Despierta y brilla: Receta para un bello amanecer

Despierta y brilla: Receta para un bello amanecer
By: Harmony Hannigan | Oct. 16, 2015
Dentro de la colaboración mensual que Aomm.tv tiene con la revista especializada Yoga Journal se encuentra este artículo que nuestra profesora Harmony Hannigan escribió sobre una de las prácticas que puedes disfrutar en nuestra web. Puedes ver la clase ‘Despierta y brilla’ en este enlace.
DESPIERTA Y BRILLA
En la práctica de este mes, la profesora de Aomm.tv Harmony Hannigan nos invita a despertar nuestro cuerpo por la mañana con una bella e inspiradora sesión de yoga. En ella podrás activar las articulaciones, alinearte con la energía del sol, estimular Manipura (tercer chakra), tonificar tu cuerpo y tu mente, y definir un propósito que te acompañe durante el resto del día.
Esperamos que la disfrutes.
Prepárate
Al despertar aconsejamos incluir en tus abluciones los shatkarmas sencillos: la limpieza de la lengua, ojos, boca y vías nasales.
Toma una taza con agua tibia y el zumo de medio limón con una pizca de sal, pimienta y una cucharilla de miel.
A los 10 minutos desenrolla tu esterilla y enciende una vela honrando el espacio de tu práctica.
El calentamiento
Al comienzo de la práctica te ofrecemos 4 ejercicios sencillos con énfasis en el desbloqueo y la activación de las articulaciones. Al terminar observa los efectos que estos ejercicios tienen en ti.
El Saludo al sol
Con Surya Namaskar nos alineamos con la energía del sol para activar el sistema físico y energético. En esta práctica realizamos la primera ronda cantando el mantra OM con cada exhalación. El uso de la voz permite una activación mayor del sistema energético generando salud y bienestar y el mantra OM permite mayor conexión con la energía primordial y creadora del universo. Si quieres alargar tu práctica puedes realizar hasta 12 vueltas. Al terminar observa los efectos y sintonízate mentalmente con la energía y luz del sol.
Inclinación lateral
Usamos Tiryaka Tadasana y una variante de Trikonasana para la activación de la cintura y en concreto para estimular Manipura (tercer chakra) y despertar la voluntad y motivación para las tareas que tendrás que desarrollar a lo largo del día. Al terminar observa la energía acumulada a la altura del ombligo.
Respiración
Aquí combinamos la respiración abdominal acelerada ( Kapalabhati) con Shanti Mudra (el gesto de la paz). El primero tonifica el sistema digestivo y prepara el cerebro para el trabajo mental. Con el segundo redistribuimos la energía generada y sentimos que todo el ser irradia vibraciones de paz.
Propósito para el día
Define tu afirmación o resolución (Sankalpa) repitiéndola mentalmente. Puedes cargar un objeto pequeño (como un cuarzo o una flor) con tu propósito como símbolo positivo de su futura manifestación.
Meditación sentada/Relajación final
Ajusta el cierre de tu práctica según el tiempo del que dispongas. Aquí la meditación sentada guiada se enfoca en transcender el cuerpo físico y los procesos mentales a través de la observación de las sensaciones, emociones y pensamientos desde la perspectiva del testigo, que presencia todo con ecuanimidad. Cultivar tal consciencia no sólo durante la práctica, sino durante todo el día, favorece el manejo de tensión y estrés y establece una conexión con tu verdadero Ser.
“Da igual la profundidad de la oscuridad, un solo rayo de luz es suficiente para disiparlo, inmediatamente.”
Prem Baba
El cuello en las posturas de yoga
El cuello es como el termómetro del cuerpo. Gran parte de la tensión física y nerviosa tiende a acumularse ahí; me atrevería a decir que se puede medir cómo está una persona observando esta zona.
Prácticamente todo pasa a través de él concentrando funciones físicas y emociones: es atravesado por el sistema nervioso, el aire, el alimento, es donde se genera la voz…
Son muchos los factores que generan presión cervical, prácticas deportivas, mala postura durmiendo y gestos cotidianos incorrectos de los que en general no somos conscientes. Como resultado la curva natural del cuello puede llegar a disminuir, e incluso perderse y se refleja después en irritaciones nerviosas y dolores.
Las vértebras cervicales son muy frágiles y tienen una movilidad excepcional, es el área más vulnerable de la columna ya que sujeta el peso de la cabeza, mientras permite una rotación muy amplia de la misma. Entre las piezas vertebrales pasan todos los nervios que recorren el hombro y el brazo hasta la mano, cualquier desplazamiento cervical puede provocar dolor o incapacidad funcional en estas partes.
En la práctica del Yoga debemos poner especial atención en el cuidado del área cervical, tanto en las posturas de inversión como en las extensiones de columna hacia atrás, las que más lesiones pueden ocasionar a largo plazo.
Asanas Invertidas: Sarvangasana, Halasana, Sirsasana.
La inversión ejerce una fuerte presión en los discos intervertebrales, especialmente en las cervicales y las lumbares, donde se localizan con frecuencia los problemas de hernia discal. Para ser capaces de gestionar correctamente la fuerza de la gravedad y evitar sus posibles consecuencias negativas se necesita una buena actividad muscular, trabajar el concepto de “alineamiento” creando conciencia del eje central del cuerpo, eliminando así los pesos inútiles de la postura y presiones incorrectas. Esto se traduce en brazos y abdomen fuertes para crear espacios y simetría en los empujes, creciendo hacia la verticalidad en lugar de comprimir los discos.
Si no tienes el tono muscular idóneo, o padeces alguna dolencia, entonces usaremos soportes como mantas o la ayuda de la pared, la intención es “descargar”.
Extensiones: todas las posturas que implican apertura de pecho.
La tendencia de practicantes de todos los niveles, e incluso profesores, es a perder la alineación del cuello en estas asanas. La espalda se arquea hacia atrás buscando una placentera expansión del tórax y solemos mirar hacia arriba para potenciar la sensación.
Sin embargo, ese gesto rompe por completo el espacio entre la base del cuello y la base del cráneo creando muchísima presión en los discos a la vez que reducimos alargamiento. Hay que aclarar que una extensión correcta se concentra en la zona dorsal y no en la cervical; es mejor mantener la mirada siempre hacia adelante y que la cabeza acompañe sin perder nunca la conexión con los hombros para no hacernos daño.
El concepto de espacio es fundamental. Crear espacios entre hombros y cuello es una instrucción que no solo se aplica a la ejecución del asana, sino a las posturas que adoptamos diariamente.
Pautas sencillas como tratar de aflojar los hombros, hacer giros suaves con la cabeza para movilizar las articulaciones y hacer estiramientos básicos de esa musculatura pueden mejorar la salud del cuello, es tan sencillo como dedicarle cinco minutos al día en tu lugar de trabajo, en el gimnasio, o donde estés.
Observar y tomar conciencia de aquellos hábitos que van poniendo tensión de más y prestar atención al efecto que puede tener una corrección precisa se traducirá en menos carga, fortalecimiento y menos molestias.
