo es lo ampliamente creativo que resulta tanto para profesores, como para estudiantes. No hay una clase igual a la anterior y se trabajan siempre diferentes aspectos. Si el objetivo es el mismo, cambiará el abordaje.
Pondré un ejemplo para que se entienda mejor:
Una clase de Vinyasa puede tener el propósito de mejorar posturas de extensión; otra clase puede consistir en la apertura de cadera; y otra en fortalecer el abdomen como centro energético etc.
Pero también se puede escoger una finalidad mensual, como “el equilibrio”, y hacer un trabajo de exploración de esa cualidad a lo largo de las clases, pero practicando una secuencia nueva cada vez.
Partiendo de ese principio, la elección de asanas nunca es aleatoria. Cada postura prepara el cuerpo para la siguiente en progresión hacia la postura de mayor dificultad de la serie y que representa el objetivo, tanto físico como mental, escogido. Se va de menos a más hasta alcanzar la “postura cumbre”, que además suele tener la estimulante connotación de desafío.
Una vez pasado ese punto álgido, la práctica comienza a descender en intensidad y dificultad, para a evolucionar hacia la relajación y la meditación.
El dibujo de una clase de Vinyaya sería entonces como el de una montaña, una gran subida para llegar a la cima y un descenso amable para recuperarnos.
Ahora que conoces mejor la anatomía del Vinyasa, te invito a empezar a percibir en las clases la progresión y a observar qué sensaciones te aporta en tu propia práctica.
Namaste.
La importancia de una buena esterilla de yoga

La esterilla o Mat de yoga, su nombre en inglés, es la herramienta principal que requieres para favorecer una práctica plena, agradable y segura. Cuando no se conoce la materia es fácil caer en el pensamiento de que cualquier antideslizante servirá y esto puede ser un verdadero desacierto. Aspectos como el grosor y la textura marcan la diferencia con respecto a otras colchonetas empleadas en el ejercicio físico pero, además de sus cualidades técnicas, es mucho más que un simple utensilio funcional.
No hay nada más simbólico en la práctica contemporánea del yoga que el mat en sí. Tu experiencia sobre la esterilla es una metáfora de tu aprendizaje en la vida representada como un espacio personal, íntimo y único donde se escenifican las vivencias mentales y emocionales a través de la oportunidad que la práctica ofrece de deshacer la tensión, el estrés, y caos que envuelve nuestra existencia humana. La esterilla te invita a estar en “ el ahora” sin importar los sucesos pasados, o lo que ocurrirá después, sobre ella solo sucede el momento presente en el que estás tú, con tu respiración, tu ritmo, tus límites y tu intención.
Los aspectos más importantes a tener en cuenta a la hora de escoger una esterilla de yoga son:
Tamaño – grosor – tracción
Tamaño
La esterilla estándar mide entre 60 cm de ancho por 173cm de largo , hay un margen mínimo de variación según la marca. Aunque pueda parecer pequeña y estrecha lo cierto es que no se necesita mucho más espacio, la práctica de yoga también está vinculada con el contacto con la tierra y es interesante explorar el movimiento en este marco.
Grosor
La comodidad de un mat es fundamental. Sentir el suelo duro y frío es desagradable, así que por un lado debe ser aislante y por otro tener un grosor que brinde apoyos amables en las distintas posturas.
Los hay de 2, 4 y 6 milímetros, dependerá de tus gustos y la sensibilidad a la dureza que tengas. Hay personas que prefieren esterillas muy finas porque son más estables; yo por ejemplo me inclino a la de 6 mm porque el contacto de rodillas o codos con el suelo me resulta molesto cuando hay poca densidad, sin embargo, ese grosor suele parecerme inestable en ciertos equilibrios y prefiero hacerlos directamente fuera de ella para tener una base más firme.
Dependiendo del material será más ligera o pesada, valora en función de tu estilo de vida si ésto será molesto a la hora de desplazarte con ella, o si merece la pena. Hay quien practica siempre en casa por lo que el peso no es un problema; en los estudios de yoga suelen dar lo opción de dejarla allí para mayor comodidad. Si eres una persona que viaja mucho te conviene un modelo más ligero y adaptable para no añadir más carga a la maleta.
Tracción
Resbalar en una esterilla de mala calidad es un clásico y, lejos de ayudar, dificulta la ejecución de asanas. La tracción está relacionada también con la seguridad, cuanto más estable es el material más seguro te sentirás a la hora de avanzar en las posturas.
Mi recomendación es que pruebes el mat antes de comprarlo. Hay texturas muy diferentes, cerciórate de que tus manos no se resbalan y tienes buena adherencia. Algunas personas sudan mucho en pies y manos, si es tu caso consulta en la tienda, hay materiales pensados para compensar ese problema.
Si tienes en cuenta estas recomendaciones podrás adquirir una esterilla buena, duradera y que hará de tu práctica una experiencia muy gratificante. Que el bolsillo no te frene, el precio medio de un mat de calidad oscila entre los 40 y los 80 euros, dinero que vale la pena invertir, porque rentabilizarás la compra con creces.
Por último, te animo a hacerte con una esterilla de materiales ecológicos. Ser respetuosos con el medio ambiente sintoniza con la filosofía del yoga y es un gesto de conciencia.
¡Feliz compra! Namaste.