La respiración en el yoga

La respiración en el yoga
By: Eva Klimberg | Dec. 06, 2016
Así como respiras, así vives
La respiración es la vida…nos acompaña desde que nacemos hasta que desencarnamos. Es lo primero y lo último que hacemos.
El proceso respiratorio ocurre en la envoltura energética del ser humano (pranomaya kosha).
La respiración afecta y es afectada por todo cuanto experimentamos … es afectada por el mundo exterior de estímulos y acciones y … por el mundo interior de emociones y pensamientos.
Todas las funciones vitales, mentales y espirituales son moduladas, reguladas y tamizadas por la cualidad, cantidad, profundidad y belleza de la respiración.
SABER RESPIRAR ES SABER VIVIR
Es un regalo que la “gasolina” que lo alimenta todo, que una función tan esencial pueda ser regulada y modulada por la Consciencia. Podemos expandir, relajar, alargar, detener… la respiración, afectando así a todas y cada una de las funciones vitales del ser humano (física, mental y espiritual).
Aprender a respirar bien pasa por recuperar la respiración natural. Los yoguis afirman que todo el conocimiento esta en nuestro interior. Esta verdad también se aplica a la respiración natural. Así, el método para recuperarla es desarrollar una observación, cuidada y tranquila…dejando que “sea”.
Comprender la naturaleza, forma y estructura de los pulmones, como se implican el diafragma y los músculos respiratorios, favorecerá enormemente el descubrimiento.
El sistema respiratorio está normalmente, bloqueado, contraído y adormecido. Saber respirar es aliviar dichos bloqueos psico-físicos….y así LIBERAR LA RESPIRACIÓN…con todo lo que ello implica.
La respiración siempre será el interlocutor entre la mente y el cuerpo. La respiración representa el AHORA, EL PRESENTE… el vehículo de la consciencia.
¿Te das cuenta de que esta respiración nunca jamás volverá a repetirse? ¿eres consciente de que cada respiración es única?…RESPÍRALA.
Saber respirar pasa por comprender y sobre todo sentir la naturaleza y efectos de la inhalación, la naturaleza y efectos de la exhalación.
Son muy diferentes…potenciar una u otra cambiará nuestra experiencia del presente.
La inhalación estimula el S.N. Simpático, la exhalación estimula el S.N. Parasimpático…con todo lo que ello implica.
Así la experiencia de relajación pasa necesariamente por exhalarrrrr!!
De los diferentes tipos de respiración nacen los diferentes estados mentales y emocionales, por eso los yoguis desarrollaron unos ejercicios respiratorios para potenciar el poder de la respiración sobre el equilibrio cuerpo-mente, lo que indudablemente pasa por el desarrollo de una salud radiante.
Estos ejercicios respiratorios son los Pranayamas, que me gusta traducir como modulación y armonización del prana, o energía vital movilizada desde la respiración.
- Hay pranayamas para estimular el metabolismo, la actividad del sistema nervioso parasimpático, la vitalidad y fuerza interior.
- Hay pranayamas para equilibrar dichas funciones y así emociones, pensamientos…
- Hay pranayamas que generan una experiencia de relajación total que lo empapa todo.
Es a través de la respiración en los pranayamas que creamos las condiciones propicias para que se de el estado naturalmente meditativo….y cuando la mente se calma y se silencia….queda irremediablemente reflejado en la respiración; esta tiende a desaparecer…
La respiración siempre reflejará nuestro estado…
ASÍ COMO RESPIRAS, ASÍ VIVES
Hay un poder increíble en la respiración. DESCÚBRELO!!!
¿Pasas horas frente a un ordenador? ¡Haz yoga!

Tal y como avanzan las tecnologías, raro es el caso de una persona que no esté frente a una pantalla, ya sea de un ordenador, de una tablet o de un smartphone, más de tres horas al día. Y estamos siendo muy optimistas. Si ese es tu caso, esta semana os ofrecemos estas tres posturas de nuestro gran aliado, el yoga, para contrarrestar los efectos causados por tantas horas frente a una pantalla:
1-. ARDHA MATSYENDRASANA (Posición de torsión de columna sentado)
Esta es una de las posturas más relajantes, ayuda a regular el sistema nervioso gracias a la suave presión que la torsión genera entre los discos vertebrales. Podríamos afirmar que es una postura rejuvenecedora.
Se estiran y se alargan los músculos de la espalda y estimula la circulación de la sangre hacia la médula espinal.
Tonifica las vísceras: masajea el intestino grueso, el colon, el hígado y los riñones.