Beneficios del yoga profundo
Beneficios del yoga profundo
By: Eva Klimberg | Feb. 24, 2016
El impacto profundo de la practica regular de Yoga en los tres cuerpos y los 5 koshas
El beneficio de la práctica regular de yoga abarca las cinco envolturas o koshas que dan forma al ser humano.
El beneficio en la envoltura física (Anamaya Kosha) es bien conocido y apreciado hoy día en occidente. Los diferentes grupos de asanas: invertidas, torsiones espinales, flexiones laterales, extensiones, etc, masajean, tonifican y desintoxican los diferentes órganos y tejidos.
La práctica regular del yoga físico moviliza todo el sistema circulatorio drenando la sangre empobrecida de los órganos a través de la presión ejercida por la postura en diferentes áreas corporales. Una vez se “sale” de la postura se revitaliza la zona con sangre fresca y oxigenada por la respiración profunda y consciente.
La respiración depurada, modulada y pausada, pone en marcha la actividad del sistema nervioso parasimpático responsable de la vivencia o experiencia de relajación. Este mecanismo necesita también energía vital para ponerse en marcha y aportar así beneficios muy muy profundos en todos los sistemas.
La respiración trabaja sobre todo el ser humano, ya no sólo en el cuerpo físico, sino que la respiración impacta sobre el mundo emocional y mundo mental de la persona. La respiración consciente es el interlocutor entre cuerpo y mente.
La respiración es el alimento de la envoltura energética (Pranamaya Kosha). Del proceso respiratorio proviene la experiencia de vitalidad.
Una de las prácticas de respiración (Pranayama) más impactantes a la vez que sencillas pretende equilibrar la actividad de los hemisferios cerebrales equilibrando los swaras o flujo respiratorio en las fosas nasales. Este equilibrio se refleja instantáneamente en la actividad del sistema nervioso simpático y parasimpático, generando una experiencia NATURAL de silencio interior, es decir todo el mundo mental burdo(Manomaya Kosha), toda la actividad intelectual gratuita y descontrolada, cesa, se calma, se relaja, descansa.
Así la práctica de asanas y pranayama generan las condiciones propicias para que podamos observar a un ritmo más lento, descubrir y comprender cómo funciona la mente. Si esta va demasiado rápido no hay manera de hacerse con ella…y nos puede complicar la vida…o hacernos sufrir.
Hay infinidad de técnicas de meditación aunque en realidad deberíamos llamarlas de atención-concentración. Estas no tienen ningún sentido si no hemos creado las condiciones propicias a través de un cuerpo físico tranquilo, cuando la respiración se muestra fluida y pausada. Es entonces cuando podemos impactar sobre la mente y empezar a trabajar las técnicas de atención concentración y eventualmente meditación.
Las diferentes técnicas de meditación pretenden liberar del subconsciente (Manomaya Kosha) los bloqueos y limitaciones, dejando así fluir el conocimiento intuitivo, la creatividad, la sabiduría y todo el potencial (en la 4ª envoltura Vigñanamaya Kosha) que está constreñido y limitado.
Los beneficios de la práctica de la atención-concentración y de la meditación son incalculables en la medida en la que el intelecto donde se encuentra la memoria, la razón, el ego creativo, etc como herramienta podrá expresar su potencial al máximo.
El rendimiento intelectual después de una práctica de asanas, pranayama y meditación es muchísimo mayor.
El efecto de la práctica de yoga nos permite conectarnos con una parte de nuestro ser (envoltura de felicidad o Anandamaya Kosha) donde todo es silencio, donde hay comprensión, donde no hay prejuicios mentales, sufrimiento o limitación.
Todos estos beneficios están disponibles en una práctica regular y comprometida.
La práctica de Yoga
Desde el punto de vista del yoga una mente en calma es sinónimo de una vida plena y feliz. Lo contrario a una mente calmada es una mente que hace lo que quiere, que no solo no es libre, sino que va creando el caos que corresponde a que los pensamientos no útiles se cuelen en cualquier momento, cuando menos falta hacen y sin que decidamos hacerlo (o nos demos cuenta). Es decir, una mente que decide por nosotros.
Poner una mente en continuo movimiento a favor implica desarrollar la capacidad de detenerla a ratitos, colocarla en un objeto durante un tiempo e ir alargando esos periodos de tiempo de manera gradual, es decir, crear concentración. Solo desde ahí podemos usar la mente para algo positivo.
Pero ¿cómo lo hacemos? ¿cómo tomamos el control de la mente? ¿cómo ponemos nuestra mente a favor? . La práctica de yoga nos puede ayudar a conseguirlo.
Los textos antiguos definen yoga como:
- Concentración y habilidad para colocar la mente en el punto que escojamos
- Algún tipo unión: cuerpo – mente – espíritu, de nuestra esencia con la esencia universal
El trabajo del yoga implica:
- Lograr un cierto nivel de control en el cuerpo físico de manera que las funciones fisiológicas trabajen en armonía a través de asana.
- Calmar el sistema nervioso a través de la respiración.
- Entrenamiento mental de forma que aprendamos a tener cierto dominio sobre la mente, sobre lo que hace y cómo direccionarla sin distracción a través de la meditación.
Un verso del siglo XIV del Hatha Yoga Pradipika dice: “Entre las prácticas de hatha yoga, asana se dice es la primera práctica, puesto que proporciona estabilidad, libera de las enfermedades y da ligereza al cuerpo”
Para el yoga nuestro cuerpo es una manifestación de nuestra mente. Pensamientos, emociones, sentimientos son almacenados y expresadas a través de nuestro cuerpo. Órganos, patrones de pensamiento y temperamento están interconectados. Cuando trabajamos con el cuerpo, también lo hacemos con la mente, el corazón y las emociones, todo al mismo tiempo.
Este verso indica que no hay separación entre cuerpo y mente ya que la práctica de asana beneficia al cuerpo, la mente y el sistema nervioso al mismo tiempo.
La práctica de yoga implica emprender una actividad desde la cual podemos empezar a hacer cambios positivos para nosotros mismos. Según los textos clásicos, Yoga Sutras de Patanjali, la práctica busca esencialmente tomar el control de tu mente, pero empezamos por tomar el control del cuerpo a través de asana porque es más sencillo acceder a lo físico (es tangible, lo vemos y experimentamos) que a lo mental. Sin embargo, y como hemos visto antes, dado que mente, cuerpo y espíritu son uno, cada una de estas áreas tendrá su efecto en las demás.
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Continúa…
El camino del yoga es tan fascinante como desafiante. Los textos también nos recuerdan que pongamos atención ya que hay ciertos elementos que indudablemente nos vamos a encontrar trabajando en nuestra contra a lo largo del proceso:
Cinco obstáculos: ignorancia (de no saber quién soy), ego (el personaje que voy creando en torno a mi narrativa personal), atracción, aversión, miedo a morir (en sentido figurado y literal). Son los denominados Kleshas o causas de sufrimiento que a su vez producen:
Nueve distracciones: enfermedad, apatía, duda, descuido, pereza, deseo, confusión o conocimiento erróneo, desilusión (pérdida de lo ganado) y pérdida de confianza. Estos impedimentos se hacen visibles en:
Cuatro síntomas: respiración agitada, temblor, depresión, agresión interna hacia nosotros mismos.
También señala que si trabajamos en el darnos cuenta de que no somos las perturbaciones de la superficie (las fluctuaciones mentales) poco a poco podremos superar los obstáculos y las distracciones y empezar así a vislumbrar lo que hay detrás dejando de confundir las perturbaciones con lo que es: el verdadero Ser, el que ve Svarupa= observador , nuestra naturaleza esencial y real.
Las prácticas nos ayudan a posicionar la mente de forma adecuada ante lo que se va presentando y de forma gradual ir cambiando la percepción de lo que se nos presenta. El testigo o el observador solo mira la realidad cambiante, y en ese espacio, en la distancia entre el observador y lo que sucede nace el discernimiento: de estar perdido en el cambio a ser consciente del cambio: si somos conscientes de ello no nos vemos perdidos en ello.
Las distracciones producto de los obstáculos son constantes pero la decisión de trabajar con ellas depende de nosotros. Si la felicidad y el significado son importantes para nosotros tenemos que hacer algo con el vehículo que nos lleva a través de nuestras vidas: mente, cuerpo, sistema nervioso y todas las emociones y facultades que lo acompañan, ahí nos ayuda el trabajo del yoga.
Según Hariharananda el estado natural de nuestra mente es el bienestar. Si solo nos relajamos y dejamos que la mente se calme podemos tocar ese estado natural y de esta forma cuanto más establecemos una relación con ese estado natural más se convierte en el rasgo de carácter subyacente de nuestra mente. Lo que encubre ese rasgo natural de bienestar es pensar demasiado, la velocidad de los pensamientos, las preocupaciones, ansiedad, ambición, enfado, ira, codicia, pereza. El trabajo de la práctica consiste en ralentizar e ir eliminando todas esos elementos de manera que la bondad y la luz están se manifiesten.
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Te compartimos el trailer de esta clase de yoga para principiantes disponible en Gaia. Tras tomar conciencia de tu cuerpo y tu mente, continuamos construyendo tu base. En la clase de yoga de hoy prestaremos especial atención a establecer una estructura estable desde tus pies y tus piernas para, que desde ahí, te puedas dirigir con seguridad hacia donde desees.
Por su parte, en los Yoga Sutras se define práctica como el esfuerzo por mantener una mente estable, en calma
1.13: tatra sthitau yatno ́bhyasah
De éstos, la práctica es el esfuerzo mantenido para llegar a obtener estabilidad y calma
tatra: de estos dos (mencionados en el sutra anterior 1.12 abhyāsa-vairāgyabhyam tan nirodhaḥ “Se requieren tanto la práctica como la no reacción para detener los patrones de la consciencia” por eso dice “de estos”)
sthiti: firme, tranquilo, permanente (duradero, perdurable)
yatna: esfuerzo
abhyasa: práctica
sthitau comparte la misma raíz (origen) que la palabra en ingles «steady»
abhyasa es la práctica (de las 8 ramas, las cuales están enfocadas en lograr el estado de yoga)
Es muy difícil ganarle la batalla a la mente y extremadamente fácil perder todo es trocito de camino que llevamos recorrido. Por eso todo este trabajo, esta práctica, requiere de tiempo, mucho tiempo, mantenido sin interrupción nos dicen los textos para que se resuelva con éxito.
Si somos conscientes de que las distracciones son continuas pero que la decisión de estar ahí es nuestra porque vemos, sentimos y experimentamos que merece la pena a través de los momentos en los que entramos en contacto con nuestro estado de bienestar natural, la transformación es posible.
“Observar lo que sientes en lugar de sentirte arrastrado por ello es un intenso ejercicio espiritual que transmuta los dolores del pasado. Una vez aprendido el principio básico de mantenerse presente como observador de lo que ocurre dentro de ti tienes a tu disposición la más potente herramienta de transformación” Eckhart Tolle
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Te compartimos esta práctica creada para ayudarte a encontrar tu equilibrio corporal y emocional a través de un recorrido por tu cuerpo y tu mente. Para ello, comenzaremos midiendo tu respiración e intenciones, para después pasar hacia un flow centrado en hallar tu balance interno y externo.