Doulas

Doulas
By: Carla Sanchez | Feb. 03, 2016
Cada vez más mujeres asumen la aventura de ser mamás sin tener pareja. En los últimos años han pasado por mis clases varias alumnas embarazadas que no habían consolidado una relación sentimental; y una íntima amiga ha comenzado a buscar un bebé a través de técnicas de fecundación in vitro, cansada de esperar al hombre que aceptara hacer ese viaje con ella.
El ritmo de vida actual ha quebrado las redes naturales de apoyo entre mujeres en relación a la maternidad. El aumento de los desplazamientos entre ciudades y países por trabajo es otro de los principales factores que hace que la pareja esté alejada de su familia, o amigos más íntimos, cuando llega el momento de tener hijos.
Los nuevos modelos de familia hacen que pareja y mamás se enfrenten solas a la llegada de un bebé y que los referentes cercanos se pierdan dentro de un esquema social que infravalora la maternidad.
En apoyo a este proceso existe el Yoga para el embarazo, un desarrollo de esta disciplina enfocado a asistir a la mamá desde el momento de la concepción. Y es que traer a un nuevo ser al mundo requiere crear literalmente un nuevo espacio, el físico en el cuerpo de la mujer, el mental para ir asentando la idea de lo que está por venir y espacio dentro de la vida misma, porque está a punto de cambiar.
La práctica de yoga es un punto de partida perfecto, debido al impacto obvio del embarazo en la anatomía, se hace básico reaprender los movimientos, las posturas y en definitiva adaptar.
Además, el periodo de gestación lleva implícito un cúmulo de sentimientos profundos que pueden ser muy contradictorios. La inmensa alegría que supone la noticia, genera también emociones de temor, miedo al dolor, inseguridad respecto al futuro, a la capacidad de salir adelante y no siempre el ambiente es el idóneo para expresarlos. Todos estos aspectos se pueden trabajar también a través de la meditación, creando ese segundo espacio mental y emocional.
Tras el alumbramiento pueden emerger otras emociones como frustración por partos que no resultaron el momento emotivo y milagroso que se esperaba, ser víctimas de mala información antes y durante el mismo, sentimiento de indefensión, de maltrato por el empleo de prácticas agresivas contra la madre o el bebé relativos a cesáreas u otras intervenciones, depresión postparto y lactancias fracasadas. El yoga de nuevo acude en tu ayuda, te reconecta contigo, con tu centro y empiezas a recuperarte a todos los niveles de este trance pudiendo enfocarte en la siguiente etapa, la crianza.
Ser madre es una verdadera montaña rusa y en general, puede aparecer desconcierto por sentimientos que resultan difíciles de exteriorizar, porque parecen absolutamente ajenos a lo que nos enseña una sociedad cada vez más exigente con el papel de sus miembros femeninos, dejando a muchas mujeres sumidas en un estado de soledad silenciosa.
Pero no estamos solas. Presente en distintas sociedades desde hace milenios, la figura de la Doula resurge en occidente junto a otros grupos de apoyo, grupos de lactancia sobre todo, para reactivar esta red de soporte entre mujeres, recuperar la realidad de la maternidad como crisis vital y restablecer el espacio y posición que le corresponde.
Tradicionalmente estos conocimientos se transmitían de madres a hijas, o entre mujeres de la misma familia, del mismo pueblo, y no se referían sólo a la fisiología, sino a las necesidades emocionales, los distintos estados de ánimo, miedos, incertidumbres que conlleva esa nueva etapa.
Las Doulas son mujeres, en su mayoría madres, que acompañan a otras mujeres durante el camino a la maternidad. Su labor fundamental es dar soporte, tanto físico como emocional, durante el parto y las primeras fases de la crianza usando distintas técnicas, entre ellas el Yoga.
La doula no tiene una preparación académica específica, aunque cada vez más profesoras de Yoga, comadronas y enfermeras están asumiendo este papel complementando sus profesiones.
Su formación abarca conocimientos sobre fisiología del embarazo, parto, puerperio, puericultura, lactancia, anatomía y educación prenatal, pero lo más importante es la empatía, su propia experiencia como madre, para dar guía real a la embarazada.
Abogando por una sociedad más consciente del valor de la familia, poniendo atención al papel de la madre dentro de la pareja como base del futuro equilibrio emocional de hombres y mujeres, cuidar tu embarazo a través del yoga y la meditación, o acudir a una Doula para que acompañe en esa etapa, puede cambiar la percepción de la maternidad, haciéndola más llevadera y amable, dando respuesta a dudas, creando un entorno de confianza donde madres y padres se sientan arropados, mimados y cada vez más seguros.
En Aomm.tv encontrarás una magnífica selección de clases para embarazadas, que te serán muy útiles estés en el mes que estés.
Puedes consultar información en estas webs:
http://www.crianzanatural.com/art/art62.html http://embarazoyparto.about.com/od/ElParto/a/La-Doula-Y-Doula-Posparto-Quien-Es-Y-Que-Hace.htm http://www.elpartoesnuestro.es/blog/2013/12/16/ser-doula-que-es-una-doulaIntegrar los movimientos de la columna

Raúl Torres, profesor de yoga en Aomm.tv, firma este artículo que apareció publicado en la revista Yoga Journal en otoño del 2015. En él nos habla sobre una de las clases que puedes encontrar en el catálogo de clases de yoga de Aomm.tv.
Integrando los 4 movimientos de la columna.
Este mes te proponemos una práctica de Yoga completa con el ritmo propio de una clase normal y en la que se realizan unos estiramientos iniciales para calentar los músculos y articulaciones, unas vueltas al Saludo al Sol (Surya Namaskar) con variantes y, seguidamente la secuencia de asanas en la que la particularidad es que se integran los 4 movimientos de columna (inclinación, flexión, extensión y torsión). Durante la práctica quizá sea necesario el uso de una silla, mantas y cinturón como soportes para facilitar la misma. Recuerda que no es necesario sobrepasar tus límites, parando en cualquier instante que lo desees sin perder la atención a las sensaciones despertadas.
Puedes ver la práctica completa en este enlace.
El propósito del Yoga es alcanzar armonía y equilibrio a todos los niveles y para ello existen varias vías para lograrlo. Una de esas vías es el Hatha Yoga, el Yoga físico, cuya herramienta es el cuerpo; y desde el cuerpo se activan los mecanismos para intentar despertar y experimentar la sensibilidad y conciencia necesaria para alcanzar ese inagotable manantial de tranquilidad que trasciende y profundiza en el propio Ser.
El Hatha Yoga hace del cuerpo el campo de pruebas de la trascendencia, siendo la columna vertebral una parte fundamental en lograr ese estado deseado por todos. Y, no solo de la columna, sino además de toda la musculatura y tejidos que la arropa. Todo el sistema nervioso central, que va a través de la columna, y los nervios espinales que se diseminan por todo el cuerpo y órganos, cuyo origen es la propia médula espinal, hace que su salud sea esencial para un trabajo físico íntegro y global, así como para conseguir que los flujos de energía estén estables. Por tanto, el disponer de una columna vertebral en buena condición nos facilita ese “sentirnos mejor”.
A través de una práctica en la que el alineamiento y precisión juegan un papel importante y en el que se da movilidad a la columna en todas sus direcciones, realizando los 4 movimientos posibles ( inclinación, flexión, extensión y torsión) fomentamos una espalda y columna flexible y llena de vitalidad, fortaleciéndola y tonificándola, facilitando el buen funcionamiento de los órganos internos asociados, así como, el equilibrar a todo el cuerpo en sus funciones vitales. Pero siempre desde la conciencia y el respeto hacia uno mismo, sin forzar ni sobrepasar sus límites anatómicos y/o dolencias físicas diagnosticadas, desde la sensibilidad y atención que produce y estimula la propiocepción, manteniendo una respiración consciente que ayude y que origine que cualquier matiz, cualquier pequeña sutileza en el movimiento y/o en la respiración se convierta en algo extraordinario. El asana se transforma en la espiritualidad hecha materia.