Honrar el vacío
Honrar el vacío
By: María González Santos | Feb. 05, 2016
Desde su nacimiento, el ser humano está acostumbrado a viajar con la maleta llena, la sociedad nos ha acostumbrado a ello. Desde niños tendemos a acumular posesiones, ideas, conceptos, creencias. Estamos tan habituados a ello que la palabra vacío nos da miedo, nos crea ansiedad y nos hace sentir inseguros.
Lo más triste de todo, es que la mayoría de la gente, acepta esa forma de vivir para toda su vida, buscando fuera de si mismo lo que siempre ha estado ahí, dentro del mismo ser.
Llenar en exceso nuestra vida ensombrece nuestra verdadera esencia, crear espacio nos ayuda a ver con claridad, sin velos ni mascaras.
El vacío es bello, y hay que honrarlo, ya que es ahí donde conectamos con nuestro yo superior, con nuestra verdad y con nuestro propósito en la vida.
La senda del yoga es el único camino para conseguir espacio en nuestra vida, y volver a lo que siempre hemos sido, seres únicos destinados a ser felices.
Pasos para crear espacio
– Siéntate cada mañana en silencio, toma lápiz y papel, no hagas nada más, solo piensa en tu vida, en qué posición te encuentras y hacia donde te diriges.
– Piensa en lo que te hace feliz, o podría hacerte feliz, escríbelo.
– Una vez sepas realmente lo que quieres, pregúntate “cómo conseguirlo”, anota tus ideas.
– Ahora que ya sabes el “qué” y el “cómo”, ha llegado el momento de eliminar todo aquello que no necesitas, deshazte de lo que no forma parte de tu esencia, que ocupa espacio y te resta energía.
– Practica tu meditación diaria, céntrate en tu corazón y no en tu mente. Siente el vacío, tu respiración. Las respuestas llegarán automáticamente.
– Esfuérzate en ser tu mejor yo. Aliméntate bien, nutre tu cuerpo, se selectivo, no llenes tu vida por llenar, dirige tu energía correctamente, no la malgastes.
– Estira tu cuerpo a través de las asanas, de esa forma crearás espacio en el canal central “sushuma”, situado a lo largo de tu columna vertebral.
– Descarta todas esas ideas y creencias que te han acompañado y has aceptado durante toda tu vida, sin ni siquiera meditar en ellas.
– Toma la decisión y el compromiso de ser feliz, tu verdadero destino.
Propiedades mágicas de las plantas
Desde tiempos inmemoriales, las plantas han sido consideradas seres vivos llenos de misterio y poder. Su belleza y diversidad han cautivado a la humanidad a lo largo de la historia, pero también han despertado la curiosidad acerca de sus propiedades mágicas. En este artículo, exploraremos las cuatro propiedades mágicas fundamentales de las plantas: la conexión, la sanación, la protección y la transformación. Estas cualidades han sido reconocidas en numerosas tradiciones espirituales y prácticas mágicas en todo el mundo.
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Conexión
Una de las propiedades mágicas más poderosas de las plantas es su capacidad para establecer una conexión profunda con el mundo natural y espiritual. Las plantas actúan como intermediarias entre el reino humano y el reino de lo divino. Su energía vital y su conexión con la tierra las convierten en vehículos poderosos para acceder a estados de conciencia superiores.
A través de rituales y prácticas de meditación, las plantas pueden ayudarnos a entrar en contacto con nuestra propia esencia y conectar con fuerzas cósmicas más elevadas. Al utilizar hierbas, flores y raíces en ceremonias sagradas, podemos fortalecer nuestra conexión con la naturaleza y el universo, abriendo puertas a la intuición, la sabiduría ancestral y la comunicación espiritual.
Sanación
La capacidad de las plantas para sanar tanto el cuerpo como el espíritu ha sido reconocida desde tiempos remotos. Las propiedades curativas de muchas plantas han sido utilizadas en medicina tradicional y herbolaria en todo el mundo. La magia de las plantas se despliega a través de sus componentes químicos, sus energías sutiles y su capacidad para restablecer el equilibrio en nuestro organismo.
Desde la antigüedad, se han utilizado hierbas y remedios naturales para tratar diversas dolencias físicas y emocionales. Plantas como la lavanda, el romero, la menta y el aloe vera poseen propiedades relajantes, estimulantes, antisépticas y cicatrizantes, entre muchas otras. Además de sus beneficios físicos, las plantas también pueden sanar nuestras heridas emocionales y espirituales, aportando calma, alegría y armonía a nuestras vidas.
Protección
Las plantas también poseen una poderosa energía protectora que puede salvaguardarnos de las influencias negativas y crear un escudo de seguridad a nuestro alrededor. Desde las culturas ancestrales hasta las prácticas mágicas contemporáneas, las plantas se han utilizado como amuletos y talismanes para alejar el mal y la mala suerte.
La ruda, el enebro, la salvia y el laurel son solo algunos ejemplos de plantas consideradas protectoras. Su presencia en nuestros espacios vitales o su uso en rituales de purificación pueden crear una barrera energética que nos resguarda de las energías negativas y nos ayuda a mantener un ambiente armonioso y seguro.
Transformación
La magia de las plantas también está estrechamente relacionada con su capacidad de transformación. Al observar el ciclo de vida de una planta, desde una pequeña semilla hasta su pleno crecimiento y florecimiento, podemos aprender importantes lecciones sobre el proceso de transformación personal y espiritual.
Las plantas nos enseñan que la transformación requiere paciencia, cuidado y dedicación. Del mismo modo que las plantas se adaptan al entorno, cambian con las estaciones y renuevan su vitalidad, nosotros también podemos experimentar procesos de crecimiento, curación y evolución. Las plantas nos inspiran a ser conscientes de nuestro propio poder de transformación y a abrazar los cambios como oportunidades para florecer y desarrollarnos plenamente.
Las plantas son seres vivos mágicos que poseen múltiples propiedades y enseñanzas para aquellos que buscan la conexión espiritual y el crecimiento personal. Su capacidad para establecer una conexión profunda, sanar, proteger y transformar nos invita a explorar el reino vegetal y aprovechar su energía para nuestro beneficio.
Ya sea a través de rituales, ceremonias, meditaciones o simplemente al estar en contacto con la naturaleza, podemos experimentar el poder transformador de las plantas en nuestras vidas. Abracemos la magia de las plantas y permitámonos aprender de su sabiduría ancestral para nutrir nuestra alma, cuerpo y espíritu.