Vinyasa yoga de inspiración Ashtanga
Vinyasa yoga de inspiración Ashtanga
By: Xuan-Lan Trinh | Sep. 12, 2016
El ashtanga yoga es un método de yoga vinyasa creado por Sri K. Patthabi Jois en Mysore, una ciudad del Sur de la India.
Este método muy original y único se caracteriza por la auto-práctica de una serie fija de asanas que el yogui aprende de memoria. El hecho de practicar sin seguir la secuencia de un profesor permite al alumno enfocar su atención en los detalles de cada asana desde el interior y en la respiración sincronizada, como si fuera una meditación en movimiento.
Este método se enseña de la misma manera en el mundo entero y miles o millones de personas lo practican de la misma manera sea cual sea su cultura, su idioma y su nivel de yoga. El profesor enseña nuevas posturas a su alumno a medida que ese vaya avanzando en la serie, considerando que una postura prepara a la siguiente y que no se debe saltar el orden definido por la serie.
La primera serie de asanas de ashtanga yoga (sobre 6) se llama Yoga-Chikitsa y se concentra en alinear y detoxificar el cuerpo con muchas flexiones hacia delante, torsiones y las numerosas vinyasas que se realizan con saltos hacia atrás y hacia delante (jump back y jump through). Estos movimientos tonifican el cuerpo, fortalecen el core y crean un ritmo muy dinámico a la práctica.
Practico el ashtanga yoga al estilo tradicional Mysore desde hace más de 10 años con una práctica regular casi diaria (en la tradición ashtangui, se practica por la mañana al amanecer), y en retiros y talleres con los profesores más reconocidos al nivel internacional (David Swenson, John Scott, Nancy Gilgoff, Manju Jois, Mark Roberts, David Sanson, y muchos más).
Soy profesora certificada en vinyasa yoga, y mi enseñanza y mis secuencias se inspiran mucho en mi práctica personal de ashtanga yoga.
En la secuencia de la primera serie de ashtanga yoga, varias posturas como kurmasana (tortuga), supta kurmasana o todas las asanas con el loto completo (garbha pindasana, kukutasana y utplutihi) pueden ser inalcanzables por algunos cuerpos. Cada uno puede mejorar y profundizar en las asanas pero existen limitaciones genéticas y físicas que pueden crear alguna frustración cuando un alumno no consigue seguir avanzando en la serie de asanas porque su cuerpo no lo permite. Por este motivo, he adaptado esta clase eliminando algunas posturas.
En esta secuencia de vinyasa yoga propongo una sesión dinámica basada en las asanas de la primera serie de ashtanga yoga. No es una práctica de ashtanga yoga tradicional y no pretende sustituir el método de Guruji, sino que quiero ofrecer una práctica accesible a todos y una manera de descubrir las asanas de la primera serie de ashtanga yoga.
En este vídeo estoy acompañada de uno de mis alumnos, Jordi Gomez, futbolista profesional con varios años de práctica de yoga. Me parece interesante que podáis ver como la fuerza muscular masculina le permite hacer posturas y saltos que no consigo hacer, mientras que mi flexibilidad es una ventaja en algunas flexiones o aperturas. Esta secuencia de más de una hora es bastante exigente por el número de vinyasas y el ritmo intenso, requiere práctica regular para conseguir mantener tanto la respiración ruidosa controlada, los bandhas (cierres energéticos) activos y el ritmo de vinyasas hasta el final.
El baile del Vinyasa
Este artículo firmado por nuestra profesora Heidy Toledo, apareció publicado en el número 90 de la revista Yoga Journal, enmarcado dentro de la colaboración mensual que Aomm.tv y la revista especializada en yoga hemos mantenido durante varios años.
Vinyasa es la unión de la respiración con el movimiento. Es como un baile en el que nos movemos al ritmo de la respiración. Esta sencilla e inspiradora práctica nos dará las claves definitivas para entender en qué consiste el Vinyasa y poder empezar a ‘Bailar’.
Puedes ver la práctica completa en este enlace.
El Vinyasa deriva del linaje de Ashtanga. El Ashtanga por su parte fue creada por el yogui Sri Krishnamacharya. Por efecto, el origen de las clases de Vinyasa provienen de las series establecidas en Ashtanga.
En una clase de Vinyasa es costumbre incorporar música, meditación y la repetición de mantras. Al momento de empezar la clase, el maestro puede crear la secuencia según las peticiones y energias de los estudiantes, enfocadas alrededor de trabajar algunos musculos específicos, o preparación de posturas a distintos niveles.
En la secuencia se agregan posturas de pie (vīrabhadrāsana I), balance/equilibrio (vīrabhadrāsana III), rotaciones (pāśāsana), pliegues hacia delante (jānuśīrṣāsana), pliegues hacia atrás (uṣṭrāsana), inversiones (viparīta karaṇi) y muchas mas terminando en la postura del cadáver (Savasana) que es la ultima postura para relajarnos e integrar los beneficios de la sesión.
Durante los 75 minutos de practica los alumnos idealmente buscan la unión de la respiración con el movimiento. Es como un baile donde nos movemos al ritmo de la respiración. De esta manera buscamos el balance entre el cuerpo físico/energético y como consecuencia se calma la mente.
Estar concentrados en la respiración permite que la mente este en el momento presente sin tener que pensar en el pasado o en el futuro, que es lo que nos crea el estrés de cada día.
Con la misma respiración podemos manipular nuestra prana (o la energía de la vida) a través de todo nuestro cuerpo, desbloqueando áreas de tensión y bloqueos dando como resultado una salud optima.
La técnica de respiración que utilizamos es UJJAYI, esta técnica de respiración nos ayuda a calentar el cuerpo de adentro hacia afuera. Contrayendo un poco la parte trasera de la garganta (la glotis), como si estuviéramos empañando un espejo con los labios cerrados.
Hay que tomar en cuenta que la energía física y emocional de cada practicante varia de dia a dia, y por eso es importante escuchar nuestro cuerpo. Por defecto, muchas veces escuchamos a nuestro ego y no a nuestro cuerpo; hay que saber diferenciar el uno del otro.
Para reforzar lo anterior, podemos incorporar herramientas como bloques, cintas y almohadones, y si no los tenemos entonces nos volvemos creativos y utilizamos libros o el cinturón del marido! Recuerden si hay dolor en una pose de yoga no estamos hacienda yoga. Yoga no es dolor.
Y ahora a disfrutar un baile de Vinyasa!
Namaste