Respiración de escucha profunda
Respiración de escucha profunda
By: Flow Rapisardi | May. 05, 2016
Respiración de escucha profunda: Como centrarte en menos de 2 minutos
Como sabes la respiración está directamente asociada con tus emociones.
La respiración consciente justamente nos acerca a una escucha más profunda, responsable y amorosa de nuestro océano respiratorio.
La práctica cotidiana nos permite comenzar a ampliar nuestra capacidad respiratoria, oxigenar nuestro organismo, calmar la ansiedad, conectar con la calma, la quietud, percibir las tensiones, registrar nuestros miedos y principalmente registrar como nos estamos sintiendo en este presente, aprendiendo a observarnos, percibirnos en cada inhalación y en cada exhalación.
Verás que cuando te encuentras muy nerviosa/o, ansioso/a, tu respiración se vuelve más rápida, sientes tus latidos a flor de piel y puedes percibirla en tu pecho.
Para que comiences con tu práctica diaria te voy a sugerir que te ubiques en una silla cómoda, en tu mat de yoga en posición de loto o semi loto o si tienes un zafu de meditación mucho mejor para realizar tu práctica allí.
Genera un clima de armonía con algún aroma relajante como la lavanda, música zen y siéntate tranquilo/a.
Realiza una cuantas respiraciones por las fosas nasales tomando conciencia de cómo te sientes, cómo se encuentra tu cuerpo y tu mente en este día, aflojando y liberando las tensiones, sin realizar ningún esfuerzo, pon en práctica tu respiración natural y profunda.
Coloca tus dedos medios en los oídos, tienes que taparlos totalmente para poder escuchar tu respiración en estado puro. Es un ejercicio respiratorio de abstracción muy rápida que te centrará en menos de 2 minutos, ya que te obliga a realizar una escucha profunda de tu respiración, principalmente sintiendo el aire pasar por tu garganta.
La puedes realizar cada vez que sientas que tienes que enfrentar una situación difícil, cuando estás atascado en el tránsito, en el metro o simplemente incluirlo en tu práctica matutina y nocturna para relajarte y armonizarte.
Recuerda siempre ser amable, cuidadoso y respetuoso con tu cuerpo, nunca olvides que es tu templo; bendice cada pensamiento que venga a ti cuando respiras y meditas, simplemente conviértete en un observador testigo y disfruta del viaje!
Om shanti shanti shanti
Flow
Yoga y natación: estírate después de nadar
Yoga y natación forman un tándem perfecto, ya que las dos son disciplinas relajantes, que fortalecen el cuerpo y a la vez resultan suaves para las articulaciones.
Sin embargo, como ocurre en todos los deportes, la natación tiende a sobrecargar algunos grupos musculares olvidando los antagónicos. Aquí te proponemos 4 posturas de yoga para estirar después de nadar que te ayudarán a corregir estos desequilibrios.
Siddhasana. Siéntate en el suelo, dobla una pierna y acerca el talón a la pelvis. Dobla la otra pierna y déjala por delante de la primera. Deja que desciendan las rodillas hacia el suelo. Estira tu espalda hacia arriba, y lleva los hombros hacia abajo y atrás. Apoya las manos en los muslos y vuelve las palmas hacia arriba.
Gomukasana. Siéntate con las piernas estiradas, dobla la derecha y lleva el pie cerca de la cadera izquierda. Ahora dobla la pierna izquierda, pon la rodilla encima de la derecha y lleva el pie al lado de la cadera derecha. Estira el brazo derecho hacia el cielo, dobla el codo de manera que puedas tocarte la nuca con la mano. Lleva el brazo izquierdo hacia abajo pegado a tu costado, dobla el codo y orienta la mano hacia arriba por detrás de tu espalda. Intenta coger los dedos de una mano con la otra mano. Si no llegas puedes ayudarte con la toalla o un cinturón. Después repite con los brazos y las piernas cambiadas.