4 Ejercicios de pilates que no pueden faltar en tu práctica
4 Ejercicios de pilates que no pueden faltar en tu práctica
By: Gaia Staff | May. 06, 2015
En cada clase de pilates que practicamos, siempre que seamos constantes, vamos observando cómo nuestro cuerpo realiza y controla mejor los movimientos. Sin embargo, por muy expertos que lleguemos a ser en el método, existen 4 ejercicios de pilates que no pueden faltar en tu práctica.
1º. PUENTE DE HOMBROS
El despegue de la pelvis es un ejercicio básico con innumerables beneficios: moviliza toda la columna, prepara al cuerpo para los ejercicios, aumenta la conciencia corporal y otorga protagonismo al powerhouse. Además, nos ayudará a disminuir la tensión, física y mental, que podamos traer a clase.
2º. EL CIEN
Es uno de los ejercicios emblemáticos del método, dentro de los ejercicios abdominales originales creados por J. Pilates. Refuerza intensamente la zona central y energética del cuerpo (core / powerhouse). El nombre del ejercicio proviene del patrón de respiración que se emplea: en cada ciclo respiratorio contamos hasta 10 (5 de inspiración y 5 de espiración) y este patrón se repite 10 veces, haciendo un total de 100 ¡No se trata de respirar 100 veces!
3º. THE ROLL UP
Activa la musculatura profunda y estabilizadora del abdomen. Es un ejercicio muy completo porque su ejecución implica a todo el cuerpo, estira la cadena posterior de espalda y de las piernas. Es un buen ejercicio para tener de referencia en el desarrollo de nuestro control postural y corporal desde el centro.
4º. EXTENSIÓN BÁSICA DE COLUMNA
Este ejercicio es básico para avanzar en las extensiones de columna más complicadas. Es imprescindible activar bien el abdomen y tener buena conciencia de centro corporal, que será el encargado de dar soporte a la espalda y nos permitirá mantener la alineación correcta durante todo el movimiento. Con las extensiones de columna se trabaja en profundidad la musculatura de la espalda, fortaleciéndola y movilizando hasta el último músculo.
Os proponemos esta práctica guiada por nuestra profesora Laura Montalvo “Pilates: Coordinación y Armonía” en la que podremos trabajar estos ejercicios y muchos más, con el fin de alcanzar un control y una armonía global en todo el organismo.
Os esperamos en Aomm.tv.
Posturas de yoga: Torsiones
La familia de las torsiones es una de mis favoritas. Son posturas muy agradables en todas sus versiones y tienen un efecto compensatorio; encajan a la perfección casi en cualquier punto de la práctica, lubricando la columna, desestresando el organismo y tonificando los órganos abdominales.
También torsionamos en numerosas situaciones del día a día. Cuando alguien nos llama por la calle y giramos espontáneamente el tronco para mirar quién es se produce una torsión, principalmente cervical y de la parte alta del tórax; o tumbados en la cama al desperezarnos, giramos las piernas hacia un lado y el tronco hacia otro buscando activar y empezar a movernos tras muchas horas durmiendo.
Entonces ¿qué aporta la torsión en el yoga? Por encima de todo, te da conciencia en la postura y conciencia de sus efectos a nivel físico, energético y emocional.
Las torsiones nacen en la pelvis y ascienden por la columna vertebral siendo más acentuadas en la zona dorsal y cervical. Estiran la musculatura que sujeta las vértebras, fibras que organizan la posición de los discos, que están relacionadas con el equilibrio, y se exponen a debilitarse por la adaptación del esqueleto a las superficies planas de las ciudades, las malas posiciones que adoptamos con frecuencia, la falta de ejercicio y el paso de los años.
Sus beneficios más notables son:
– Torsionar comprime el abdomen y los órganos pélvicos estimulando el flujo sanguíneo.
– Flexibilizan y rejuvenecen la espina dorsal favoreciendo el riego sanguíneo en el sistema nervioso.
– La flexibilidad del diafragma aumenta mejorando la capacidad respiratoria.
– Ayudan a flexibilizar las caderas y a relajar las ingles.
– Alivian dolores de espalda y diversos trastornos de la columna vertebral.
– Los órganos internos se tonifican y el tracto intestinal mejora.
– Favorecen la eliminación de toxinas acumuladas en el hígado y el bazo.
– Son posturas que aumentan los niveles de energía y a la vez generan calma mental.
En el aspecto más sutil, las torsiones tienen un claro impacto equilibrante en nuestras emociones. Es como si al girar la columna estrujásemos el sistema nervioso, una vez que las vértebras vuelven a su lugar se produce un flujo de sangre intenso en dos direcciones, hacia el cerebro y hacia las piernas. Este flujo es también energético y le da una sana sacudida a nuestro estado anímico ayudando a desatascar emociones estancadas y a darles salida. Puede suceder que tras una práctica con muchas torsiones te sientas algo revuelto durante el día, e incluso al día siguiente, con necesidad de llorar y de soltar. Si sucede no le pongas freno ya que estás “limpiando”.
Te animo a poner más atención a las torsiones y a explorarlas desde el conocimiento de sus beneficios. Te ayudarán a deshacer tensiones profundas, tanto físicas como emocionales; dale profundidad a la respiración, permite que el estrés abandone tu cuerpo y disfruta del regreso a la posición natural y al equilibrio interno.
Namaste.