Los movimientos de la columna vertebral
Los movimientos de la columna vertebral
Por: Gaia | Nov. 20, 2013
- Flexión anterior.
- Flexión posterior o extensión.
- Inclinación lateral.
- Torsión o rotación.
- Extensión axial.
Si conjugamos la flexión anterior con la inclinación lateral, se produce la flexión oblicua.
Todas estas movilizaciones tienen unos efectos concretos en el organismo, y todas son igual de importantes. En yoga existen numerosas posturas que trabajan los distintos tipos de movimientos. Veamos detenidamente cuales son los efectos de cada una de ellas.
1.Flexión anterior o flexión de la columna vertebral hacia delante: Uttanasana.
Estas posturas ejercen un masaje en los órganos abdominales y pélvicos, mejorando su funcionamiento. Estiran y tonifican toda la parte posterior del cuerpo, músculos de la espalda y de las piernas y dotan de flexibilidad a la columna vertebral. Tonifican los nervios espinales. Son eficaces para prevenir la gastritis, estreñimiento, dispepsia y lesiones de la columna vertebral. Invitan a la introspección y calman la mente y el sistema nervioso.
Recomendaciones:
- Comenzar la flexión con una extensión axial de la columna vertebral, esto es, un estiramiento intenso, como si quisieses crecer unos centímetros.
- La flexión debe nacer en la pelvis, inclinándola hacia delante. De lo contrario la zona dorsal se encorva exageradamente.
- Prudencia en personas con alguna lesión en la columna vertebral, atendiendo siempre a las contraindicaciones en caso de que existan.
- Son más suaves y fáciles de realizar las flexiones que parten de la postura de pie.
2. Flexión posterior o extensión: Bhujangasana, Dhanurasana, Ustrasana, Salabhasana.
Las asanas de este tipo estiran los músculos de la parte anterior del cuerpo. Proporcionan un profundo masaje a la región lumbar, mejorando el funcionamiento de las glándulas suprarrenales y los riñones. Dotan de flexibilidad a la columna vertebral, fortalecen los músculos abdominales. Tonifican los músculos del cuello y masajean la glándula tiroides.
Recomendaciones:
- Este tipo de asanas requiere más energía y fuerza que las de flexión anterior, por lo que se mantienen durante menos tiempo.
- Están contraindicadas en caso de hernias discales, lumbago y ciática. En caso de que exista algún trastorno en la columna vertebral, se recomienda prudencia y consultar con un especialista.
- Estas posturas favorecen la atención mental por lo que son adecuadas para realizar al comienzo de la sesión o antes de la meditación.
3. Inclinación lateral: Trikonasana, Parighasana.
Efectuadas sobre el lado derecho, masajean el hígado y la vesícula; sobre el lado izquierdo favorecen el bazo y el páncreas. Dotan de flexibilidad a la columna vertebral y de fortaleza a los músculos de la espalda. Mejora la capacidad de dilatación del tórax, ampliando la capacidad respiratoria. Mejoran el funcionamiento de los riñones.
Recomendaciones:
- Es importante que el tronco permanezca en un mismo plano, es decir, no realizar una flexión a nivel de las caderas. Si esto ocurre la postura se convierte en flexión oblicua. Para evitarlo, tira del hombro que queda arriba hacia atrás, e intenta abrir el pecho lo más que puedas.
4. Flexión anterior oblicua: Parsvottanasana.
Con este tipo de posturas se consigue tonificar los riñones por acción del estiramiento. También se masajean hígado y vesícula al flexionar sobre la pierna derecha, y el bazo y páncreas al hacerlo sobre la pierna izquierda.
Recomendaciones:
- Comenzar la flexión desde la pelvis y no desde la cintura, y hacerlo a partir de una extensión axial.
5. Torsión o rotación: Vakrasana, Ardha Matyendrasana.
Presionan los órganos del abdomen, proporcionándoles un beneficioso masaje. Estiran intensamente los nervios y músculos del tronco, las piernas y el cuello. Mantienen en buena salud la columna vertebral. Son especialmente adecuadas en caso de escoliosis.
Recomendaciones:
- Antes de comenzar a girar la columna vertebral es importantísimo estirarse hacia arriba (extensión axial) para evitar comprimir los discos intervertebrales. Esto se observa tanto para hacer como para deshacer la torsión.
6. Extensión axial: Utkatasana, posturas de equilibrio.
Con este tipo de posturas se consigue liberar de presión a los discos intervertebrales al aumentar el espacio entre las vértebras.
Recomendaciones:
- Al hacer una extensión axial, se debe mantener la barbilla hacia dentro y la nuca estirada.
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La salud de la cadera y el pecho
Dentro de la colaboración mensual que hacemos con la revista Yoga Journal, está este artículo escrito por Jnana Dakini.
Al mundo moderno, principalmente al occidental, le interesa el cuerpo y su forma, el cuerpo y la moda, el cuerpo y la estética, pero a partir de estereotipos. Los puntos de vista tan fijos de cómo debe ser el cuerpo del hombre y de la mujer hacen que la cirugía plástica esté a la orden del día. Tanto a las revistas de moda, como a los cirujanos plásticos, hay dos áreas del cuerpo donde clavan su interés: la cadera y el pecho. Al yoga también le interesan el pecho y la cadera, pero por razones diferentes: para brindar salud física y emocional, tanto a mujeres como a hombres, utilizando solo dos herramientas: cuerpo y atención consciente.
La cadera, es el centro de estabilidad, de equilibrio y de movilidad; en ella, se conectan la columna y las piernas, es la vasija que contiene a los órganos reproductores y a los órganos vitales, como el colon, dónde se produce gran parte del calcio. En la cadera, específicamente en el suelo pélvico, se localiza el centro energético Muladhara Chakra: el chakra raíz, el centro de la energía de estabilidad y seguridad. El envejecimiento prematuro de la cadera limita la movilidad en general, llegando incluso a dificultar el caminar, afectando al sistema digestivo y reproductor.
En cuanto al pecho, es el área que protege al corazón, a los pulmones, se localizan las glándulas mamarias (importantes depósitos de nódulos linfáticos), la glándula del timo, gran apoyo del sistema inmunológico. Desde el pecho se despliegan los brazos para abrazar a otro ser o al mundo entero y, por ello, se le considera el centro energético Anahata Chakra: el chakra de lo que “no duele”, porque cuando el pecho goza de salud física y emocional uno tiene la capacidad de abrazar incluso al dolor sin que nos duela. Cuando en el pecho hay desequilibrio físico o energético hay más propensión a enfermedades respiratorias y cardiacas y a estados anímicos relacionados con la depresión y el estrés.
Las asanas que el yoga nos brinda para trabajar con estas dos zonas son un tesoro. Al practicarlas uno pude sentir que abrimos dos grandes cofres, que como cajas de pandora, dejan que salga todo lo que nos pesa y que no necesitamos, para dejar un espacio libre y limpio donde sembrar raíces nuevas y tomar un buena bocanada de aire fresco.
Si te interesa mejorar la salud de tu pecho y cadera, te recomendamos esta maravillosa práctica guiada por Dakini, 'Abre caderas y pecho'.
Os esperamos en Aomm.tv