Corazón tranquilo
Corazón tranquilo
By: Flow Rapisardi | Jun. 10, 2016
“ A donde sea que vayas, ve con tu corazón” Confucio
A la gran mayoría de nosotros no se nos enseñó a conectarnos naturalmente con nuestro SENTIR, todo lo contrario, solemos desde muy pequeños crecer bajo la premisa PIENSO luego EXISTO, que generalmente nos distancia de nuestro SER.
Entrar en sintonía con ese niño nos devuelve el estado de presencia plena, el estado de no separación, el verdadero estado contemplativo. Los niños viven en estado meditativo, y de ellos tenemos que aprender lo que hemos sencillamente olvidado, porque solo necesitamos RECORDAR.
Conecta con tu corazón, con tus sentires, con tu parte intuitiva, con tu VERDAD.
Te invito a que hagamos juntos una meditación para habitar nuestro corazón y hamacar amorosamente a nuestro niño interno.
Ponte cómodo en un espacio tranquilo, alejado de los ruidos, sentado en una silla y las plantas de tus pies en contacto con el suelo.
Cierra tus ojos suavemente y comienza a percibir tu respiración entrando y saliendo por tus fosas nasales.
Siente todo tu cuerpo, permítele liberar las tensiones físicas en primera instancia para luego ir más y más profundo.
Lleva tu mano izquierda al corazón y comienza a sentir tus latidos, esa fuente inagotable de energía que nos permite estar aquí y ahora, disfrutando, VIVIENDO.
Honra cada latido, cada movimiento de tu corazón y escucha el sonido, percibe su ritmo. Siente como se eleva tu pecho en cada inhalación y libera, suelta todo lo que necesites dejar ir en el día de hoy en cada exhalación.
Lleva ambas manos a tu corazón y pregúntate… de qué te sientes agradecido hoy?
El agradecimiento es una de las formas más nobles del AMOR, una de las sensaciones de mayor completitud del ser humano.
Hoy te agradezco a ti por ESTAR aquí, siguiendo estas líneas, por darte un momento para PARAR y permitirte SENTIR lo que está ocurriendo en tu corazón.
Te abrazo.
Un presente consciente
Ha comenzado la primavera, un año más la naturaleza despierta en su verdor iniciando un nuevo ciclo de vida, un empezar otra vez con energía renovada y un momento idóneo para expandirnos, relacionarnos más y emprender proyectos de futuro.
Tal y como yo lo veo, el futuro en realidad es el tiempo inmediato, el siguiente minuto es también tu futuro, el que te sitúa en tu presente, que es donde vives y respiras de verdad cada día.
Con este punto de vista y motivada por el espíritu de la primavera, te invito a reflexionar sobre tu idea de futuro y cómo lo construyes:
¿Te preocupa?
¿Te genera ansiedad?
¿Piensas que siempre llegará algo mejor que lo que tienes en este momento?
¿Qué tal si en lugar de dejarte flagelar por la incertidumbre te ocupas de ser feliz en cada instante? no pospongas tu bienestar con metas demasiado alejadas, lo que puede ser satisfactorio, sano y afortunado ahora mismo cuando lees por ejemplo estas palabras. Organiza un esquema más cercano, sencillo y manejable.
No quiero decir que no se deba proyectar, ¡claro que sí! es importante imaginar, visualizar la clase de vida que quieres tener, incluso soñar despierto de vez en cuando si eso te da aliento y te alimenta ayudando a seguir en la dirección que has escogido; no hay que olvidar que todo empieza a gestarse en la mente antes de ser materializado.