Pilates & Ballet
Pilates & Ballet
By: Marta Arcos | Feb. 01, 2016
“La Contrología está concebida para proporcionar una agilidad, una gracia natural y una destreza que se reflejarán de modo inconfundible en su manera de andar, de jugar y de trabajar.” -Joseph Pilates.
Cuando Joseph Pilates llegó a New York, con todo ese entusiasmo y su buen hacer, conquistó a coreógrafos y bailarines, ya que en el mismo edificio donde Pilates abrió su primer centro había varios estudios de danza y locales de ensayo. Su método ayudaba a los bailarines a mejorar su técnica y a recuperarse de las frecuentes lesiones derivadas del entrenamiento intensivo. Empezaron a ponerse en sus manos famosos coreógrafos como Ruth St. Denis, Ted Shawn, Jerome Robbins, George Balanchine y Martha Graham. Incluso la coreógrafa Hanya Holm comenzó a incorporar los ejercicios de Pilates a sus clases.
Respiración, Concentración, Control, Coordinación, Precisión, Equilibrio, Fluidez de movimiento…
Es fácil para los bailarines familiarizarse con el método y es un complemento fantástico para mejorar su técnica ya sea clásica, contemporánea o cualquiera que practique.
La técnica Graham (Martha Graham), practicada por bailarines en todo el mundo, implica enteramente la parte central del cuerpo: tórax y abdomen. El punto de referencia central de la técnica es el acto de la respiración. Las contracciones al estilo Graham siempre se inician en la pelvis. Cada contracción se realiza en la exhalación. La contracción de la columna en C es similar a la flexión de la columna en Pilates, ya que el espacio entre cada vértebra se alarga y la cabeza y el cuello se mantienen alineadas con la columna vertebral. Esto demuestra que Joseph y Martha trabajaron codo con codo para ampliar y mejorar el método Contrology o Método Pilates.
Hoy en día la relación entre los monitores de Pilates y los bailarines se ha distanciado un poco. En mis clases de Pilates para bailarines quiero recuperar esta esencia y volver a recuperar toda esa amplitud de movimiento que nos aporta la danza aplicada en cada ejercicio de Pilates, además de hacer que tus estiramientos sean más efectivos y menos dolorosos.
Trabajar todos los grupos musculares y hacer que tu cuerpo sea de verdad tu casa, tu centro; tanto si eres bailarín, como si no, perfeccionar, mejorar y aumentar tu rango de movimiento a través de estas prácticas, te ayudará a conectar más con tu cuerpo y tu centro físico, mental y emocional.
Todos los ejercicios propuestos en mis prácticas pueden adaptarse al nivel que necesites en cada momento.
Si eres bailarín podrás conseguir entender donde están tus compensaciones musculares para poder aumentar de manera correcta tu potencia y tu equilibrio. Entenderás cómo funciona la hiperextensión y como puedes trabajarla sin hacerte daño en las rodillas.
Si no lo eres, descubrirás que ejercitarte con movimientos básicos de danza te permitirán soltar tu rigidez, sobre todo la zona del esternón, tan importante cuando hay lesiones o dolor en la zona del cuello y los trapecios.
Cada día puede ser una nueva oportunidad de descubrir todo tu potencial.
“Hay otra razón importante para ejercitar de modo sistemático todo nuestros músculos: cada uno de ellos puede ser un leal colaborador en el desarrollo uniforme del conjunto” -Joseph Pilates.
Me han ayudado a escribir este artículo y a coordinar mis clases: wikipedia, compañeros del gremio y por supuesto mis años como bailarina y mi andadura con Contrology.
Gracias Joseph por tu legado y tu buen hacer.
Puedes acceder a las clases de pilates para bailarines de Marta Arcos pinchando aquí.
Yoga y pilates para embarazadas
Durante el embarazo es frecuente tener dudas relacionadas con el ejercicio físico. Sabemos que es bueno para llevar un embarazo saludable pero es normal sentir inseguridad y plantearnos si seguir con nuestra actividad habitual o cambiar a clases específicas para embarazo.
¿Necesito acudir a clases específicas para embarazo?
Por supuesto que cada mujer es única y cada embarazo también. Tras confirmar el médico que todo va bien, la decisión es vuestra y podéis valorar las diferentes opciones teniendo en cuenta unos sencillos consejos.
La primera recomendación es no iniciarse en algo completamente nuevo acudiendo a una clase genérica. Es preferible realizar aquellas actividades con las que estás familiarizada. Si por el contrario acudes a una clase de ejercicio específica para embarazadas, aunque sea una disciplina nueva para ti los ejercicios estarán adaptados a tu estado y te guiarán los monitores para que te sientas segura.
El ejercicio físico durante el embarazo debe adaptarse a los diferentes trimestres:
Durante el primer trimestre debemos evitar los ejercicios que tengan alto impacto y adaptar el movimiento a tu bienestar. Es un trimestre en el que a menudo sentimos molestias transitorias (nauseas, bajadas de tensión, fatiga…) y precisamente el ejercicio puede ayudarnos a mejorar algunas de ellas. Aprovecha para fortalecer la musculatura de la espalda y cambia el ‘chip’ para no aumentar el rendimiento o la intensidad.
En el segundo trimestre el estado general suele mejorar. El volumen de la tripa puede necesitar que adaptemos algunas posturas pero aún podemos hacer cosas como tumbarnos boca arriba (que al final del embarazo será más complicado). Los ejercicios de Yoga y Pilates permiten una fácil adaptación para que podamos seguir la clase. En Yoga, si acudes a una clase general tendrás que evitar ciertas prácticas respiratorias y mantener una respiración fluida. También irás modificando las posturas de torsión. Con las de equilibrio tendrás que vigilar tu estabilidad porque el eje del cuerpo cambia; ten cerca una pared o algún soporte. En cuanto a las posturas invertidas, es un tema muy personal. Para las principiantes y quien no se siente cómoda, mejor evitarlas, aunque si llevas tiempo practicando y te sientan bien, no hay problema en poder seguir con ellas. Siempre atenta a las señales de tu cuerpo.
En el tercer trimestre lo más llamativo es que llega un momento en el que estar tumbada boca arriba resulta incómodo: la respiración se resiente (por la presión de ciertos vasos sanguíneos bajo el peso del útero). Existen posturas alternativas como tumbarse de lado o incluir cojines en la parte alta de la espalda. En este trimestre se nota la acción de la hormona ‘relaxina’ que vuelve más flexibles tus articulaciones: aumenta el riesgo de lesión y a veces se incrementan las molestias que sentimos al final de embarazo en estas zona. Por eso es conveniente realizar ejercicios de fortalecimiento de estas articulaciones después de haber trabajado su elasticidad.