Upavistha Konasana y Prasarita Padottanasana

Upavistha Konasana y Prasarita Padottanasana
By: Carla Sanchez | Jan. 10, 2017
Ya te habrás dado cuenta de que en Yoga hay numerosas posturas de apariencia similar y beneficios comunes, pero cada asana, por más parecido que guarde con otra, tiene su propio objetivo.
Es el caso de Upavistha konasana y Prasarita Padottanasana, dos flexiones de tronco hacia adelante que se caracterizan por realizarse con las piernas abiertas. Veamos detenidamente cada una de ellas para comprenderlas mejor.
Upavistha konasana es un asana de flexión y apertura de caderas que se ejecuta en el suelo, su traducción literal es “postura del ángulo sentada”. Es exigente para la musculatura posterior, e interior de las piernas ya que la estira en profundidad, a la vez que tonifica y alarga los músculos de la espalda. Los brazos pueden estirarse hacia adelante, o también se abren de modo que se sujetan los dedos de los pies con las manos, entre otras variantes.
Prasarita Padottanasana es un asana de flexión hacia adelante, flexibilizadora de caderas y además una semi inversión del tronco. Prasarita significa separado o extendido, pado hace referencia al pie, puede traducirse entonces como “postura de los pies separados”. La posición de los brazos puede variar, manos apoyadas en el mat, codos y antebrazos, o se sujetan los tobillos y dedos de los pies con las manos.
Similitudes
– En ambas posturas se aprecia una clara apertura en las piernas que concentra su acción en aductores y abductores. Dependiendo de la flexibilidad de la persona, será más o menos exigente y siempre graduable.
– Comparten la flexión del tronco, que nace en las caderas flexibilizándolas y abriéndolas.
– También la variación de los brazos se asemeja. En ambas pueden alargarse, apoyar los codos y las manos, o sujetar tobillos y pies.
– Las dos posturas calman el sistema nervioso y mejoran considerablemente la flexibilidad de las zonas trabajadas, piernas y espalda.
Diferencias
– El trabajo de las piernas es distinto según se realiza de pie o sentado:
U.K: la acción de las piernas es muy activa, los pies están en flex buscando una buena separación entre los dedos generando espacio y la pelvis apoyada en el suelo favorece la rotación de las caderas hacia afuera.
P.P: la apertura de piernas se realiza en vertical y los pies empujan la tierra activamente alzando los isquiones hacia cielo. Al tener los pies en paralelo no hay rotación externa de caderas, pero sí una activación de los músculos del arco del pie y la musculatura que rodea los tobillos.
– La acción de la flexión del tronco es muy distinta en cada ángulo:
U.K: el tronco se extiende hacia adelante y hacia el suelo creando no solo un trabajo de alargamiento de la espina dorsal, sino también una generosa apertura de pecho. La flexión se produce desde el alargamiento de la columna y el límite llega cuando esta empieza a curvarse. Con práctica y paciencia se puede llegar a flexionar con la espalda recta.
P.P: al realizarse de pie, el tronco se flexiona hacia adelante y hacia los pies en posición invertida, de modo que el corazón queda por encima de la cabeza y todos los órganos internos se voltean cambiando su gravedad y proporcionando así gran parte de los beneficios de cualquier inversión (relajación de la musculatura inconsciente, mejoría de la circulación, respiración más profunda…). Es precisamente la gravedad la que favorece un mayor estiramiento de la espalda a la vez que el cuello se relaja y la sangre fluye hacia el cerebro para oxigenar y serenar el sistema nervioso.
– La postura de pie es más activa y vitalizante, mientras que la postura sentada invita a explorar la permanencia y el descanso aunque haya músculos activos. Suele formar parte de las secuencias de Yin yoga, un estilo que fomenta mantener el asana entre 3 y 5 minutos de forma pasiva.
Mis 5 píldoras para ser más feliz

1) Sonríe: el mero hecho de curvar los labios en una sonrisa produce un aporte de endorfinas y serotonina que te ayuda a mantener un estado de ánimo positivo. Nos cuesta mantener la tristeza con una sonrisa en la cara y además es contagiosa, ¡sé el espejo en el que a los demás les gustaría mirarse y los demás te devolverán el espejo en el que te gustaría mirarte a ti!
2) Mímate: cada pequeño gesto de amor hacia ti es en realidad un gesto de amor hacia toda la humanidad. Las personas que se cuidan mucho y que prestan atención a sus deseos obtienen de forma automática el “carnet oficial de buenos cuidadores de los demás”. Cuando sentimos que todas nuestras necesidades están cubiertas es mucho más fácil dar amor a los otros de una manera sana.
3) Da sin esperar nada a cambio: hazlo continuamente sintiendo que lo que das es lo que “quieres dar” y no lo que “debes” dar. A veces coincidirá con lo que los demás te piden y otras no…Evitar obligaciones es la única manera de ser realmente generoso. Y sobre todo ¡no esperes recibir de cada persona a la que das! Ten la certeza de que toda buena acción regresará a ti, aunque desconozcas el cauce por el que volverá. Quítale el peso de la devolución a la otra persona y quítate el peso de la frustración a ti.
4) Desarrolla tu talento: todos somos especialmente buenos en algo y disfrutamos especialmente haciéndolo. La felicidad está en esos momentos en los que sientes que fluyes y que el tiempo se detiene. No mates a tu “duende” bajo el peso del día a día. Busca momentos diarios para desarrollar tu máximo potencial… ¿Dibujas?, ¿cocinas?, ¿haces excelentes masajes de pies?, ¿lo tuyo es el baloncesto, las manualidades, organizar fiestas, escribir, bailar o hacer el pino puente? Sea lo que sea poténcialo y ¡no dejes de hacerlo jamás!
5) Camina con los ojos abiertos: vive aquí y ahora para no perderte esa mirada, el sol, el placer de estirarte entre las sábanas, esa conversación, las flores al borde del camino, los besos, cada bocado dulce o salado en tu boca, la risa, los niños que juegan, esos pájaros, esa persona que aún no conoces, esa persona que ya conoces, bebida caliente con manta y sofá, ese susurro, ese gesto, el viaje soñado y el realizado, la rutina y la aventura, las nuevas rutas, los pies descalzos sobre la arena, la música, las sorpresas, las oportunidades, el crujido de las hojas secas…
¡No te pierdas la vida y la vida no dejará que tú te pierdas!
Gran abrazo de osa y recuerda siempre sonreír