El Fitball: ese gran desconocido

El Fitball: ese gran desconocido
By: Gaia Staff | Oct. 21, 2015
Todos hemos visto alguna vez esa gran pelota gigante en gimnasios o centros de pilates y a todos nos parece bastante divertida, es como si nos invitara a saltar sobre ella recuperando los momentos más dulces de nuestra infancia. Pero este gran instrumento tiene mucho más que ofrecer.
Tiene nombre propio: FITBALL y en ella se reúnen TODAS las máquinas que podemos ver en una sala de fitness y TODOS los movimientos que se nos puedan ocurrir: desde clases de relajación y estiramiento, prácticas de pilates, hasta una buena sesión de tonificación.
ORIGEN
Antes de describir todos sus beneficios y maravillas, es necesario remontarnos brevemente a su creación en los años 60 por parte de fisioterapeutas suizos (de ahí su nombre alternativo: balón suizo o pelota suiza). Con ella realizaban programas de rehabilitación para el tratamiento de lesiones de espalda, rodillas, hombros e incluso problemas de equilibrio y posturales.
Pero no tardaron en darse cuenta de la versatilidad de este gran balón y a finales de los 80’ el mundo del fitness lo fichó para su terreno, siendo en la actualidad un elemento imprescindible en cualquier gimnasio o centro deportivo.
UTILIDADES
Incluso lo vamos a llevar un poco más lejos: a las oficinas. Sí, muchas empresas han decidido ayudar a sus trabajadores sedentarios sentados frente al ordenador y a sus doloridas espaldas a mejorar la postura. El simple hecho de sentarse sobre el fitball conlleva un ejercicio ligero que hace que nuestro cuerpo deba hacer constantes ajustes para mantener el equilibrio El fitball al proporcionar una base inestable, facilita un reclutamiento y un control mejorado de determinados grupos musculares que ayudan a prevenir lesiones de espalda, sobre todo lumbares y pélvicos, ayudando a fortalecer la musculatura profunda, la base sobre la que nos mantenemos erguidos.
BENEFICIOS DE SU USO
1º. Proporciona una movilidad funcional para nuestra vida cotidiana, aumentando nuestra autoconfianza y pudiendo realizar con total independencia todas las tareas diarias, con pleno control de nuestros movimientos.
2º. Mejora cardiovascular y acondicionamiento físico integral: coordinación, fuerza, resistencia y flexibilidad.
3º. Mejora la estabilidad, la propia consciencia corporal (propiocepción) y la actitud postural. El cuerpo nos empezará a reclamar equilibrio, coordinación y la interacción de todos los músculos.
Si todo esto no ha sido suficiente para demostrar qué gran instrumento tenemos a nuestro alcance, os proponemos esta clase guiada por nuestra profesora Laura Montalvo “Cuerpo firme y ágil” para que vayáis probando las mieles del fitball. Si tenéis un nivel más avanzado de práctica, podéis probar esta otra clase guiada por nuestra profesora Olga Castañeda “Fuerza y Equilibrio con Fitball” en la que los ejercicios son de mayor intensidad.
Os esperamos en Aomm.tv ¡Te divertirás!
Lumbalgia
La base de la espalda es un complejo entramado de tejidos interconectados que son muy sensibles al movimiento.
Cualquier irritación de los mismos puede derivar en distensión muscular e inflamación.
Muy posiblemente hayas experimentado alguna vez un fuerte y molesto dolor en la parte baja de la espalda, el área lumbar, durante uno o varios días; es un problema muy común y se conoce como lumbalgia, o lumbago.
Su sintomatología se puede presentar entre los 25 y los 65 años por múltiples causas y distintos matices, pudiendo ser desde una complicación transitoria a un diagnóstico crónico. Curiosamente, las personas más jóvenes son más propensas a sufrir lumbalgia por ser más activas.
- Puede ser un dolor leve que dure solo unas horas, o un día.
- Se puede sentir molestias con el contacto, apoyo, o al palpar la zona.
- Dificultad y dolor en respuesta al movimiento, desde leve a severo, impidiendo incluso que la persona camine.
- Molestias que se irradian a otras zonas, como la pierna, el glúteo, o hacia arriba en dirección al cuello.
- Dolorosos espasmos musculares localizado en la parte inferior de la espalda.
Un simple movimiento brusco puede causar distensión muscular, microrroturas de tejidos internos, músculo o ligamento, que después se inflaman. La gravedad la determina el grado de dolor y es importante detectar la causa para decidir el tratamiento a seguir, pasando por hacer correcciones posturales.
En cuanto se siente dolor hay daño y se deben tomar medidas. La primera y más evidente es parar la actividad y entrar en “modo reposo”. Los tres o cuatro días siguientes es muy recomendable suspender las rutinas físicas habituales, incluso las aparentemente más terapéuticas como el yoga, o el pilates suave. No se trata de guardar cama, sino de minimizar el impacto del movimiento para ayudar a los tejidos a bajar la inflamación.
Si tienes dudas visita a tu fisioterapeuta. Debido a la inflamación difícilmente podrá manipular, pero sí darte pautas muy claras sobre lo que debes hacer y lo que no según tus hábitos.
Aplicar frío y calor ayudará a activar la circulación de la zona y a que se recupere más rápidamente. Compresas con guisante fríos, o geles con efecto criogénico para enfriar, una manta eléctrica, o una bolsa de agua caliente para proporcionar calorcito.
Cuidado con atiborrarte de antinflamatorios. Dependiendo de la intensidad de los dolores quizá haya que recurrir a ellos como refuerzo, pero los analgésicos son una trampa, ya que pueden dar la falsa sensación de mejoría, de manera que te saltes el proceso de reposo y derive después en un empeoramiento de la dolencia.
¿Cómo ayuda el Yoga y el Pilates en la prevención de la lumbalgia? pues de dos maneras muy efectivas.
- La primera y esencial es proporcionando conciencia corporal. Ser consciente de cómo te mueves, caminas, te sientas, duermes, de tus gestos diarios influye en mejorarlos de forma que sean más sanos, gráciles y amables para el esqueleto y los músculos.
- La segunda es creando fortaleza y elasticidad. Una espalda fuerte y flexible es menos propensa a lesionarse fácilmente, y de hacerlo, se recupera con mayor rapidez.
- Otra forma de prevenir el lumbago es evitando coger cosas muy pesadas, hacer pequeños estiramientos cada tres horas si trabajas sentado, evitar el sedentarismo, mantener un peso adecuado y, ojo, no hacer hacer deporte sin haber calentado antes y no saltarte nunca los estiramientos de recuperación.
Recuerda que en Aomm.tv disponemos de un programa especial para cuidar la salud de tu espalda, 'Espalda fuerte y sana'.
Más información en: ¿Cómo funciona tu columna vertebral?