Ten el valor de quitarte las máscaras
Te estarás preguntando ¿máscaras? Todos llevamos máscaras que fuimos armando en nuestra infancia y adolescencia. Ellas nos ayudaron a “sobrevivir” en nuestro entorno, nos permitieron adaptarnos y nos protegieron ante todo eso que percibimos como amenaza.
Muchas veces estamos tan acostumbrados a esas formas de pensar, sentir y actuar que las vemos como parte nuestra inseparable, se quedan adheridas a nuestra personalidad, tapando nuestro verdadero Ser.
Al crearse desde la infancia, éstos son mecanismos inconscientes y cumplen esa función adaptativa, por lo que no es necesariamente algo perjudicial. Nos adaptamos para ser aceptados en los grupos de pertenencia.
“Hasta que lo inconsciente no se haga consciente, el subconsciente seguirá dirigiendo tu vida y tú, le llamarás destino” Carl Jung.
Sin embargo, estas máscaras son solo accesorios que utilizamos con diferentes funciones. Ninguna de ellas somos nosotros realmente. Nos ayudaron a ser aceptados y a sentirnos amados.
Te estarás preguntando ¿máscaras?. Todos llevamos mascaras que fuimos armando en nuestra infancia y adolescencia. Ellas nos ayudaron a “sobrevivir” en nuestro entorno, nos permitieron adaptarnos y nos protegieron ante todo eso que percibimos como amenaza.
Muchas veces estamos tan acostumbrados a esas formas de pensar, sentir y actuar que las vemos como parte nuestra inseparable, se quedan adheridas a nuestra personalidad, tapando nuestro verdadero Ser.
Al crearse desde la infancia, éstos son mecanismos inconscientes y cumplen esa función adaptativa, por lo que no es necesariamente algo perjudicial. Nos adaptamos para ser aceptados en los grupos de pertenencia.
“Hasta que lo inconsciente no se haga consciente, el subconsciente seguirá dirigiendo tu vida y tú le llamarás destino” Carl Jung.
Sin embargo, estas máscaras son solo accesorios que utilizamos con diferentes funciones. Ninguna de ellas somos nosotros realmente. Nos ayudaron a ser aceptados y a sentirnos amados.
Aquí te dejo algunas pistas que te permitirán identificar cuáles son las que más utilizadas:
- La niña buena: aprendió a portarse bien siempre para ser aceptada. Es la que nunca causa problemas, la que siempre se adapta. Le cuesta poner límites o dar su opinión por miedo a no tener la aprobación. Busca el afecto a través de la dulzura y de satisfacer al otro, sin confrontación.
- La guerrera: Su armadura y fortaleza le permitió salir airosa de grandes adversidades. Permite apartar el miedo y la indecisión que puede sentir para tomar el mando. Muchas veces, es avasallante y controladora.
- La indiferente: es apacible pase lo que pase en el exterior. Es un personaje que se defiende de las amenazas externas ocultando su sufrimiento. Suele generar distancia en sus relaciones, no profundiza. Es conciliadora y evita tomar partido o decisiones para no generar rechazo en los demás. Trata siempre de pasar desapercibida.
- La salvadora: Necesita salvar a todas las personas, es algo muy personal. Todo problema del que se entera, quiere solucionarlo y ser reconocida como salvadora, aunque luego, le cuesta aceptar los créditos. Es una persona que le cuesta crear una vida que ame, que disfrute, ya que siempre está atenta al exterior.
- La sufridora. Aprendió que en la vida todo son desgracias y que la forma de buscar el amor de los demás y su atención es a través del victimismo. Suele buscar quién la salve y evita tomar decisiones que la saquen del sufrimiento. No importa la etapa de vida en la que se encuentre, se queja constantemente.
Te compartimos éste programa de Gaia en el que Enriqueta Olivari, nos dice que el amor no proviene de afuera, sino que la respuesta se halla dentro de nosotros. No hay que temerle a la soledad, ni buscar el apego, nos dice en esta conferencia internacional.
Relaciones afectivas sanas
- La dura: suelen ser muy sensibles y su dolor es parecer débiles y ser heridas. Han aprendido a mostrarse poco emocionales e incluso, agresivas.
- La eterna feliz: suelen tener más dificultades para aceptar emociones como la tristeza, la rabia o la pérdida. Fingen que todo está bien con una amarga sonrisa. Una huida hacia delante de sus emociones.
- La chistosa: aprendieron con humor a huir de sus emociones. Es una máscara similar a la anterior que, además, puede creer que los demás no le aceptarán si un día deja los chistes y ser fuente de alegrías o risas para los demás.
- La controladora es alguien que ha sido traicionado previamente. Ante ese dolor la persona desarrollará una conducta que le permitirá asegurarse de que los demás cumplan sus promesas. Tiene una cara oculta: la inseguridad. Por ello, controlarlo todo es primordial, a veces, de forma incluso exagerada. La máscara le protege del dolor de una nueva traición, mientras intenta evitar que suceda de nuevo.
- La rígida: puede haber sufrido anteriormente una situación de suma injusticia. Ante este hecho se vuelve inflexible buscando siempre la justicia y la exactitud de las cosas. Se termina transformando en una persona perfeccionista, tanto que llega a ser una actitud obsesiva si no es consciente de lo que hace.
- La dependiente: puede que haya atravesado un dolor fuerte por el sentimiento de abandono. Esta herida le provoca el desapego hacia cualquier persona para no sentirse abandonado de nuevo. Esto evita que se tomen en serio cualquier relación y rechazan la idea de vivir con alguien.
- La que huye o no se compromete: suele huir y rechazar estar en compañía. Prefiere la soledad, los momentos de calma. Rechaza totalmente ser el centro de atención, algo que le aterra. Los que huyen no soportan no saber cómo actuar en determinadas situaciones, pasar vergüenza o sentirse perdidos. Simplemente, porque para evitar que los demás la rechacen.
- La masoquista mental o emocional: Esta actitud viene dada por un sentimiento de humillación y vergüenza persistente en su infancia. Su actitud siempre es la de resolver los problemas de los demás, haciendo todo por ellos mientras se rebaja y se humilla. Esta máscara, no es como las anteriores que evitan o intentan escapar de sus heridas, ésta mascara se enfrenta a aquello que le duele en la búsqueda de más dolor porque es su zona de confort, lo conocido y le es inconcebible cortar el círculo vicioso.
Estas máscaras son creadas desde una desconexión de nuestras emociones, porque era muy doloroso lo que atravesamos y necesitamos crear mecanismos de defensa automáticos para moldear nuestro Ser al entorno.
Pero, ¿cómo podemos sanar y ser auténticas? por medio de un proceso alquímico que refine el cuerpo, el alma y el espíritu para poder llevarlos a su estado más elevado, también llamado solve et coagula.
Muchos creen que la alquimia es una antigua pseudociencia obsesionada con convertir el plomo en oro. Pero, cuando entendemos los secretos que subyacen a las metáforas, se desprende la transformación espiritual y la evolución del alma que están en el corazón de esta práctica. Es justo este tema el que abordamos en el nuevo el episodio de nuestra serie original “Enseñanzas ocultas” en el que la Dra. Theresa Bullard nos enseña los pasos de este proceso.
Es necesario comenzar a Re-Conocernos, volver a nosotras mismas y entender quienes estamos siendo. Al comprender desde dónde fueron creadas estas máscaras, podemos tomar responsabilidad por la vida que queremos crear y disfrutar.
Despierta tus semillas de consciencia, para ver tus heridas y que puedas aceptarlas y empezar a desarmar las mascaras quitándoles el poder desde la propia elección consciente, perdonando y perdonándonos a nosotros mismos, así como aprendiendo a amarnos a nosotros mismas con todas nuestras partes, reconociendo nuestra divinidad y la de los demás.
Empieza a observar tus reacciones, si ese sentimiento dura más de 15 minutos, es muy probable que se haya activado una vieja herida que tenga su origen en tu infancia.
Quítales la atención, energía y el poder a las máscaras, así podrás inspirar a otros y compartir desde tu genuina esencia, aprender qué te mueve, qué te ayudó, qué podes aportar al mundo y cómo contribuir en el camino de los demás desde quien eres realmente.
Te compartimos éste episodio de nuestra serie original Enseñanzas Ocultas si es te interesa ahondar más en el tema
La alquimia de las relaciones
Qué son los niños índigo y cómo identificarlos
Los niños índigo son seres especiales con una misión espiritual única y poderosa. Se les atribuye una intuición profunda y habilidades psíquicas que los hacen destacar. En este artículo, exploramos en detalle qué son los niños índigo, de dónde proviene el concepto y cómo reconocerlos.
Tabla de Contenidos
- ¿Qué son los niños índigo?
- Historia y origen del concepto
- 10 rasgos comunes de los niños índigo
- Tipos de niños índigo
- Desafíos y problemas comunes de los niños índigo
- Cómo identificar a un niño índigo
- Diferencias entre niños índigo, cristal, arcoíris y diamante
¿Qué son los niños índigo?
Los niños índigo son considerados una nueva generación de seres humanos con una mayor conexión espiritual y una misión clara de transformar la sociedad. Este concepto se originó a partir de la observación de ciertos niños nacidos a partir de los años 70, quienes mostraban una combinación única de habilidades y características que los diferenciaban notablemente de sus pares. Se les denomina “índigo” debido al predominio del color azul índigo en su aura.
Estos niños a menudo se destacan por su alta sensibilidad emocional, su creatividad y sus fuertes habilidades intuitivas. Se cree que son almas viejas que tienen la misión de desafiar las normas establecidas y promover un cambio positivo en el mundo. Su propósito es abrir el camino para una sociedad más justa, pacífica y armoniosa, cuestionando y transformando las estructuras obsoletas de la sociedad.
La misión de los niños índigo viene acompañada de grandes desafíos. Su profunda sensibilidad y percepción les permiten ver y sentir las injusticias y desequilibrios del mundo de una manera muy intensa, lo que puede llevarlos a experimentar frustración y desilusión cuando encuentran resistencia al cambio. Sin embargo, su determinación y sentido de propósito los impulsan a seguir adelante y cumplir con su misión.
Historia y origen del concepto
El término “niño índigo” fue popularizado por la parapsicóloga y autora Nancy Ann Tappe en la década de 1970. Tappe observó que muchos niños nacidos a partir de ese período tenían un aura predominantemente azul índigo, lo cual la llevó a desarrollar la teoría de que estos niños tenían características y misiones espirituales especiales. Según Tappe, estos niños poseían una conciencia más elevada y estaban destinados a cambiar el curso de la humanidad.
Con el tiempo, la idea de los niños índigo se expandió y fue adoptada por diversas corrientes de pensamiento espiritual y metafísico. En los años 90, los libros de Lee Carroll y Jan Tober contribuyeron significativamente a la difusión de este concepto. Los autores describieron una serie de características y comportamientos que identificaban a estos niños, y sugirieron que su propósito era liderar un cambio global hacia una mayor conciencia espiritual y social.
Hoy en día, el concepto de niños índigo sigue siendo una parte importante de muchas comunidades espirituales y se ha ampliado para incluir a las generaciones posteriores de niños cristal y arcoíris, cada una con sus propias características y misiones específicas en la evolución espiritual de la humanidad.
10 rasgos comunes de los niños índigo
Los niños índigo presentan características distintivas que reflejan su misión espiritual y su propósito en el mundo. A continuación, describimos diez rasgos que caracterizan a estos seres únicos:
- Espiritualmente despiertos: Desde una edad temprana, sienten una conexión con algo mayor. Perciben que tienen una misión especial.
- Sentido de propósito: Están seguros de que están aquí por una razón importante. Esta convicción los impulsa a actuar con confianza.
- Altas expectativas: Tienen estándares elevados para sí mismos y para los demás. Esto puede dificultar sus relaciones interpersonales.
- Fuerte intuición: Confían en su percepción y a menudo pueden prever eventos. Su intuición los guía en sus decisiones.
- Cuestionan la autoridad: Son rebeldes y escépticos de las normas establecidas. Desafían las estructuras que consideran injustas.
- Deseo de cambiar el mundo: Buscan transformar estructuras obsoletas. Promueven nuevas formas de pensar y vivir.
- Creatividad: Utilizan su talento artístico para expresar sus visiones. Su arte inspira y despierta conciencia en otros.
- Agentes de cambio: Identifican problemas sociales y buscan soluciones innovadoras. Trabajan incansablemente para mejorar la sociedad.
- Sensación de no pertenencia: A menudo se sienten diferentes de sus pares. Pueden experimentar una sensación de aislamiento.
- Pasión intensa: Su energía y fervor son motores para el cambio. Pueden ser abrumadores pero también altamente motivadores.
Tipos de niños índigo
Existen diferentes tipos de niños índigo, cada uno con un conjunto particular de habilidades y enfoques para cumplir su misión en la Tierra. Estos tipos reflejan las diversas formas en que los niños índigo pueden influir en el mundo.
- Artistas: Utilizan su creatividad para inspirar y despertar conciencia en los demás. Su arte suele llevar mensajes profundos y transformadores.
- Conceptuales: Enfocados en innovar y mejorar sistemas, buscan formas más eficientes y justas de organizar la sociedad. A menudo son inventores y pensadores estratégicos.
- Humanistas: Tienen un profundo deseo de ayudar a los demás y mejorar la humanidad. Trabajan en áreas como la educación, la salud y los derechos humanos.
- Interdimensionales: Poseen habilidades psíquicas avanzadas y una profunda conexión espiritual. Pueden actuar como puentes entre dimensiones y ofrecer nuevas perspectivas sobre la realidad.
Desafíos y problemas comunes de los niños índigo
Los niños índigo, debido a su sensibilidad y visión única del mundo, enfrentan varios desafíos en su vida cotidiana. Uno de los problemas más comunes es la frustración que sienten al enfrentarse a sistemas y estructuras que consideran injustos o ineficaces. Su deseo de cambiar el mundo y la resistencia que encuentran a menudo los lleva a experimentar altos niveles de estrés y desilusión.
Además, su tendencia a cuestionar la autoridad y las normas establecidas puede causar conflictos con figuras de autoridad, como padres y maestros. Esta rebeldía, aunque es una parte integral de su misión, puede resultar en problemas de conducta y dificultades en entornos estructurados como la escuela. Los niños índigo pueden sentirse incomprendidos y aislados debido a sus perspectivas y valores diferentes.
Otro desafío significativo es su alta sensibilidad emocional, que puede llevarlos a sentirse abrumados por sus propias emociones y las de los demás. Esta empatía intensa puede resultar en ansiedad, depresión o incluso problemas físicos, como dolores de cabeza o trastornos digestivos. Es importante que los niños índigo reciban apoyo emocional y herramientas para gestionar su sensibilidad de manera saludable.
Cómo identificar a un niño índigo
Identificar a un niño índigo puede ser una tarea sutil que requiere observar ciertos comportamientos y actitudes distintivos. Un indicio significativo es su inclinación a cuestionar la autoridad y las normas establecidas. Desde pequeños, estos niños muestran una profunda necesidad de entender el porqué de las reglas, rechazando aceptar algo solo porque “así debe ser”.
Otra forma de identificación es mediante sus intereses y pasiones. Los niños índigo a menudo están atraídos por temas relacionados con la justicia social, la ecología y los derechos humanos. Pueden expresar un deseo intenso de hacer del mundo un lugar mejor y buscar activamente maneras de contribuir a estos cambios, ya sea a través del arte, la escritura o el activismo.
Además, prestar atención a su sensibilidad emocional y su intuición puede ser revelador. Los niños índigo suelen tener una gran empatía y una capacidad innata para percibir las emociones de los demás. Esta conexión emocional profunda puede manifestarse en su preocupación por el bienestar de los demás y en su tendencia a sentirse abrumados por ambientes cargados de emociones negativas. Reconocer y apoyar estas cualidades puede ayudar a los padres y educadores a comprender mejor y nutrir a un niño índigo.
Diferencias entre niños índigo, cristal, arcoíris y diamante
Los niños índigo, cristal, arcoíris y diamante representan diferentes generaciones espirituales, cada una con sus propias características y misiones específicas. Los niños índigo comenzaron a aparecer en los años 70. Se les reconoce por su fuerte sentido de propósito, rebeldía y deseo de transformar estructuras sociales obsoletas. Su energía es intensa y su misión es abrir el camino para una mayor conciencia y justicia.
Los niños cristal aparecieron principalmente en los años 90. Son conocidos por su naturaleza pacífica y gentil, y por su capacidad para sanar y conectar profundamente con otros. A diferencia de los índigo, los niños cristal traen consigo una energía calmada y buscan promover la armonía y la paz en el mundo.
Los niños arcoíris empezaron a nacer en el nuevo milenio, alrededor de los años 2000. Poseen una energía vibrante y alegre, con una gran creatividad y adaptabilidad. Su misión es equilibrar y traer alegría, actuando como un puente entre las generaciones anteriores y futuras. Son muy intuitivos y tienen una capacidad innata para perdonar y mostrar compasión.
Finalmente, los niños diamante son la generación más reciente, comenzando a manifestarse a partir del año 2008. Tienen una conexión espiritual extremadamente alta y una capacidad innata para manifestar sus deseos y crear nuevas realidades. Son visionarios con habilidades psíquicas avanzadas, y su misión es ayudar a la humanidad a alcanzar un estado de conciencia superior.