¿El yoga hace a la gente más feliz?

¿El yoga hace a la gente más feliz?
Por: Alberto G. Güitrón | Jul. 31, 2017
Desde el principio de los tiempos, la humanidad ha sido impulsada por una simple pero compleja motivación: ser feliz. Pero, ¿qué significa la felicidad?
El diccionario de Oxford la define como “un sentimiento o muestra de placer o satisfacción”. Sin embargo, sabemos que la verdadera felicidad va más allá de una o dos risas de vez en cuando. Es un estado más sostenible de satisfacción y gratitud en nuestras vidas. Es despertar cada mañana sabiendo que hay un significado para comenzar un nuevo día.
¿Qué nos trae la felicidad?
¿Y exactamente qué es lo que nos hace sentir de esa manera? Bueno, es aquí cuando el concepto general de felicidad se complica aún más. Aún después de miles de estudios, los investigadores siguen tratando de encontrar el secreto de la felicidad. Y probablemente va a ser realmente difícil llegar a encontrar una guía perfectamente detallada, puesto que la felicidad es sobre todo una sensación subjetiva que está influenciada por muchos factores que cambian constantemente.
En el pasado, tal vez te hubieras sentido radiante después de haber cazado a ese gran mamut para alimentar a tu familia, o al ver el primer brote de la semilla plantada. Hoy en día, podemos conseguir todos los alimentos que necesitamos en un supermercado, así que tenemos que ser más creativos con el propósito que da sentido a nuestras vidas y nos hacen sentir felices.
Sin embargo, un estudio de Harvard sobre la felicidad hecho en el 2015, reveló algunos resultados interesantes acerca de las generalidades que satisfacen la vida de la mayoría de las personas. Después de examinar la clase de 1980, se presentaron tres sencillos consejos que sin importar el período de tiempo o lugar, cualquiera puede seguir para ser más feliz:
- Elige ser feliz con lo que sea que hagas.
- Fortalece tus relaciones más cercanas.
- Cuida de ti mismo, físicamente, financieramente y emocionalmente.
Suena más fácil de lo que realmente es, ¿no crees? La mayoría de nosotros ha experimentado descontento con lo que hacemos en algún momento; nuestras ocupadas vidas hacen que sea difícil mantener una estrecha relación con todas las personas que amamos; y para cuidar de nosotros mismos tenemos que hacer grandes esfuerzos. Lo cual nos lleva al punto principal de este artículo: ¿podría el yoga ayudarnos a seguir estas tres sugerencias hechas por el estudio de Harvard?
¿Por qué el yoga aumenta la felicidad?
Si ya eres un practicante de yoga comprometido, seguramente has sentido sus beneficios. Pero si todavía no lo has probado, tal vez te preguntes por qué esto sucede. Hay un hallazgo relevante en la encuesta que explica algo de ello: yoguis de todos los niveles que practican más de una vez al mes, afirman que su principal motivación para hacerlo es para ayudar a curar una lesión, para relajarse, para profundizar en la espiritualidad y para mejorar la condición y salud física. Esto significa que una vez que practican yoga por primera vez, notan que el yoga es más que una práctica regular de fitness y ven muchas otras ventajas en ella.
Debido a que es una práctica muy completa, es más fácil que las personas piensen en el yoga como una actividad que aumenta los niveles de felicidad. Para una mejor comprensión, vamos a pensar en los tres factores que se mencionan en el estudio de Harvard y compararlos con los beneficios del yoga:
♥ Elige ser feliz con lo que sea que hagas
Es cierto que los resultados de la encuesta podrían estar influidos por el hecho de que los encuestados posiblemente disfruten hacer yoga precisamente porque ya lo han hecho con anterioridad. Por lo tanto, sumergirse en una práctica que ya disfrutan hacer, seguramente los hará más felices. Sin embargo, el yoga también te enseña a estar presente y disfrutar el momento; el aquí y el ahora. Y cuando los yoguis llevan esta filosofía a su vida cotidiana, les resulta más fácil disfrutar de cualquier tarea, sin importar cuán dura sea.
♥ Fortalece tus relaciones más cercanas
¿Hay alguna relación más estrecha que la que tienes contigo mismo? El yoga enseña la aceptación de nosotros mismos, sin juicios y el amor incondicional a nuestro cuerpo y a nuestra mente. Una vez que estamos cómodos en nuestra piel, es más fácil desarrollar estrechas relaciones con los demás. Además, una clase de yoga siempre es un buen lugar para socializar y construir nuevas amistades.
♥ Cuídate
Los beneficios que el yoga aporta al cuerpo son abundantes. Al final, también es una práctica física y demandante que tonifica los músculos, aumenta la flexibilidad y mejora la circulación y el sistema digestivo. Lo que en sí mismo te hace sentir bien automáticamente. Añade la parte espiritual y relajante que libera estrés y tendrás una actividad que te ayuda a cuidar de ti mismo. Tu parte financiera quizá no sea demasiado feliz con el costo de las clases de yoga, pero la buena noticia es que eventualmente puedes convertirte en un maestro de yoga y empezar a ganar dinero a través de esta actividad.
Como puedes ver, el yoga abarca los tres aspectos de la felicidad hasta cierto punto. Ahora es más claro el por qué los yoguis tienden a sentirse más felices gracias a su práctica. Además, los estudios afirman que debemos valorar el amor sobre todas las cosas para ser feliz. El significado más común de Namasté es: “la luz divina en mí, honra la luz divina en ti”; ¿hay una mayor expresión de amor que esta?
¿Quiéres probar cómo ser más feliz con el yoga?
Esta práctica está enfocada en la apertura del corazón. En ella te invitamos a integrar el componente emocional que estés sintiendo en este momento, sea cual sea éste. Se trata de traer esas emociones a la esterilla, quizás recordando a una persona en concreto que necesite una especial atención, o si estás atravesando un momento difícil, o incluso si te encuentras en expansión, feliz y tranquilo.
Propiedades mágicas de las plantas

Desde tiempos inmemoriales, las plantas han sido consideradas seres vivos llenos de misterio y poder. Su belleza y diversidad han cautivado a la humanidad a lo largo de la historia, pero también han despertado la curiosidad acerca de sus propiedades mágicas. En este artículo, exploraremos las cuatro propiedades mágicas fundamentales de las plantas: la conexión, la sanación, la protección y la transformación. Estas cualidades han sido reconocidas en numerosas tradiciones espirituales y prácticas mágicas en todo el mundo.
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Conexión
Una de las propiedades mágicas más poderosas de las plantas es su capacidad para establecer una conexión profunda con el mundo natural y espiritual. Las plantas actúan como intermediarias entre el reino humano y el reino de lo divino. Su energía vital y su conexión con la tierra las convierten en vehículos poderosos para acceder a estados de conciencia superiores.
A través de rituales y prácticas de meditación, las plantas pueden ayudarnos a entrar en contacto con nuestra propia esencia y conectar con fuerzas cósmicas más elevadas. Al utilizar hierbas, flores y raíces en ceremonias sagradas, podemos fortalecer nuestra conexión con la naturaleza y el universo, abriendo puertas a la intuición, la sabiduría ancestral y la comunicación espiritual.
Sanación
La capacidad de las plantas para sanar tanto el cuerpo como el espíritu ha sido reconocida desde tiempos remotos. Las propiedades curativas de muchas plantas han sido utilizadas en medicina tradicional y herbolaria en todo el mundo. La magia de las plantas se despliega a través de sus componentes químicos, sus energías sutiles y su capacidad para restablecer el equilibrio en nuestro organismo.
Desde la antigüedad, se han utilizado hierbas y remedios naturales para tratar diversas dolencias físicas y emocionales. Plantas como la lavanda, el romero, la menta y el aloe vera poseen propiedades relajantes, estimulantes, antisépticas y cicatrizantes, entre muchas otras. Además de sus beneficios físicos, las plantas también pueden sanar nuestras heridas emocionales y espirituales, aportando calma, alegría y armonía a nuestras vidas.
Protección
Las plantas también poseen una poderosa energía protectora que puede salvaguardarnos de las influencias negativas y crear un escudo de seguridad a nuestro alrededor. Desde las culturas ancestrales hasta las prácticas mágicas contemporáneas, las plantas se han utilizado como amuletos y talismanes para alejar el mal y la mala suerte.
La ruda, el enebro, la salvia y el laurel son solo algunos ejemplos de plantas consideradas protectoras. Su presencia en nuestros espacios vitales o su uso en rituales de purificación pueden crear una barrera energética que nos resguarda de las energías negativas y nos ayuda a mantener un ambiente armonioso y seguro.
Transformación
La magia de las plantas también está estrechamente relacionada con su capacidad de transformación. Al observar el ciclo de vida de una planta, desde una pequeña semilla hasta su pleno crecimiento y florecimiento, podemos aprender importantes lecciones sobre el proceso de transformación personal y espiritual.
Las plantas nos enseñan que la transformación requiere paciencia, cuidado y dedicación. Del mismo modo que las plantas se adaptan al entorno, cambian con las estaciones y renuevan su vitalidad, nosotros también podemos experimentar procesos de crecimiento, curación y evolución. Las plantas nos inspiran a ser conscientes de nuestro propio poder de transformación y a abrazar los cambios como oportunidades para florecer y desarrollarnos plenamente.
Las plantas son seres vivos mágicos que poseen múltiples propiedades y enseñanzas para aquellos que buscan la conexión espiritual y el crecimiento personal. Su capacidad para establecer una conexión profunda, sanar, proteger y transformar nos invita a explorar el reino vegetal y aprovechar su energía para nuestro beneficio.
Ya sea a través de rituales, ceremonias, meditaciones o simplemente al estar en contacto con la naturaleza, podemos experimentar el poder transformador de las plantas en nuestras vidas. Abracemos la magia de las plantas y permitámonos aprender de su sabiduría ancestral para nutrir nuestra alma, cuerpo y espíritu.