Yoga en un mundo VUCA

Yoga en un mundo VUCA
By: María F. Sanz Gómez | Dec. 08, 2016
VUCA es un acrónimo inglés que se originó en los años 90 en el ejército americano con el fin de designar el entorno que tenían que comenzar a trabajar y a moverse en sus misiones.
Este es el significado de VUCA
- V: Volatility – Volatilidad
- U: Uncertainty – Incertidumbre
- C: Complexity – Complejidad
- A: Ambiguity – Ambigüedad
Con el tiempo, el término VUCA se adoptó en el mundo empresarial y pasó a nuestros días a raíz de los atentados del 11S.
Como consecuencia, el mundo en el que estamos inmersos es rápido, volátil, todo se basa prácticamente en la inmediatez, conviviendo con la incertidumbre que la crisis económica ha instalado entre nosotros, esa ambigüedad continua, la complejidad del sistema y del entorno que complican la toma de decisiones y que provocan un estado de preocupación que siempre está latente.
Esto provoca que nuestra mente esté en continua alerta, dado que este ritmo de vida impuesto requiere de un gran dinamismo que implica un gasto extra de energía, añadido a un alto nivel de exigencia y de competitividad en el mundo laboral; queriendo hacer muchas cosas a la vez y queriendo estar en muchos sitios al mismo tiempo. Sensaciones que se trasladan a todos los estratos de la población, ancianos que cuidan de sus nietos, padres de familia con vidas trepidantes, empresarios que tienen que adaptarse al cambio día tras día, niños a los que se les exige un alto rendimiento escolar y con una agenda llena de actividades extraescolares. Si a todo lo expuesto anteriormente, consideramos además la dependencia que tenemos a los dispositivos móviles, no es extraño que muchos de nosotros hagamos BOOM en un momento dado, y cuando queremos recuperar el control, ya es demasiado tarde.
Antes de que esto suceda, es conveniente poner remedio y una de las herramientas más valiosas de vida que puedes encontrar es Yoga, sabiduría milenaria que se ha transmitido de generación en generación y que afortunadamente cada día tiene más adeptos, y que ya es una asignatura más en algunos colegios y se ofrece a los empleados en los entornos laborales; aunque otros países nos llevan la delantera desde hace tiempo.
Así que aquí te dejo unas cuantas buenas razones que podrás comenzar a sentir tú mismo con la práctica continuada y que todos nosotros difundimos una y otra vez con el fin de contribuir a tu bienestar, que no olvides, sólo depende de ti.
Yoga en el plano físico
Con la realización de asanas, estiras y eliminas tensión muscular, ejerce una función terapéutica en dolores de espalda, migrañas crónicas y toda clase de dolencias. Trabajas la flexibilidad en tu cuerpo, que corresponde a trabajar la flexibilidad de tu mente, lo que hace que te adaptes mejor a los cambios. Masajeas tus órganos vitales y con la respiración (pranayama) el oxígeno que entra en tus pulmones es de mejor calidad y hace que tus células tengan una oxigenación mayor, por lo que refuerza tu sistema inmune; por tanto, evitas enfermedades y practicas la medicina preventiva. A su vez tus niveles de energía se incrementan, tu vitalidad también. Si eres deportista sus beneficios están más que demostrados, corrigiendo la postura, tomando conciencia de tu cuerpo (sentido de la propiocepción), evitando lesiones y visualizando objetivos.
Aprenderás a escuchar a tu cuerpo y a identificar las alarmas que te envía cuando algo no va bien, anticipándote a lo que se puede desencadenar después.
Yoga en el plano emocional
Con la práctica de ejercicios de respiración (pranayama) y relajación reduces el estrés, la ansiedad y el insomnio. Cambia tu respiración y cambiarán tus emociones, que gestionarás mucho mejor, devolviendo tu mente al momento presente. El 90% de las enfermedades se desarrollan como consecuencia de emociones no gestionadas y de vivencias difíciles no canalizadas.
Te sentirás más animado, tomarás buenas decisiones y la serenidad llegará a tu vida, ese equilibrio tan deseado. Desarrollarás tu intuición, una brújula que te guiará por el sendero de la vida y a su vez cultivarás el desapego, dejando atrás lo que ya no te vale. La conexión con la naturaleza es inmediata y tus relaciones personales serán de una calidad extraordinaria, incluyendo la que tienes contigo mismo ¡Disfrutarás tanto de esas pequeñas cosas!
En definitiva, todo fluye. “Paras y reparas “
Yoga llega a ti cuando tiene que llegar, así que permanece atento y disfruta del camino. Namasté
MARÍA F. SANZ GÓMEZ
YAM YOGA (Vinyasa Yoga y Yoga Nidra)
Yoga en primavera
La primavera es época de renacer y resurgir. La naturaleza nos lo muestra en todo su esplendor; ella misma despierta del letargo invernal. La savia se mueve hacia arriba de nuevo para hacer despuntar la vida en sus brotes. Los pájaros anidan para criar a sus polluelos. Los ríos fluyen colmados de agua del deshielo. Si nos detenemos a observar seremos testigos de cómo la vida vuelve a nacer con energías renovadas.
En nosotros también ocurre el cambio, nuestro cuerpo despierta a la luz del sol después del largo invierno. Necesita movimiento para sacudirse el letargo. En primavera los parques se llenan de gente, desempolvamos las zapatillas de deporte y nos animamos a salir de nuevo a pasear, correr, montar en bicicleta… lo que sea con tal de salir al exterior y recibir los rayos y el calor del sol.
El yoga nos ayuda en esta transición entre estaciones si adecuamos nuestra práctica diaria a las necesidades que requiere nuestro cuerpo-mente.
Ahora deberemos buscar posturas que nos den calor y vitalidad. Es momento de crear una práctica estimulante que nos ayude a eliminar toxinas y activar el elemento fuego, relacionado con el plexo solar y la digestión y combustión de los alimentos.