El baile del Vinyasa
El baile del Vinyasa
By: Heidy Toledo | Jan. 12, 2017
Este artículo firmado por nuestra profesora Heidy Toledo, apareció publicado en el número 90 de la revista Yoga Journal, enmarcado dentro de la colaboración mensual que Aomm.tv y la revista especializada en yoga hemos mantenido durante varios años.
Vinyasa es la unión de la respiración con el movimiento. Es como un baile en el que nos movemos al ritmo de la respiración. Esta sencilla e inspiradora práctica nos dará las claves definitivas para entender en qué consiste el Vinyasa y poder empezar a ‘Bailar’.
Puedes ver la práctica completa en este enlace.
El Vinyasa deriva del linaje de Ashtanga. El Ashtanga por su parte fue creada por el yogui Sri Krishnamacharya. Por efecto, el origen de las clases de Vinyasa provienen de las series establecidas en Ashtanga.
En una clase de Vinyasa es costumbre incorporar música, meditación y la repetición de mantras. Al momento de empezar la clase, el maestro puede crear la secuencia según las peticiones y energias de los estudiantes, enfocadas alrededor de trabajar algunos musculos específicos, o preparación de posturas a distintos niveles.
En la secuencia se agregan posturas de pie (vīrabhadrāsana I), balance/equilibrio (vīrabhadrāsana III), rotaciones (pāśāsana), pliegues hacia delante (jānuśīrṣāsana), pliegues hacia atrás (uṣṭrāsana), inversiones (viparīta karaṇi) y muchas mas terminando en la postura del cadáver (Savasana) que es la ultima postura para relajarnos e integrar los beneficios de la sesión.
Durante los 75 minutos de practica los alumnos idealmente buscan la unión de la respiración con el movimiento. Es como un baile donde nos movemos al ritmo de la respiración. De esta manera buscamos el balance entre el cuerpo físico/energético y como consecuencia se calma la mente.
Estar concentrados en la respiración permite que la mente este en el momento presente sin tener que pensar en el pasado o en el futuro, que es lo que nos crea el estrés de cada día.
Con la misma respiración podemos manipular nuestra prana (o la energía de la vida) a través de todo nuestro cuerpo, desbloqueando áreas de tensión y bloqueos dando como resultado una salud optima.
La técnica de respiración que utilizamos es UJJAYI, esta técnica de respiración nos ayuda a calentar el cuerpo de adentro hacia afuera. Contrayendo un poco la parte trasera de la garganta (la glotis), como si estuviéramos empañando un espejo con los labios cerrados.
Hay que tomar en cuenta que la energía física y emocional de cada practicante varia de dia a dia, y por eso es importante escuchar nuestro cuerpo. Por defecto, muchas veces escuchamos a nuestro ego y no a nuestro cuerpo; hay que saber diferenciar el uno del otro.
Para reforzar lo anterior, podemos incorporar herramientas como bloques, cintas y almohadones, y si no los tenemos entonces nos volvemos creativos y utilizamos libros o el cinturón del marido! Recuerden si hay dolor en una pose de yoga no estamos hacienda yoga. Yoga no es dolor.
Y ahora a disfrutar un baile de Vinyasa!
Namaste
Yoga y transformación emocional
Las emociones fuertes desequilibran el sistema y gastan energía vital ya que a nivel fisiológico suponen un cambio hormonal acelerado con un lento regreso al estado de equilibrio.
La huella de cualquier emoción fuerte, como la rabia, producida por una situación posiblemente conflictiva, puede perdurar a nivel mental debido a nuestra tendencia a rumiar, analizar y repasar el evento y sus consecuencias.
Ciertas emociones provienen de creencias erróneas sobre uno mismo, establecidas en algún momento del pasado, sobre todo en la infancia, por ejemplo: La falta de autoestima. Son creencias limitantes alojadas en el subconsciente como samskaras (impresiones) y cuando aparece una situación comprometida emergen a la superficie y pueden ser paralizantes.
El yoga físico es una herramienta eficaz para transformar el estado emocional, dado que el control sobre el cuerpo y la respiración permiten el retorno a la calma y la estabilidad. La relajación yóguica tiene un valor enorme para calmar el sistema nervioso y acceder al nivel subconsciente. Si lo combinamos con sankalpa, el uso de afirmaciones positivas, podemos plantar nuevas semillas en el espacio subconsciente que llegarán a brotar en el plano consciente. La meditación es también una herramienta de suma importancia ya que revela al practicante su tendencia a identificarse con lo pasajero y a reaccionar al drama dándole mucha mas relevancia de la que realmente tiene.
La palabra emoción viene del latín. E-moveré y significa “el movimiento hacia algo” e infiere a la vez alejarse de un lugar que podemos llamar casa o nuestro centro. La palabra misma es un recordatorio de que cuando experimentamos una emoción, hay un movimiento hacia un objeto que es necesario para reorientarnos o posicionarnos en nuestro entorno, pero es temporal, hemos de regresar a casa. Si podemos llegar a reconocer que es la atención la que se mueve, pero que el Yo es testigo de la emoción y no se ve afectado, podemos llegar a experimentar la emoción con mayor desapego (vairagya) y volver a la calma de casa con mayor facilidad.
Nuestros ancestros necesitaban las emociones para la supervivencia – la ansiedad les ponía en alerta, la ira era un detonante para la lucha, los celos para defender el territorio y los hijos. Nuestro entorno hoy es totalmente diferente pero la raíz genética relacionada con la emoción expresada sigue actuando.
La ansiedad provocada por un predador para nuestro ancestro, se traslada a contextos de preocupación excesiva por un examen, por ejemplo. La ira y los celos, que servían para defender el territorio ahora llevan a peleas y divorcios. Muchas veces la intensidad de la emoción experimentada nos lleva a una conducta que no siempre nos posiciona en el lugar que corresponde con nuestros deseos. Sin embargo, las capacidades del hombre moderno para adaptarse, discernir, reflexionar e integrar estos impulsos básicos están en sus manos y se pueden potenciar con el yoga y la meditación.
Una vía es el método de meditación Atma Vichara (La Auto-indagación). La emoción al igual que el pensamiento es observada en un plano más amplio o distante. Si llegamos a tomar conciencia del movimiento de la atención hacia la emoción, podemos reconocer la atracción que hay de experimentar la emoción, indistintamente del tipo de estimulo. La mente se siente atraída hacia el drama, no solo desea ser espectadora del teatro emocional sino también quiere subirse al escenario y asumir el papel de lleno. Si este movimiento de la atención está trazado desde la conciencia del observador interno, aquel que tiene permanencia y estabilidad, la identificación con el drama puede disolverse por completo. Puede haber una expresión emocional espontánea sin la sensación de haberse alejado de su centro.
Para la Transformación Emocional ofrezco una serie de clases muy cortas que puedes combinar con un calentamiento de Nayana Yoga y finalizar con una relajación y/o meditación de Auto-Indagación. Te animo a darte cuenta de cómo puedes transformar tu estado emocional en tan poco tiempo y de esta manera identificarte menos con las olas que surgen en la superficie del mar profundo de tu Ser.
Transformación emocional 1: Miedo en seguridad Transformación emocional 2: Inseguridad en autoestima Transformación emocional 3: Rabia en poder personal Transformación emocional 4: Dolor en amor universal Transformación emocional 5: Abatimiento en esperanza¡Os deseo calma y viveka (discernimiento) para tu práctica!
Harmony