Beneficios del yoga
A día de hoy todo el mundo tiene claro que el Yoga es una práctica cuando menos agradable, que aporta flexibilidad, relajación y bienestar. Sin embargo, los beneficios del yoga son muchos y muy diversos. Aquí tienes algunos de ellos.
Flexibilidad y mejor estiramiento de los músculos. Una de las premisas del yoga es no forzar el cuerpo ni hacer rebotes o tirones para llegar más allá. Los músculos relajados logran un mayor estiramiento que si están en tensión, además es la mejor manera de evitar lesionarse.
Mejora la circulación venosa. Cuando un músculo se estira, se vacía de sangre que es impulsada hacia el corazón. Cuando deshacemos la postura y el músculo vuelve a su volumen normal, se llena de sangre nueva y fresca cargada de oxígeno. Lo mismo sucede en los órganos internos. Cuando hacemos una postura que los comprime se vacían de sangre, y al deshacerla se vuelven a llenar de sangre nueva.
Todas las asanas invertidas en las que el corazón queda por debajo de las piernas son estupendas para mejorar la circulación de retorno y hacer llegar al cerebro un volumen mayor de sangre cargada de oxígeno, lo que se traduce en tener una mente más fresca y lúcida.
Hacer yoga y meditar tiene un efecto relajante para el sistema nervioso, ponen el cuerpo en modo reposo. Esto ocurre porque inhiben la función del sistema nervioso simpático (encargado de la respuesta de lucha o huida) y ponen en funcionamiento el sistema nervioso parasimpático, cuyas funciones son disminuir el ritmo cardíaco, la presión arterial, y aumentar el flujo sanguíneo hacia los órganos internos, lo que ayuda a hacer la digestión y descansar mejor.
Fortalece los músculos y aumenta la densidad ósea. Sumado a que la columna vertebral se vuelve más elástica, muchos de los dolores de espalda debidos a malas posturas o falta de tono muscular disminuyen significativamente, incluso pueden llegar a desaparecer totalmente.
Aumenta la capacidad respiratoria y aprendemos a respirar más profundamente. Esto es bueno para todo el cuerpo, cuanto más oxígeno entra en el mejor funciona todo.
Mejora la salud de las articulaciones, aumentando su movilidad y evitando o disminuyendo el desgaste de los cartílagos.
Mejora la función autoinmune y disminuye los niveles de adrenalina, noradrenalina y cortisol (hormona del estrés) segregados por las glándulas suprarrenales.
Aumenta la propiocepción. Es la capacidad de percibir dónde y cómo está el cuerpo, la postura, incluso con los ojos cerrados. Hay personas incapaces de notar una postura incorrecta que podría lastimarles, sin mirarse. La práctica regular de yoga aumenta el conocimiento del propio cuerpo y de la capacidad de percibir lo que hace y cómo se mueve.
En cuanto a los beneficios psicológicos, podemos decir que hacer yoga regularmente mejora el humor, la autoestima, reduce la ira, aumenta la ecuanimidad y nos ayuda a adquirir hábitos de vida y de alimentación más saludables.
¡Merece la pena probarlo! ¿no crees?
¡No esperes más para experimentarlos por ti mismo!
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Felices 365 días del Buen Amor
La semana pasada estuve en la presentación del libro de Silvia Congost “Si duele, no es amor”. Allí sentada, barriguita redonda y vibrante al ritmo de mi pequeña, la mano en la mano de mi pareja, aprendices incansables deseando encontrar nuevas claves que nos ayuden a crecer y a construir.
“Pensad por un momento” – dijo Silvia – “en aquella persona que en vuestra vida sintáis que os ha amado de verdad de forma sana, en cómo actuaba, cómo transmitía ese amor, cómo os sentíais”… Ella no hablaba necesariamente de alguien del pasado aunque yo lo transcriba así, pero yo pensaba en mi abuelo que se fue de esta vida a mis 16… De pronto volví a ese amor templado y reconfortante como un tazón de leche, a la seguridad de su mano, a la ternura inmensa de su regazo, a la certeza de sentirme incondicionalmente amada, a la liberación de ser solo lo que yo soy, a la compasión, a la generosidad… Me vi en sus ojos floreciendo, regada por su risa, sostenida por su bondad e impulsada por su confianza. Amor Sano. Impensable que yo pudiese devolver con otra moneda a quien así me ama…
La realidad es que muchas veces ese amor se nos escurre como arena entre los dedos. Creemos amar bien y apenas sabemos cómo empezar a amarnos bien a nosotros mismos. En nuestro amor hay reproches, exigencias, afán por cambiar al otro, egoísmo, poca escucha, poca empatía y ni un ápice de compasión.
Vivimos añorando un amor de película, frustrados ante la realidad, insatisfechos y con el foco puesto en todo menos en lo que realmente significa amar.