La amenaza navideña

La amenaza navideña
By: Carla Sanchez | Dec. 11, 2015
¿Lo que estoy viendo en ese escaparate son elfos de papá Noel? ¡pero si aún no ha terminado noviembre! Sí, eran adornos antes de tiempo, porque la amenaza comercial de la Navidad nos acecha desde entonces con su suave tintineo y nuestras vidas han comenzado a precipitarse un año más hacia el maravilloso o desesperante, según se mire, mundo de los excesos navideños.
Se habla siempre de los atracones propios de esta alegre festividad, pero no sólo nos pasamos ahí, también en casi todo lo demás.
El pistoletazo de salida lo dan las comidas y celebraciones de trabajo, o con amigos. Parece que todo el mundo estuviese forzado a verse, siempre cae más de una y si eres freelance o una persona con vida social activa, estás perdido.
La Navidad puede generar también un exceso de expectativas para los más románticos, que sueñan con navidades mágicas, con un bonito reencuentro familiar (que no siempre resulta tan ideal), o esperan un regalo en el que nadie ha pensado. Si algo falla la frustración está servida.
Después está el estrés de las compras. Tienes que dar con el regalo perfecto sin repetirte, valorar si no te estarás pasando con lo regalos de los niños y todo midiendo el presupuesto para no asfixiar tu economía.
Después llega la ecuación familiar. Esa ineficiente fórmula matemática que consiste en organizar y contentar a padres, abuelos, suegras, padres separados, y a personas que viven fuera del país y deben viajar, para tener un feliz encuentro los días más señalados.
Es una verdadera locura que puede derivar en previos dolores de cabeza, y en que la NocheBuena no sea tan buena y desees fervientemente que la Noche Vieja muera del todo.
Tras este análisis es obvio que el exceso se presenta en bandeja de plata, un verdadero exceso de obligaciones que pueden desesperar al más centrado.
Conclusión ¡Necesitas un plan Yogi para afrontar con alegría la avalancha de estrés que te viene encima!
Lo primero es mentalizarte: la Navidad ya está aquí, va a ser un lío, vas a gastar, no te librarás de algún desencuentro familiar y habrá mucha comida. Lo que marca la diferencia es que puedes sobrellevarla “con conciencia”.
Pon límites: limita esas comilonas de oficina y los compromisos extra, aprende a elegir y ve sólo a lo que de verdad te apetece o es ineludible.
No interrumpas tus rutinas personales: no abandones tu práctica de yoga o de pilates, no dejes de ir al gimnasio, al revés, si tienes vacaciones aprovecha y refuerza el trabajo físico, te dará fuerzas y te hará sentir muy bien.
No proyectes en exceso. A veces las cosas no salen como las planeamos y no es fácil conciliar agendas, así que déjate llevar y trata de disfrutar sin más de lo que vaya sucediendo.
No te pases comprando, ponte un presupuesto y juega con él, sé creativo y haz regalos con sentido, que aporten algo más, por ejemplo una experiencia.
Que no te ahoguen las obligaciones familiares. Piensa también en ti y en lo que de verdad te gustaría hacer y plantéalo para encontrar un equilibrio. La comunicación es fundamental.
Si estás estresado medita, busca un rato para descansar tu mente y conectar con tu respiración. Con tantos estímulos, bullicio y demanda emocional, te puedes sentir sobrepasado. Siempre puedes acudir a tu silencio interior.
Comparte tus sentimientos, tus pensamientos, incluso tu estrés, con tu persona más cercana, sea pareja, amigo o hermano. De ese modo todo será más natural y llevadero.
Namaste.
Migraña: curación con yoga y meditación

La migraña es un síndrome (un conjunto de síntomas) provocados por una hipersensibilización cerebral.
Es frecuente sufrir fuertes dolores de cabeza, fotofobia, visión de luces parpadeantes (aura), fatiga y vómitos.
Para evitar llegar a desarrollar estos síntomas es vital conocer y relajar el cuerpo y la mente. Y para ello el yoga y la meditación son excelentes herramientas que te ayudaran a alejar las migrañas de tu vida.
Yoga
El yoga es un excelente ejercicio para los migrañosos, puesto que los ejercicios de alta intensidad pueden desencadenar una crisis.
De hecho, hay estudios que demuestran como las personas que realizaban yoga tenían menos crisis y menos dolorosas que aquellos que no practicaban.
Esta disciplina ataca los síntomas desde la prevención y te ayuda a ensanchar tus límites físicos y mentales.
Si los tratamientos convencionales no dan resultado, probar un enfoque alternativo puede abrirte las puertas de una vida sin dolor.
Son especialmente beneficiosas las posturas invertidas, de equilibrio y las torsiones, ya que nos provocan un aumento de la circulación sanguínea, liberando la tensión del cuerpo y dándonos un nuevo punto de vista vital.