¿Esta relación me conviene?

¿Esta relación me conviene?
By: Noelia Quiroga | Feb. 12, 2016
El modelo de relación de pareja que cada uno tiene viene dado mayoritariamente por sus padres. Papá y mamá son siempre, para lo bueno y lo malo, un gran referente. Si la relación entre ellos era sana ¡enhorabuena! De adulto seguramente podrás establecer relaciones estupendas. Si no… Bueno, quizás tengas cierta tendencia al desastre amoroso fruto de un aprendizaje erróneo…¿La buena noticia? ¡Todo se puede desaprender!
Cuando nací mis padres mantenían una apasionada, inmadura e inestable relación de la que guardo pocos recuerdos. Tras la ruptura, mi madre vivía encerrada en una torre y decidió enamorarse del primer hombre con caballo que la llevó lejos de allí. El segundo padre del cuento resultó ser otro hombre a medida para una mujer con baja autoestima y cientos de problemas. Mi modelo de relación se construyó con gritos, rupturas, lloros, manipulaciones, miedo, depresión, ansiedad, dependencia y estados alterados.
Tres cosas importantes y sencillas que aprendí:
1) La autoestima es la base para una buena relación. Los niños de hogares inestables tienen dificultades para forjar su estima pues sus propios padres carecen de ella. Las personas que se quieren ponen límites, por muy dolorosos que éstos sean, y no perpetúan una relación insana.
2) Las relaciones atraviesan crisis que pueden subsanarse si permanecen unos valores básicos de amor y respeto. Sin ellos la ruptura es el mejor ejemplo de coherencia que puedes darte a ti y a tus hijos. Enseña a ser feliz y no a soportar.
3) El camino para una buena relación de pareja empieza en una buena relación contigo. Disfruta de ti, conócete, quiérete, siéntete a gusto en soledad y estarás preparado para que otra persona entre en tu vida.
HUYE SI:
– No hay respeto: pierdes la capacidad de hablar y escuchar empáticamente al otro. Los gritos, insultos y burlas minan la relación. Capítulo aparte el maltrato físico o psicológico cuya línea a veces, ¡ojo!, es fácil atravesar.
– No eres tú: fingir para gustar te anula.
– No seguís el mismo camino: personas distintas pueden encontrar nexos de unión pero cuando no coincides en lo fundamental, o evolucionas de manera diferente, no merece la pena desgastarse tratando de cambiar al otro. Acéptalo y continúa solo/a.
– No saben si te quieren = no te quieren
– No puedes vivir sin él o ella: no es amor, es dependencia. Celos, obsesión…
Cuando fluye y es fácil, te quieres y le quieres, sueñas y compartes sueños, te respetas y respetas, te valoras y valoras, eres libre y das libertad, eres feliz y no pides que te hagan feliz, aprendes y creces, disfrutas de buen sexo, ternura de sofá y satisfacción de “estás en mi vida”… ¿Amor? Por ahí van los tiros.
¡Sonríe!
Sánscrito y Yoga II

Hace algunas semanas publiqué un post de introducción a términos sánscritos dirigido a entender mejor cómo se componen los nombres de las posturas de yoga y qué significan.
En esta segunda entrega me centraré en términos quizá menos utilizados en las clases, pero de igual importancia dentro de esta disciplina y que seguro serán de tu interés si quieres profundizar en tus conocimientos.
Internet está lleno de listas con vocabulario en lengua sánscrita pero suelen ser muy extensas y abiertas, no necesariamente relacionadas con el yoga. Estoy segura de que más de una palabra te resultará familiar; ¡seguimos aprendiendo!
Abhyasa: se refiere a la práctica física y espiritual del yoga de forma constante y perseverante. Es el empeño y el esfuerzo empleado en purificar cuerpo y mente como camino hacia la autorrealización.
Agni: se traduce como fuego y en yoga se trata como “el fuego interior”, pura energía.
Ahimsa: es el principio de no violencia hacia todo ser vivo, sea humano, animal, o planta, promoviendo un respeto absoluto por la vida. La filosofía del yoga, así como el budismo, se cimientan en esta ley universal.
Ananda: significa la “plenitud”, o la felicidad absoluta relativa a un estado espiritual. Es la beatitud perfecta, la dicha de sentirse bienaventurado, sereno y glorioso en estado de equilibrio interior.
Bhanda: significa “contracción”, sujeción, retención o atadura. Está relacionado con la contracción de ciertas partes del cuerpo; también se refiere a los tres centros energéticos situados en el periné, en el abdomen y la garganta, sobre los que se trabaja en contracción y en control.
Bhakti: su significado literal es “participación”. Se refiere al camino de la virtud, de la fe, del amor devocional y limpio desde el autocontrol y la constancia.
Chakra: significa “rueda” y representa los siete puntos energéticos de nuestro cuerpo sutil, que ascienden desde la base de la columna hasta llegar a la coronilla. Cada chakra se simboliza con el dibujo de una flor de loto de diferentes características y colores.
Dharma: se traduce como “la ley sagrada, o la ley universal”, referida a la vocación interna de cada persona en consonancia con sus actos en la vida. Esta ley armoniza al individuo con su propósito vital, manteniendo el equilibrio entre quién es en el sentido más profundo y cómo lo manifiesta en sus actos diarios. Se puede traducir también como “naturaleza propia de un ser”.
Namaste: es una expresión de saludo originaria de India. Se utiliza para decir hola, adiós, para dar las gracias a alguien y también como expresión de gratitud en la oración. Se emplea en numerosas culturas en Asia, y también al comenzar y finalizar la práctica de yoga.