Mi viaje de recordar
Mi nombre es Matías De Stefano. Nací en la ciudad de Venado Tuerto, Argentina, el 4 de Agosto de 1987. Desde que nací, podía percibir otras realidades, pues nunca olvidé lo que había vivido antes de nacer. Crecí en un ambiente agnóstico, con una madre artística, que me permitió expresar lo que yo era sin miedo. A mis 7 años comencé a tener un contacto diario con seres de otras dimensiones que me explicaban cómo era ser humano y comprender a la Tierra. Cuando cumplí 12 años, los mismos seres me dijeron que comenzaría a recordar todo lo que fui, soy y seré, y así fue. Mis primeros recuerdos fueron del Nilo en tiempos de la Atlántida, hace 12,000 años. Pero poco a poco comencé a recordar mucho más, hacia delante y hacia atrás en el tiempo, sobre diversas vidas en este mundo y en otras. A mis 16 años comencé a recordar quién era yo concretamente, y esto me llevó a recordar el origen de las cosas: el cosmos, el universo, las dimensiones, el plan divino, y muchas entidades de la creación.
Cuando más recordaba, mejor podía explicar la realidad, y por ello con el tiempo, muchas personas empezaron a invitarme a congresos donde exponía mis verdades universales, las cuales titulé Ater Tumti, como un plan ancestral que tenía por objetivo traer el Cielo a la Tierra.
Mi amor por la educación me llevó a convertirme en un Educador de la Consciencia, pero para muchos yo era un Recordador.
Debido a saber cuáles eran mis planes en la existencia, comencé a recorrer el mundo realizando misiones, como el 11:11, Harwitum, RomaamoR, La Gran Mujer, el Camino del Dragón, el YOSOY, todo ello hasta hoy fue mi Viaje de Recordar.
Te compartimos este video de Matías para que conozcas un poco más sobre su trabajo en Gaia
Continúa…
Cuando fui contactado por Gaia, supe que lo primero que debía explicar al mundo eran las Dimensiones, para entender nuestra posición en la existencia, y dicho recorrido es lo que llamé Iniciación. Todo en la existencia es una iniciación a algo nuevo, y por ello invito a todos a recorrer eternamente los caminos iniciáticos. Cuando conté mis historias de cómo llegué a recordar, me propusieron grabar entrevistas donde contara mis anécdotas de cómo construí lo que soy, y por ello, el “Viaje de Recordar” se convirtió en un nuevo programa que intenta inspirar a otros a realizar sus propios caminos.
Una de las formas en que me gusta explicar el Universo es a través de la Biología, y cuando hablamos de recorrer las dimensiones, podríamos compararlas con cuerpos de seres mucho mayores, tomándonos a nosotros como células dentro de los mismos; así, el Camino por las Dimensiones, es como recorrer el cuerpo de los Arcángeles. El término Arcángel proviene del griego Arkhé Aggelós= Mensaje de Poder, y se refiere a la vibración universal expresada en distintas frecuencias que al vibrar con mayor intensidad generan energía, expresada en la séptima dimensión como los Rayos de Luz, que, mediante el filtro de la Sexta Dimensión, se manifiestan en patrones geométricos y de color. Es así que a la Sexta se le llama la dimensión de los Arquitectos, pues todos los patrones comienzan a moldear el mundo que conocemos, como órganos dentro de los cuerpos espirituales.
El patrón de resonancia se subdivide en 12 niveles, que son expresados como improntas regentes de la existencia. Estos dan lugar a leyes cósmicas que se vuelven sistemas que condicionan toda la realidad: 6 aspectos positivos y 6 negativos, conformados en un patrón esférico llamado Dodecaedro. El mismo se compone de 12 rostros pentagonales, que dan la sensación de personas, como el hombre de Vitrubio, protegiendo algo en el interior. Este sistema es fractal, y se proyecta en cada realidad desde el microcosmos al macrocosmos. En nuestro microcosmos le llamamos sistemas biológicos: nervioso, endocrino, respiratorio, circulatorio, linfático, digestivo, inmune, excretor, tegumentario, muscular, reproductor y óseo. Mientras que en el macrocosmos le llamamos Constelaciones: aries, tauro, géminis, cáncer, leo, virgo, libra, escorpio, sagitario, capricornio, acuario y piscis. Así, mientras la geometría física regula nuestros cuerpos, la geometría sutil regula nuestras almas.
Esto era conocido en la antigüedad como Camino Iniciático, y ambos caminos se recorrían a lo largo de ríos o montañas e islas, integrando cada aspecto del ser. Durante varios años, personalmente he guiado a cientos de personas en estos camino a lo largo del Nilo, para alinear estos 12 sistemas en el cuerpo, la emoción y la mente.
Te compartimos el trailer Iniciación: Viaje al Origen del Universo, una serie innovadora de Matías De Stefano sobre la comprensión única y poderosa de la creación del universo y las numerosas capas de realidad.
Uno de los sitios más importantes de este camino es un templo llamado hoy Osirión, en Abydos, donde se encuentra inscrita en la pared la geometría de la Vida. El árbol, el fruto, la flor y la semilla de la vida, se encuentran en el Alto Corazón del Camino del Nilo, y era el sitio donde las semillas cósmicas eran plantadas para nacer. En las aguas del templo, mujeres y hombres eran preparados para recibir a los espíritus que encarnarían en bebés. Allí se enseñaba sexualidad sagrada, y cómo las almas descienden siguiendo los patrones de los 12 sistemas para convertirse en semillas vivas del Árbol Universal. La unión de las fuerzas del norte y del sur del Nilo se unen allí como lo positivo y negativo, femenino y masculino, para manifestar la divinidad. Allí yo mismo, como mujer, recuerdo haber preparado mi útero y parido a mis dos hijos.
Este camino está alineado al campo geomagnético de la Tierra, y cuando el mismo cambia, los caminos también se transforman. En los años 2020 a 2022, el polo magnético norte de la Tierra pasó de Oeste a Este, haciendo que la fuerza de los caminos pasen de Norte a Sur y de Este a Oeste. En este cruce de hemisferios planetario, se produce nuestro cambio de Consciencia y la posibilidad de manifestar futuro a partir de los caminos del pasado. Por ello, tras el 2022 hemos buscado el espejo de Egipto para lograr dicha plasmación: Argentina. Por esto realizaremos un evento que manifieste esa energía de Egipto en la Argentina, en Capilla del Monte el día 11 de Noviembre de 2022, pues sus montañas representan en su opuesto a las sierras de donde se extrajeron todas las piedras para construir las pirámides. Capilla del Monte es sede de una de las ciudades intraterrenas más importantes: ERKS, donde seres de todo el cosmos permanecen allí debajo como semillas estelares para nacer en un nuevo mundo, en un sitio sagrado llamado Salón de los Espejos, el cual, en el evento, manifestaremos para abrir las puertas entre su mundo y el nuestro, y crear una Nueva Tierra que una el Cielo y la Tierra.
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Te compartimos el trailer de la cuarta temporada de la serie “Iniciación”, que estrenará a finales de Agosto 2022. En esta nueva temporada Matías nos explica nuestra realidad multidimensional y cómo nos alineamos con el zodiaco y los patrones de evolución.
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Niños diamante: quiénes son y por qué llegan a la Tierra
Los niños diamante forman parte de una generación espiritual que comenzó a manifestarse en los últimos años, trayendo consigo una conciencia profundamente elevada. Su energía se caracteriza por la claridad, la neutralidad emocional y una conexión innata con su propósito de vida. En este artículo exploramos quiénes son, cuál es su rol en la evolución colectiva y cómo reconocer sus cualidades únicas desde temprana edad.
Tabla de Contenidos
- ¿Qué son los niños diamante?
- El origen del término y su evolución espiritual
- 10 características esenciales de los niños diamante
- Desafíos frecuentes en la vida de los niños diamante
- Cómo reconocer a un niño diamante
- Diferencias entre niños índigo, cristal, arcoíris y diamante
- El rol espiritual de los niños diamante en la evolución colectiva
¿Qué son los niños diamante?
Los niños diamante representan una generación espiritual muy reciente, nacida a partir de 2008. Se considera que su energía es una de las más elevadas y puras que ha encarnado en la Tierra, marcada por una conciencia expandida, una sabiduría innata y una profunda conexión con su propósito. A diferencia de otras generaciones, no vienen a sanar heridas del pasado ni a confrontar el sistema, sino a manifestar directamente una nueva frecuencia de conciencia.
Estos niños muestran una claridad interior sorprendente desde edades tempranas. Poseen una visión muy definida de quiénes son y para qué están aquí, sin necesidad de validación externa. Su energía suele percibirse como firme pero serena, y su presencia genera un campo vibratorio que favorece la transformación del entorno de manera sutil pero poderosa.
Además, los niños diamante no responden a estructuras o etiquetas tradicionales. Suelen actuar desde la certeza interna y tienen una capacidad natural para adaptarse sin perder su esencia. Son creadores de realidad y traen consigo una vibración destinada a abrir nuevos caminos en la evolución espiritual de la humanidad.
El origen del término y su evolución espiritual
El término “niño diamante” comenzó a circular en círculos espirituales a partir del año 2010, cuando terapeutas, educadores y canalizadores empezaron a notar una energía distinta en los niños nacidos en esa etapa. A diferencia de los niños índigo, cristal o arcoíris, estos nuevos seres parecían tener una conciencia más integrada y una capacidad innata para comprender dimensiones energéticas complejas sin necesidad de instrucción previa.
Se les llamó “diamante” por el tipo de energía que emiten: clara, multifacética y estructuralmente coherente. Así como un diamante refleja la luz en todas las direcciones, estos niños manifiestan múltiples cualidades espirituales al mismo tiempo: sabiduría, neutralidad, amor incondicional y poder interior. Su energía es menos emocional y más neutra, pero igualmente transformadora.
Con el tiempo, se comprendió que estos niños no vienen a modificar lo existente, sino a encarnar directamente una nueva realidad. No necesitan rebelarse ni sanar lo anterior, porque ya operan desde un nivel de conciencia más avanzado. En ellos, la evolución espiritual no es un proceso de búsqueda, sino una expresión natural del ser.
10 características esenciales de los niños diamante
Los niños diamante comparten una serie de cualidades únicas que los distinguen de otras generaciones espirituales. Su energía es elevada, consciente y enfocada, y su forma de estar en el mundo refleja una profunda coherencia interior. A continuación, presentamos diez rasgos esenciales que suelen manifestarse desde edades tempranas:
- Sabiduría innata: Desde temprana edad, manifiestan una comprensión natural de temas complejos, como si recordaran conocimientos adquiridos en otras vidas. Pueden expresar ideas profundas con claridad y sin esfuerzo, sorprendiendo a los adultos que los rodean.
- Independencia emocional: Tienen la capacidad de mantenerse equilibrados sin depender del reconocimiento o la validación externa. Aunque perciben intensamente su entorno, no se dejan arrastrar fácilmente por las emociones ajenas.
- Alta percepción energética: Detectan con rapidez la vibración de personas, lugares y situaciones, incluso cuando no se expresa nada a nivel verbal. Esta sensibilidad les permite alejarse de lo que no resuena con su frecuencia sin necesidad de explicaciones.
- Poder de manifestación: Poseen una habilidad natural para materializar ideas o deseos de manera concreta, casi intuitiva. Es como si supieran cómo alinear su intención con el flujo del universo para atraer aquello que necesitan.
- Resistencia a la manipulación: No responden a presiones emocionales ni a estructuras autoritarias que carecen de coherencia. Buscan relaciones auténticas, donde la verdad y la libertad tengan un lugar central.
- Silencio expresivo: A menudo prefieren comunicarse desde la energía o la mirada, sin recurrir al lenguaje convencional. Este silencio no es vacío, sino una forma de presencia que transmite más que las palabras.
- Interés por temas trascendentes: Se sienten naturalmente atraídos por el alma, el origen del universo, la muerte o la conciencia, incluso desde edades muy tempranas. No temen a lo espiritual ni lo ven como algo ajeno, sino como parte esencial de su identidad.
- Conexión natural con el propósito colectivo: Sus acciones no responden a un interés individualista, sino a un impulso profundo por contribuir al bienestar de todos. Operan desde una conciencia que trasciende lo personal y reconoce la interconexión de todo lo que existe.
- Autenticidad sin esfuerzo: No buscan encajar ni agradar, simplemente se muestran tal como son. Esta autenticidad les permite mantenerse alineados con su verdad, incluso en entornos que les resultan ajenos o incoherentes.
Desafíos frecuentes en la vida de los niños diamante
Aunque los niños diamante traen una energía elevada y una conciencia muy desarrollada, no están exentos de enfrentar desafíos en su proceso de adaptación al mundo. Su claridad interior y su rechazo a las estructuras incoherentes pueden generar tensiones en entornos donde se espera obediencia ciega o comportamiento convencional. Muchas veces no comprenden por qué deberían hacer algo si no tiene un sentido profundo para ellos.
Otro desafío habitual es el aislamiento. Por su nivel de conciencia, pueden sentirse incomprendidos o fuera de lugar, especialmente en contextos donde la superficialidad, la competencia o la emocionalidad extrema predominan. Esto puede llevarlos a replegarse, a evitar la interacción social o a mostrarse indiferentes, aunque internamente estén muy presentes y conscientes de lo que ocurre a su alrededor.
Además, el sistema educativo tradicional suele ser un espacio difícil para ellos. Su necesidad de libertad, profundidad y autenticidad choca con métodos que priorizan la repetición o la autoridad sin diálogo. Por eso, acompañarlos desde el respeto, la escucha y el reconocimiento de su individualidad es fundamental para que puedan desplegar todo su potencial sin desconectarse de su esencia.
Cómo reconocer a un niño diamante
Identificar a un niño diamante implica observar su forma de estar en el mundo, que suele ser silenciosa pero profundamente transformadora. Estos niños no buscan llamar la atención, pero su presencia genera impacto. A continuación, compartimos cinco señales clave para reconocerlos:
- Mirada profunda y centrada: Sus ojos transmiten serenidad y certeza. Suelen sostener la mirada sin incomodidad y sin distracción.
- Preferencia por el silencio: Disfrutan de los espacios tranquilos y no siempre sienten la necesidad de hablar. Comunican mucho desde la energía.
- Interés temprano por lo espiritual: Hacen preguntas existenciales desde muy pequeños. Se sienten naturalmente atraídos por temas como el alma, el universo o la conciencia.
- Rechazo a la incoherencia: Detectan con rapidez cuando alguien no es auténtico. Se alejan de lo que perciben como falso, aunque no lo expliquen.
- Madurez emocional: Responden con calma en situaciones que desbordarían a otros niños. Manejan conflictos sin entrar en drama ni victimismo.
Diferencias entre niños índigo, cristal, arcoíris y diamante
Cada una de estas generaciones espirituales representa un momento distinto en el proceso de evolución de la conciencia humana. Los niños índigo, que comenzaron a encarnar en los años 70, llegaron con una energía firme, cuestionadora y disruptiva. Su misión fue abrir camino, romper estructuras obsoletas y confrontar aquello que ya no sostenía el crecimiento colectivo.
Luego aparecieron los niños cristal, a partir de los años 90, con una frecuencia más suave y compasiva. En lugar de confrontar, buscaron armonizar, sanar y restaurar vínculos desde el amor y la empatía. Más adelante, los niños arcoíris comenzaron a llegar alrededor del año 2000, trayendo consigo una energía de alegría, adaptación y amor incondicional. Su propósito fue integrar y elevar la frecuencia general, sin cargar con heridas del pasado.
Los niños diamante, en cambio, son la generación más reciente y se destacan por su conexión directa con el propósito del alma y con planos elevados de conciencia. No necesitan reparar ni equilibrar nada, porque ya operan desde una frecuencia unificada. En la serie La Evolución Índigo, disponible en Gaia, se exploran a fondo estas generaciones, sus diferencias y cómo cada una contribuye al despertar espiritual de la humanidad.
El rol espiritual de los niños diamante en la evolución colectiva
La misión espiritual de los niños diamante no es transformar el sistema desde la lucha ni sanar lo anterior, sino anclar una nueva forma de existencia. Ellos no vienen a adaptarse al mundo tal como lo conocemos, sino a actuar como catalizadores de una conciencia más expandida. Su sola presencia invita a recordar que es posible vivir desde la coherencia interior, la claridad energética y la conexión profunda con el propósito del alma.
Estos niños encarnan una visión no dual, donde ya no existe la necesidad de dividir entre luz y sombra, correcto o incorrecto. Por eso, su energía puede resultar desconcertante para quienes aún operan desde paradigmas lineales. Su forma de ver la vida es más abstracta y simbólica, y suelen actuar como guías silenciosos que inspiran transformación sin intervenir directamente.
El verdadero aporte de los niños diamante es que nos muestran lo que viene, no como una meta a alcanzar, sino como una realidad posible que ya habita en ellos. Su rol es sostener la frecuencia del nuevo mundo y recordarnos que el cambio no siempre requiere esfuerzo, sino alineación profunda con la verdad interior. Son semillas de una humanidad consciente que ya está en marcha.