Yoga y transformación emocional

Yoga y transformación emocional
By: Harmony Hannigan | Sep. 26, 2016
Las emociones fuertes desequilibran el sistema y gastan energía vital ya que a nivel fisiológico suponen un cambio hormonal acelerado con un lento regreso al estado de equilibrio.
La huella de cualquier emoción fuerte, como la rabia, producida por una situación posiblemente conflictiva, puede perdurar a nivel mental debido a nuestra tendencia a rumiar, analizar y repasar el evento y sus consecuencias.
Ciertas emociones provienen de creencias erróneas sobre uno mismo, establecidas en algún momento del pasado, sobre todo en la infancia, por ejemplo: La falta de autoestima. Son creencias limitantes alojadas en el subconsciente como samskaras (impresiones) y cuando aparece una situación comprometida emergen a la superficie y pueden ser paralizantes.
El yoga físico es una herramienta eficaz para transformar el estado emocional, dado que el control sobre el cuerpo y la respiración permiten el retorno a la calma y la estabilidad. La relajación yóguica tiene un valor enorme para calmar el sistema nervioso y acceder al nivel subconsciente. Si lo combinamos con sankalpa, el uso de afirmaciones positivas, podemos plantar nuevas semillas en el espacio subconsciente que llegarán a brotar en el plano consciente. La meditación es también una herramienta de suma importancia ya que revela al practicante su tendencia a identificarse con lo pasajero y a reaccionar al drama dándole mucha mas relevancia de la que realmente tiene.
La palabra emoción viene del latín. E-moveré y significa “el movimiento hacia algo” e infiere a la vez alejarse de un lugar que podemos llamar casa o nuestro centro. La palabra misma es un recordatorio de que cuando experimentamos una emoción, hay un movimiento hacia un objeto que es necesario para reorientarnos o posicionarnos en nuestro entorno, pero es temporal, hemos de regresar a casa. Si podemos llegar a reconocer que es la atención la que se mueve, pero que el Yo es testigo de la emoción y no se ve afectado, podemos llegar a experimentar la emoción con mayor desapego (vairagya) y volver a la calma de casa con mayor facilidad.
Nuestros ancestros necesitaban las emociones para la supervivencia – la ansiedad les ponía en alerta, la ira era un detonante para la lucha, los celos para defender el territorio y los hijos. Nuestro entorno hoy es totalmente diferente pero la raíz genética relacionada con la emoción expresada sigue actuando.
La ansiedad provocada por un predador para nuestro ancestro, se traslada a contextos de preocupación excesiva por un examen, por ejemplo. La ira y los celos, que servían para defender el territorio ahora llevan a peleas y divorcios. Muchas veces la intensidad de la emoción experimentada nos lleva a una conducta que no siempre nos posiciona en el lugar que corresponde con nuestros deseos. Sin embargo, las capacidades del hombre moderno para adaptarse, discernir, reflexionar e integrar estos impulsos básicos están en sus manos y se pueden potenciar con el yoga y la meditación.
Una vía es el método de meditación Atma Vichara (La Auto-indagación). La emoción al igual que el pensamiento es observada en un plano más amplio o distante. Si llegamos a tomar conciencia del movimiento de la atención hacia la emoción, podemos reconocer la atracción que hay de experimentar la emoción, indistintamente del tipo de estimulo. La mente se siente atraída hacia el drama, no solo desea ser espectadora del teatro emocional sino también quiere subirse al escenario y asumir el papel de lleno. Si este movimiento de la atención está trazado desde la conciencia del observador interno, aquel que tiene permanencia y estabilidad, la identificación con el drama puede disolverse por completo. Puede haber una expresión emocional espontánea sin la sensación de haberse alejado de su centro.
Para la Transformación Emocional ofrezco una serie de clases muy cortas que puedes combinar con un calentamiento de Nayana Yoga y finalizar con una relajación y/o meditación de Auto-Indagación. Te animo a darte cuenta de cómo puedes transformar tu estado emocional en tan poco tiempo y de esta manera identificarte menos con las olas que surgen en la superficie del mar profundo de tu Ser.
Transformación emocional 1: Miedo en seguridad Transformación emocional 2: Inseguridad en autoestima Transformación emocional 3: Rabia en poder personal Transformación emocional 4: Dolor en amor universal Transformación emocional 5: Abatimiento en esperanza¡Os deseo calma y viveka (discernimiento) para tu práctica!
Harmony
Posturas de yoga para refrescar el cuerpo
Cuando el verano toma forma y llega a su momento álgido con sus calores y bochornos, parece que nuestro cuerpo entra en una especie de letargo y adormilamiento y, en muchos casos, incluso malestar físico, del que nos es difícil salir y nos quita hasta las ganas de movernos.
Con el calor excesivo la temperatura de nuestro cuerpo sube y el corazón tiene que trabajar más de la cuenta para liberar el calor, lo que hace necesario bombear más sangre a la superficie de la piel para eliminar el calor a través del sudor.
Hoy os proponemos las mejores posturas de yoga para refrescar el cuerpo.
POSTURAS INVERTIDAS
Son un gran alivio para el corazón, ya que la fuerza de la gravedad hace parte del trabajo en el retorno de la sangre al corazón. Vamos a optar por posturas invertidas suaves que no requieran mucho esfuerzo, como:
1-. VIPARITA KARANI: muchas de las posturas invertidas no son aptas para principiantes, pero esta sí que puede ser practicada con seguridad por todas las personas.
2-. SARVANGASANA: la circulación sanguínea se ve favorecida, retornando la sangre venosa al corazón sin dificultad, los órganos abdominales se descongestionan, se liberan de la presión ejercida por la fuerza de la gravedad y ayuda a calmar dolores de cabeza, muy frecuentes si hay mucha exposición al calor.
