Mejora la concentración con Yoga
Mejora la concentración con Yoga
By: Gaia Staff | Jul. 30, 2014
El ser humano vive la mayor parte del tiempo sumido en un estado de caos mental. Esto se debe a la tendencia natural del pensamiento hacia la dispersión y la agitación (rajas). De hecho, en Yoga la mente es conocida como “el gran pájaro” o “el mono loco” porque salta de un pensamiento a otro rápidamente. Esta dinámica inestable y caótica, disipa la energía mental, disminuye la capacidad de enfoque y concentración en las actividades cotidianas, el trabajo o las relaciones sociales, y dificulta la permanencia en el aquí y ahora.
Afortunadamente, existe una solución, que pasa por el trabajo individual, constante y comprometido con la causa. Las herramientas nos las brinda el Yoga. Ya Patanjali lo dejó por escrito en sus aforismos: “Yoga es la cesación de las fluctuaciones de la mente”
Dharana es el término sánscrito que significa concentración. Existen multitud de técnicas para trabajar y mejorar la concentración, algo muy deseable para todos, que nos permite vivir más plenamente cada día y llevar a cabo nuestras tareas con éxito y en menor tiempo.
Aquí describiremos sólo tres de ellas:
1. Tratak. (Fijar la mirada). La fijación de la mirada conduce a la fijación de la mente. Tratak consiste en contemplar un objeto, lo más habitual es utilizar una vela, alternando la contemplación con la visualización mental del objeto, con los ojos cerrados. La vela debe estar colocada a la altura de los ojos, y a una distancia de un metro aproximadamente.
Sentado en posición de meditación, comienza regulando tu respiración para pasar después a fijar tu mirada en la llama de la vela. No parpadees, pero tampoco lo mires fija y forzadamente. Relaja los párpados y sostén tu mirada sobre la llama de la vela. Notarás picor y/o escozor en los ojos, sentirás ganas de cerrarlos, posiblemente broten lágrimas de tus ojos. Esto es normal, no te alarmes, simplemente intenta mantener los ojos abiertos el tiempo que puedas. Después ciérralos y visualiza la misma llama de la vela en tu pantalla mental. Cuando esta imagen se disipe vuelve a abrir los ojos y repite el ejercicio.
2. Nasagra- drishti. (Contemplación nasal). Dirige la mirada a la punta de la nariz, después cierra los ojos pero manteniendo la mirada hacia la nariz. También puedes dejar los ojos entornados. En este caso, debes evitar el parpadeo, pero sin forzar en exceso. Regula la respiración y mantén tu mente atenta al ejercicio.
3. Brahmadya-drishti. (Contemplación frontal). En este caso la mirada debe dirigirse al entrecejo, sede de ajna chakra. De igual modo que en los casos anteriores evita el parpadeo y el sobreesfuerzo. Descansa tantas veces como necesites.
Al terminar tu ejercicio (cualquiera de los tres) frota las palmas de las manos una contra la otra, cuando estén bien calientes, forma dos cuencos con ellas y cubre los ojos para que descansen en la calidez y la oscuridad que les brindan tus manos.
Estas técnicas descritas son esencialmente yoguis; además de potenciar la capacidad de concentración, fortalecen el nervio óptico e inducen a estados de meditación.
Si quieres practicar estas y otras técnicas de yoga guiado por un profesional cuando y donde tú quieras únete a Gaia.
Un presente consciente
Ha comenzado la primavera, un año más la naturaleza despierta en su verdor iniciando un nuevo ciclo de vida, un empezar otra vez con energía renovada y un momento idóneo para expandirnos, relacionarnos más y emprender proyectos de futuro.
Tal y como yo lo veo, el futuro en realidad es el tiempo inmediato, el siguiente minuto es también tu futuro, el que te sitúa en tu presente, que es donde vives y respiras de verdad cada día.
Con este punto de vista y motivada por el espíritu de la primavera, te invito a reflexionar sobre tu idea de futuro y cómo lo construyes:
¿Te preocupa?
¿Te genera ansiedad?
¿Piensas que siempre llegará algo mejor que lo que tienes en este momento?
¿Qué tal si en lugar de dejarte flagelar por la incertidumbre te ocupas de ser feliz en cada instante? no pospongas tu bienestar con metas demasiado alejadas, lo que puede ser satisfactorio, sano y afortunado ahora mismo cuando lees por ejemplo estas palabras. Organiza un esquema más cercano, sencillo y manejable.
No quiero decir que no se deba proyectar, ¡claro que sí! es importante imaginar, visualizar la clase de vida que quieres tener, incluso soñar despierto de vez en cuando si eso te da aliento y te alimenta ayudando a seguir en la dirección que has escogido; no hay que olvidar que todo empieza a gestarse en la mente antes de ser materializado.