Posturas de yoga: Flexión

Posturas de yoga: Flexión
By: Carla Sanchez | Mar. 15, 2016
Los seres humanos somos expresivos. Hablamos, gesticulamos, y nos movemos de forma consciente e inconsciente para comunicarnos con los demás, e interactuar con el entorno.
En esa danza comunicativa el cuerpo está en constante cambio de postura; algunas de ellas las adoptamos de manera permanente sin darnos cuenta y se convierten en nuestra carta de presentación emocional.
Por ejemplo, si observamos cómo anda una persona obtendremos bastante información sobre su carácter. A veces es muy obvio, aquellos individuos que curvan el tronco hacia adelante dejando sus hombros caídos delatan timidez, depresión, o ánimo bajo.
Por el contrario, quienes andan bien erguidos transmiten seguridad, vigor y tranquilidad. Se hace visible que mejorar la postura sin duda ayudará a crear mejor actitud.
El yoga tiene mucho que aportar en este aspecto. Las familias de asanas que se practican en todos los estilos engloban los cuatro movimientos primordiales de la columna:
Flexión – Extensión – Lateralización – Torsión
Al ejercitar el arco de movimientos de la espalda se fortalecen los músculos favoreciendo también la movilidad articular y un aprendizaje de la posición correcta; podríamos decir que el yoga es la gran gimnasia de la espina dorsal y el sistema nervioso, y que su impacto fisiológico es intenso reflejándose además en lo emocional.
Me centraré en el primer movimiento, la flexión. Podríamos decir entonces que nuestro individuo de hombros caídos tiene la espalda en una flexión continua. Veamos qué significa en yoga la flexión.
Esta familia incluye todas las asanas en las que el tronco se pliega hacia delante curvando la columna, y estirando los músculos de la espalda y las piernas. Inducen al recogimiento y la calma, emociones muy distintas a las de la persona que tiene el pecho cerrado todo el tiempo ¿y por qué? la diferencia está en la ejecución y en la conciencia que se pone en ella.
Las flexiones del tronco comprimen los órganos abdominales relajándolos. Esto genera un efecto singular sobre el sistema nervioso refrescando el cerebro frontal y regulando la circulación sanguínea en toda la zona. El detalle más singular está en que la columna, a pesar de curvarse, siempre se mantiene alargada cuidando el espacio intervertebral, por lo tanto el efecto físico y energético es muy distinto al de la flexión crónica e inconsciente.
Hay que subrayar que el diseño de nuestro organismo está creado para desplegar un repertorio infinito de movimientos y que cualquier comportamiento físico crónico acaba siendo perjudicial para la salud.
A través de la práctica de yoga puedes aprender a percibir mejor tus hábitos posturales, a entenderlos a un nivel más profundo y cambiarlos para mejorar tu calidad de vida.
Namaste.
Posturas de yoga para refrescar el cuerpo

Cuando el verano toma forma y llega a su momento álgido con sus calores y bochornos, parece que nuestro cuerpo entra en una especie de letargo y adormilamiento y, en muchos casos, incluso malestar físico, del que nos es difícil salir y nos quita hasta las ganas de movernos.
Con el calor excesivo la temperatura de nuestro cuerpo sube y el corazón tiene que trabajar más de la cuenta para liberar el calor, lo que hace necesario bombear más sangre a la superficie de la piel para eliminar el calor a través del sudor.
Hoy os proponemos las mejores posturas de yoga para refrescar el cuerpo.
POSTURAS INVERTIDAS
Son un gran alivio para el corazón, ya que la fuerza de la gravedad hace parte del trabajo en el retorno de la sangre al corazón. Vamos a optar por posturas invertidas suaves que no requieran mucho esfuerzo, como:
1-. VIPARITA KARANI: muchas de las posturas invertidas no son aptas para principiantes, pero esta sí que puede ser practicada con seguridad por todas las personas.
2-. SARVANGASANA: la circulación sanguínea se ve favorecida, retornando la sangre venosa al corazón sin dificultad, los órganos abdominales se descongestionan, se liberan de la presión ejercida por la fuerza de la gravedad y ayuda a calmar dolores de cabeza, muy frecuentes si hay mucha exposición al calor.