Postura de yoga: Parivrtta Janusirsasana

Postura de yoga: Parivrtta Janusirsasana
Por: Gaia | Mar. 11, 2014
Parivrtta quiere decir girado en redondo. Janu es rodilla y sirsa significa cabeza. Su nombre se suele traducir como postura de la cabeza a rodilla en torsión.
TÉCNICA
– Siéntate en el suelo con las piernas juntas y extendidas. Clava los isquiones en el suelo y yergue tu espalda, orientando la coronilla hacia el cielo.
– Lleva la pierna derecha hacia la derecha, formando un ángulo de 90º con la otra pierna.
– Dobla la rodilla izquierda y coloca el talón cerca del pubis. La rodilla debe estar en el suelo, si no es así, coloca una manta doblada debajo para que se apoye.
– Inhala y estírate hacia arriba.
– Exhala y lleva la mano derecha al pie derecho. Coge el pie por el puentee. Si no puedes, coge el talón o el tobillo.
– Vuelve a inhalar y estira el brazo izquierdo lateralmente por encima de tu cabeza y al exhalar, inclina todo el tronco sobre la pierna derecha. El pecho mira hacia el frene, no se gira hacia el suelo. El brazo izquierdo queda estirado por encima de la cabeza.
– Gira la cabeza y orienta la mirada hacia el cielo.
– Mantén la postura en la inmovilidad durante varias respiraciones que deberán ser lentas y profundas.
– Inhalando vuelve al centro y descansa. Después repite el ejercicio hacia el otro lado.
RECOMENDACIONES
– Asegúrate de separar bien la pierna que se abre extendida.
– Cuando llevas la mano al pie, el tronco se inclina acercando el costado a la pierna.
– Trata de mantener el pecho bien abierto y mirando haca el frente, nunca debe girar hacia el suelo, al contrario aquellos practicantes más avanzados tratarán de orientarlo hacia arriba. De ahí el nombre de la postura “en torsión”.
– La pierna sobre la que te inclinas debe estar completamente extendida y la punta del pie orientada hacia el techo.
– Las personas muy flexibles y los practicantes avanzados, llevarán el codo al suelo por delante de la pierna estirada.
– La otra mano (la del brazo que queda arriba) irá a coger la punta del pie, pero siempre manteniendo el brazo estirado por encima de la cabeza, no por delante.
– Mantener una respiración fluida te ayudará a permanecer en la postura más cómodamente.
BENEFICIOS
– Dota de flexibilidad a la columna vertebral.
– Tonifica los músculos de las piernas.
– Estira los músculos de la parte posterior de las piernas y los aductores.
– Proporciona un masaje al hígado al hacerlo sobre la pierna derecha, y al páncreas y el bazo al hacerlo sobre la izquierda.
– Masajea los riñones por estiramiento.
– Las glándulas suprarrenales regulan la secreción de adrenalina y cortisol.
– Se produce un intenso estiramiento en los costados.
– Aumenta la movilidad en los hombros.
Si quieres practicar ésta postura y muchas más entra en Gaia y comienza a practicar allá donde estés.
Yoga en primavera

La primavera es época de renacer y resurgir. La naturaleza nos lo muestra en todo su esplendor; ella misma despierta del letargo invernal. La savia se mueve hacia arriba de nuevo para hacer despuntar la vida en sus brotes. Los pájaros anidan para criar a sus polluelos. Los ríos fluyen colmados de agua del deshielo. Si nos detenemos a observar seremos testigos de cómo la vida vuelve a nacer con energías renovadas.
En nosotros también ocurre el cambio, nuestro cuerpo despierta a la luz del sol después del largo invierno. Necesita movimiento para sacudirse el letargo. En primavera los parques se llenan de gente, desempolvamos las zapatillas de deporte y nos animamos a salir de nuevo a pasear, correr, montar en bicicleta… lo que sea con tal de salir al exterior y recibir los rayos y el calor del sol.
El yoga nos ayuda en esta transición entre estaciones si adecuamos nuestra práctica diaria a las necesidades que requiere nuestro cuerpo-mente.
Ahora deberemos buscar posturas que nos den calor y vitalidad. Es momento de crear una práctica estimulante que nos ayude a eliminar toxinas y activar el elemento fuego, relacionado con el plexo solar y la digestión y combustión de los alimentos.