Yoga energético para el otoño
Yoga energético para el otoño
By: Carla Sanchez | Nov. 16, 2015
En posts anteriores os he hablado de la energía de recogimiento que nos invade en otoño y de cómo ajustar el organismo y la mente a esos cambios estacionales que favorecen armonizarnos con una sintonía nueva.
Pero veámos también el otro ángulo.
El otoño es una estación que baja el ánimo a mucha gente y en contraste, el ritmo de la vida se acelera otra vez con la reaparición de las responsabilidades: colegios, trabajo, proyectos que se ponen en marcha, reorganizarse…
¿De dónde sacamos entonces el tiempo y la energía que nos falta? ¡recarga las baterías a través del yoga!
La práctica de yoga en esta estación no tiene por qué estar únicamente orientada a la búsqueda de intimidad y silencio. También necesitamos fuerza, foco y soltar cargas extra.
Para ello te recomiendo una secuencia de posturas que he diseñado especialmente con esa intención.
Al ser energética es mejor practicarla en horas de luz, idealmente por la mañana. No te llevará mucho tiempo y es perfecta para empezar jornadas que se inauguran con nubes grises, viento frío y lluvia; verás cómo marcas la diferencia en la forma de sobrellevar el día.
Empieza con Tadasana o postura de pie. Desde este asana te propongo realizar un pranayama para despertar el cuerpo, en concreto Ujay, diez respiraciones cerrando la glotis y manteniendo el abdomen recogido activando así los tres Bandhas o cierres energéticos. Se inhala por la nariz y al exhalar con la boca cerrada, se hace un suave sonido desde la garganta parecido al del mar .
La combinación de Tadasana y Ujay activarán la atención situando tu mente en el presente de inmediato.
Link Placeholder: esta sí es una postura de cierre pero activa, porque se ejecuta de pie. Igual que la postura del “ Libro”, su equivalente en el suelo, proporciona un potente estiramiento de toda la parte posterior del cuerpo, desentumece la columna y aporta además un plus de equilibrio.
Parivrtta utkatasana: en la postura de la silla se fortalecen las piernas y se activa la respiración. Si añadimos además torsión se obtiene un efecto drenante de la espina dorsal, que favorece limpiar el sistema nervioso. Juntando las manos en Anjali mudra se gira a la derecha para buscar el apoyo del codo en el muslo opuesto. Ese apoyo permite hacer palanca y ayudar a girar el tronco en profundidad.
Natarajasana: la postura del bailarín es un equilibrio y a la vez una excelente apertura de pecho. La unión de ambas potencia por un lado la concentración mental que necesitas para rendir bien en el trabajo y por otro una respiración amplia y plena que limpia el sistema respiratorio, manteniéndolo sano y protegido contra infecciones estacionales.
Bakasana: integra trabajo de fuerza, de contracción y de equilibrio, todos los elementos esenciales de esta práctica, es decir, tonificar músculos, concentrar la mente generando lucidez y activar la energía.
Descansa en Malasana y vuelve a repetir el Cuervo al menos una vez más, dos si te sientes con ganas.
Balasana: por útlimo, descansa en la postura del Niño el tiempo que te pida el cuerpo. Es un descanso ligeramente más activo que Savasana, ya que por la mañana podrías quedarte dormido otra vez.
Puedes mantener cada postura de cinco a diez respiraciones y, si quieres ir un poco más lejos, integra en cada asana el pranayama Ujay.
¡Namaste!
Yoga para reducir el sobrepeso
El sobrepeso y la obesidad son un problema que cada vez afecta a más personas en todo el mundo, ya no solo a Occidente. Los malos hábitos alimentarios y el sedentarismo se extienden como si de una epidemia se tratase, y quien más quien menos, cae en sus redes.
El sobrepeso puede tener graves consecuencias para la salud, como diabetes tipo II, apnea del sueño, hipertensión y ciertos tipos de cáncer. También provoca problemas de espalda y en las articulaciones. Puede crear y empeorar lesiones en las rodillas, tobillos, caderas…
Aparte de las consecuencias negativas para la salud de tener sobrepeso, están las consecuencias negativas de intentar perder peso adoptando dietas que en muchos casos son nutricionalmente desequilibradas y no saludables.
Una reducción extrema de calorías puede provocar una rápida pérdida de peso, pero para que el cuerpo obtenga la energía que necesita, se descompone tejido muscular. La pérdida de masa muscular disminuye el ritmo metabólico, lo cual minimiza el gasto de calorías. En cuanto se abandona esta dieta, el peso perdido se recupera rápidamente, y principalmente en forma de grasa.
