Elixires purificadores

Elixires purificadores
By: María González Santos | Jul. 26, 2016
La práctica del Yoga siempre nos invita a llevar una vida libre de excesos, y nos dirige también hacia una alimentación lo más saludable y natural posible, respetando los ciclos naturales de nuestro cuerpo, promoviendo la escucha interior.
En este artículo me gustaría hablaros de las bebidas que nos depuran, y que ayudan a nuestro cuerpo a eliminar las toxinas que normalmente nos bloquean.
Es muy importante prestar una atención especial a las primeras horas del día, cuando nos levantamos, momento de eliminación. Es frecuente que nos apetezca consumir más liquidos que alimentos sólidos debido a la deshidratacíon que se produce mientras dormimos.
Al despertar nuestro cuerpo está rígido, y la mente en estado de somnolencia, estos síntomas los notaremos aun más si la noche anterior hemos cenado alimentos pesados o a una hora tardía. Eso significa que el hígado no ha completado la purificación necesaria de nuestra sangre.
Para facilitar el proceso de eliminación existen bebidas o “elixires purificadores” que nos ayudaran a desintoxicarnos y a refrescarnos.
Estos líquidos pueden tener un efecto mayor o menor. En esta lista están reflejados de esa forma.
Elixires de mayor a menor efecto purificador
– Té de flores (manzanilla, flor de azahar, flor de trébol rojo)
– Té de raíces (diente de león, achicoria, bardana)
– Bebida de microalga silvestre (microalga verdeazul silvestre)
– Jugo de pasto de cebada o de trigo
– Jugo de frutas, licuados, Smoothies, ( manzana, ciruela, uva, naranja, plátano) junto a hojas verdes (apio, pepino, espinacas, brócoli)
– Jugo de verduras (zanahoria, apio, espinacas)
– Agua (sola o con limón)
– Bebida de microalga (espirulina o chlorella)
– Consomé de verduras (col, repollo, perejil)
– Tes caloríficos (Jengibre, canela, hinojo, hierbabuena)
A parte de incorporar estas bebidas en las primeras horas del día, lo ideal es que a lo largo de la mañana, si sentimos hambre, ingiramos únicamente fruta fresca, ya que a parte de ser el momento ideal para una correcta asimilación de todos los nutrientes, el efecto purificador aumentará.
Tanto a la hidratación como a la desintoxicación es vital prestarles atención durante todo el año, pero lo es aun más en los meses de verano, ya que a causa de las altas temperaturas nuestro cuerpo puede debilitarse, estando expuesto a la pérdida de nutrientes a través del sudor.
Namasté
Tu espacio
Cuando llegas a casa tras el trabajo llevas sobre tu espalda todos los acontecimientos de la jornada: cientos de emails y conversaciones que siguen rumiando aún en tu cabeza, el teléfono con todas sus notificaciones y mensajes, el bullicio de las calles anunciando estrepitosamente la navidad y el ruido mental extra que la combinación de todas esas cosas genera. Parece imposible detener el flujo de pensamientos.
La mente no da tregua y a veces el día a día puede ser realmente muy cansado, incluso cuando parece haber acabado. Ahora más que nunca, una de las mejores cosas que podemos hacer por nosotros mismos es crear espacios de calma en nuestras vidas como si de algo sagrado se tratara. Si no tienes tiempo de acudir a una clase de yoga o de meditación, puedes hacer una práctica personal en tu propio hogar; merece la pena aprender a ejercitar tu descanso.
La relajación que te propongo es muy simple y sanadora, sigue los pasos con atención y ponla en práctica.
Lo primero es encontrar un “rincón” para ti. Es esencial intentar crear tu pequeña burbuja para detenerte al menos unos minutos, cinco, diez, quince o el tiempo que necesites y prestarle atención a tu cuerpo, tu mente y a tus emociones.
Para convertirlo en un auténtico ritual embellece ese espacio nuevo y personalízalo. Puedes poner cojines bonitos o elementos decorativos que te hagan sentir bien, algunas velas de colores que te inspiren relajación, adornar con plantas o flores y crear un agradable ambiente aromático quemando inciensos o aceites olorosos. El simple hecho de encender tus velas te predispondrá a cambiar la sintonía mental y a dejar atrás la rutina de la jornada.
Túmbate cómodamente con brazos y piernas estiradas, o con las manos apoyadas sobre el vientre, una almohada o bolster de yoga hará más confortable la postura. Guarda silencio de forma consciente, piensa en ello y conecta con tu respiración; ese es el camino natural para llevar la mirada hacia el interior y empezar a sentir.
Continúa respirando profundo y céntrate en la cadencia de las tomas de aire sin cambiar nada; poco a poco el mundo entra en quietud, el externo y el interno, la mente baja el ritmo acompañada por el cuerpo y estás tan solo contigo.
Durante esos minutos puedes hacerte una pregunta simple: ¿Cómo estoy hoy? ¿feliz, cansado, serio, molesto, triste, apático, aburrido, cabreado, eléctrico, ansioso, complacido…? Son muchas las emociones que pueden aparecer, sean cuales sean permite que afloren, suspira si así lo sientes y suelta.
Quizá cueste al principio, pero merece la pena hacer el ejercicio, tener el gesto de cuidado y de conciencia para con uno mismo, dedicar un tiempo al día en el que puedas observarte, dejar que los sentimientos salgan y conceder reposo a todo lo sucedido generando una visión más sosegada de las cosas, creando así claridad mental.
Hazlo cada día; para, crea tu espacio; guarda silencio; respira y descansa.
A medida que vayas incorporando estos hábitos podrás empezar a explorar la meditación. Visitando mi perfil de profesora en Aomm.tv encontrarás algunas prácticas meditativas y de respiración guiadas que te servirán para afianzarte.
