Cuida tu autoestima

Cuida tu autoestima
By: Noelia Quiroga | Nov. 30, 2015
En mi anterior post comenté que la clave para una vida plena está en una sana autoestima y las bases de dicha autoestima se asientan en la niñez así que, las personas que hayáis crecido en un hogar en el que se fomentaba el auto amor… ¡Enhorabuena! Vuestro camino es desde el principio más sencillo. Pero…¿Y los que no hemos tenido esta suerte?
Mis padres eran esos dos niños buenos y carentes de afecto que lloraban encerrados en su cuerpo de adultos. Nadie les había enseñado a quererse, así que se pasaron la vida vagando perdidos, en busca de algo o alguien que llenase el agujero de bala que la falta de amor deja en el alma. Nunca lo lograron. Cuando te empapas de gris dejas de percibir el resto de colores del universo y quizás no sabían que, en la mochila que traemos a esta vida, llevamos todas las herramientas para construirnos una vida feliz, sin importar las circunstancias que nos rodeen.
Mis padres se murieron por no saber quererse. Hasta ese punto puede ser peligrosa la falta de autoestima.
Tres cosas importantes y sencillas que aprendí:
1) Actualmente sabemos que tenemos capacidad para seguir evolucionando hasta el último de nuestros días. La plasticidad del cerebro nos permite cambiar en todo momento, crear nuevas rutas de pensamiento y creencias.
2) La autoestima se entrena igual que los músculos del cuerpo. El punto de partida desde el que inicies tu entrenamiento es indiferente, tardemos más o menos, todos llegamos a la meta.
3) Amarnos nos hace libres. La gente que no se ama vive atadas a personas, sentimientos, pensamientos y cosas que cree que necesita.
Pequeña ayuda:
– Observa cómo tratas a las personas que más quieres y traslada ese afecto y cuidados a tu propia persona. Dentro de ti está el niño o niña que fuiste ¿acaso no cuidarías a un niño con la mejor y más tierna de las atenciones?.
– Elige para ti: los mejores alimentos, descanso, pensamientos positivos, buenas relaciones, tiempo para disfrutar de lo que te gusta, relax, ejercicio, meditación…
– Acostúmbrate a: ser indulgente contigo, convertirte en tu mayor fan, pensar primero en ti y en lo que tú deseas, escuchar tu voz interior, regalarte, mimarte…
– 100% recomendable: abrázate fuerte, acaricia tu rostro como lo haría una madre al arroparte antes de dormir, besa tus manos, tus brazos… (Sí, yo también tenía reparos al principio pero ¡funciona! Así que… A la porra lo raro que parezca!)
No lo dudes, enamórate de ti como una loca o loco de atar y paradójicamente no habrá nadie más cuerdo que tú.
Gran abrazo de osa y ¡Sonríe!
Yoga en primavera

La primavera es época de renacer y resurgir. La naturaleza nos lo muestra en todo su esplendor; ella misma despierta del letargo invernal. La savia se mueve hacia arriba de nuevo para hacer despuntar la vida en sus brotes. Los pájaros anidan para criar a sus polluelos. Los ríos fluyen colmados de agua del deshielo. Si nos detenemos a observar seremos testigos de cómo la vida vuelve a nacer con energías renovadas.
En nosotros también ocurre el cambio, nuestro cuerpo despierta a la luz del sol después del largo invierno. Necesita movimiento para sacudirse el letargo. En primavera los parques se llenan de gente, desempolvamos las zapatillas de deporte y nos animamos a salir de nuevo a pasear, correr, montar en bicicleta… lo que sea con tal de salir al exterior y recibir los rayos y el calor del sol.
El yoga nos ayuda en esta transición entre estaciones si adecuamos nuestra práctica diaria a las necesidades que requiere nuestro cuerpo-mente.
Ahora deberemos buscar posturas que nos den calor y vitalidad. Es momento de crear una práctica estimulante que nos ayude a eliminar toxinas y activar el elemento fuego, relacionado con el plexo solar y la digestión y combustión de los alimentos.