Alimentación que sana cuerpo, mente y alma
La alimentación consciente y nutritiva tiene un impacto en nuestro bienestar espiritual y emocional. Alimentar nuestro cuerpo con alimentos saludables nos permite conectarnos con la sabiduría de la naturaleza y honrar nuestra relación con los alimentos. Al elegir alimentos cultivados de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente, podemos cultivar una mayor conexión con el mundo que nos rodea y sentirnos más en sintonía con nuestros valores más profundos.
La alimentación es una herramienta poderosa para la sanación emocional. A veces, nuestras emociones pueden estar vinculadas a nuestros patrones alimentarios. Al estar conscientes de nuestra relación con la comida y optar por una alimentación equilibrada, podemos desarrollar naturalmente mejores hábitos emocionales y disminuir cualquier desequilibrio que pueda existir. La alimentación consciente nos invita a sintonizar con nuestras necesidades emocionales y nutrirnos de una manera que nos brinde verdadera satisfacción y bienestar.
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La glándula pineal es una pequeña glándula endocrina en el cerebro que desempeña un papel crucial en la regulación de los ritmos circadianos y la producción de melatonina, una hormona que regula el sueño y la vigilia. Además, se le atribuyen funciones espirituales y de conexión con lo divino. Si deseas fortalecer y apoyar el buen funcionamiento de la glándula pineal, puedes incorporar ciertos alimentos a tu dieta.
La alimentación juega un papel importante en el fortalecimiento y apoyo de la glándula pineal. Al incluir alimentos ricos en triptófano, (son las semillas de calabaza, huevos orgánicos y aves de corral) antioxidantes y vitamina D, y al evitar alimentos y sustancias que puedan calcificarla, puedes ayudar a promover un funcionamiento saludable de la glándula pineal. Además, considerar prácticas de relajación y meditación puede potenciar aún más sus funciones.
La alimentación va más allá de simplemente satisfacer nuestras necesidades físicas. Cuando adoptamos una alimentación consciente y nutritiva, estamos brindando a nuestro cuerpo, mente y alma la oportunidad de sanar y florecer. Alimentar nuestro cuerpo con nutrientes adecuados, nutrir nuestra mente con pensamientos positivos y nutrir nuestra alma con una conexión más profunda con los alimentos y el entorno natural, podemos experimentar una verdadera transformación y bienestar en todos los niveles.
Mi recomendación es que visites a un profesional de la salud para que según tu historial hagas los cambios que necesitas en dieta y/o estilo de vida.
Al iniciar con una alimentación consciente y equilibrada, podrás sentirte mejor en todos los aspectos.
Lots of Love
Rebeca Solano
Qué comer antes y después de entrenar
+ Consumir alimentos que sean bien tolerados por nuestro organismo.
+ Incluir hidratos de carbono de lenta absorción: pasta, arroz, avena, cereales integrales, etc.
+ Consumo moderado de proteínas: pescado, carnes, huevos…
+ Mantener una alimentación baja en grasa, tarda más en digerirse y puede provocar fatiga. Mejor consumir moderadamente “grasa buena”: aceite de oliva, aguacate, frutos secos…
+ Beber suficiente líquido para mantener el organismo bien hidratado, prescindiendo de las bebidas azucaradas, gaseosas y alcohólicas.
Teniendo estas cinco premisas claras, vamos a ver qué comer según el deporte que realicemos. Como la variedad deportiva es tan extensa, hemos escogido dos tipos de actividades: “body-mind” y “cardio-aeróbico”, que sin ser opuestos, sí que su dinámica tiene diferentes exigencias energéticas.
Ejercicio “BODY-MIND”: YOGA, PILATES, TAI-CHI…
Antes: se recomienda no ingerir nada desde 2 horas antes de la clase. La intensidad de los ejercicios y la respiración como compañera de viaje en la ejecución de cada uno, requiere de un alto grado de concentración y soltura en los movimientos; por lo que si tenemos el estómago lleno, la energía corporal puede verse afectada.
Después: alimentos de fácil digestión que ayuden al cuerpo a mantener ese estado de equilibrio y control que han alcanzado durante la clase, por ejemplo: batidos de frutas naturales, yogures, frutos secos, cereales…
Ejercicio “CARDIO-AERÓBICO”: RUNNING, NATACIÓN, SPINNING…
Antes: como el cuerpo va a realizar un ejercicio de alta intensidad, es necesario que nuestras reservas energéticas estén llenas. Lo ideal es comer entre 1-2 horas antes de realizar la actividad, con alimentos ricos en hidratos de carbono de lenta absorción, como: frutas (manzana, ciruelas, frutos rojos…), cereales, arroz…
Después: las reservas energéticas han quedado vacías y la mejor manera de llenarlas es con alimentos ricos en hidratos de carbono de rápida absorción: frutas (plátano, pera, sandía…), ricos en proteína para la reconstrucción muscular: pavo, jamón… y por supuesto, un buen vaso de agua, zumo o batido natural, para recuperar la hidratación.
*Todos estos consejos tienen un carácter general, si se busca un objetivo concreto, las pautas varían dependiendo de cada caso.