El aguacate: medicina en formato fruta

El aguacate: medicina en formato fruta
Por: Olga Castañeda | Apr. 11, 2013
Pobre aguacate ¡qué injustos somos con él! La falsa creencia popular no le hace justicia y lo relega a ese conjunto de frutas, como el plátano, que son “muy calóricas” y “Uy! Yo no lo como porque engorda un montón”.
Pues bien, resulta que el aguacate es una auténtica medicina en formato fruta. Es cierto que se trata de un alimento con un alto contenido calórico teniendo en cuenta que se trata de una fruta, entonces sí, engorda más que una manzana, una pera o un tomate; pero en comparación con cualquier otro alimento no engorda más que una croqueta. Estas calorías proceden principalmente de su contenido graso: es un fruto muy energético considerado casi como una mantequilla vegetal, rico en vitamina E y con un papel antioxidante importante, retrasa los procesos de envejecimiento y constituye un aliado esencial contra el cáncer.
La comida es la medicina preventiva natural para nuestro cuerpo. A pesar de que vivimos en una época de alta revolución tecnológica, donde los mal llamados “alimentos funcionales” se quieren hacer los protagonistas con sus actimeles, danacoles y bifidobacterias variadas, de siempre, como ya decía hace unos cuantos siglos Hipócrates, el padre de todas las medicinas es lo que comes: “Que tu medicina sea tu alimento, que tu alimento sea tu medicina”.
Los aguacates también son el alimento perfecto para sustituir, de manera natural vegetariana, las proteínas contenidas en la carne, los huevos o el queso.
¿Qué contiene un aguacate?
- Ácidos grasos esenciales, como el Omega-9, Omega-7, Omega-6 y Omega-3: cardiosaludables.
- Ácido Oléico: reduce colesterol. -Vitamina E: antioxidante, retrasa envejecimiento celular y previene contra procesos cancerosos.
- Minerales: calcio, fósforo, magnesio, hierro, potasio, zinc, manganeso, cobre, selenio, sodio… para el buen funcionamiento celular y la circulación sanguínea.
- Aminoácidos esenciales: arginina, fenilalanina, histidina, isoleucina, lisina, valina, metionina… para la síntesis de proteínas y un mejor metabolismo celular.
Queda claro que este fruto tropical, originario de México y Perú, es una mini- farmacia-natural.
¿Cuáles son sus beneficios?
- Vitaliza el sistema inmunológico.
- Mejora la visión.
- Protege a las células de los daños por estrés.
- Previene de enfermedades cancerígenas.
- Ayuda al hígado en su función.
- Mejora la digestión de los alimentos y su absorción intestinal.
- Protege al corazón.
- Bajo contenido en hidratos, por lo que puede ser consumido (con moderación) por los diabéticos.
- Promueve una vida sana y activa, por su alto contenido energético. Para ello, hay que consumirlo en raciones moderadas, pero de forma habitual en la dieta, siempre que lo acompañemos de una actividad física constante.
Ahí lo tenemos, gracias a nuestros ancestros conquistadores de las Américas, que nos lo trajeron al continente, hoy podemos disfrutar de un fruto tan exquisito y tan saludable. Déjate de botecitos minúsculos con fórmulas mágicas y date al aguacate.
Olga Castañeda es experta en nutrición en Gaia.
Atención plena en tu alimento

El alimento es energía, es medicina.
Lo que llevas a tu boca determina como estás. Somos lo que comemos.
Pero además de elegir conscientemente tu alimento, de conectar con proveedores naturales, conocer cuáles son las mejores combinaciones para que tu cuerpo esté bien nutrido a través de alimentos cercanos a la tierra, es muy importante que prestes atención a COMO COMES.
¿A qué me refiero? A que comiences a activar tus 5 sentidos, que puedas generarte un ritual en al menos una o dos de tus comidas diarias.
Tómate tu tiempo (que no son más de 20 minutos) para sentarte y disfrutar de tu comida. Entre comer bien y mal existe muy poco espacio de diferencia y te aseguro que para tu organismo no es lo mismo. Comer rápido y nervioso/a en tu oficina al lado del computador no es una buena opción, pero sucede a diario, y el tiempo que te toma es el mismo que si te sentaras fuera de tu box y tomaras un tiempo de relax y conexión con tu alimento.
No es creencia, es experiencia. Todo lo que te cuento pruébalo, experimentalo y saca tus propias conclusiones, pero date el espacio para poder vivirlo.
Presta atención si estás ingiriendo el alimento en un estado emocional desequilibrado, de ansiedad, de ira, de estrés. Cuando reconozcas la emoción sería bueno que no ingieras el alimento en ese estado, respira profundo, libera la emoción y luego dale paso a tu alimento-medicina.
Por esta razón es que permanentemente te recuerdo la palabra CONSCIENTE.
Porque es transversal a todas las áreas de tu vida, cuando decides transitarla en forma consciente, empoderándote, haciéndote cargo, ya no hay vuelta atrás…
Si estás atento/a, si escuchas a tu cuerpo, si percibes como se encuentra tu mente, tus emociones, estarás más disponible para que este proceso de alimentarte en forma natural sea fluído y placentero.
Tu cuerpo es sabio, solo resta que puedas estar presente en su totalidad.
Como ejercicio te invito a que tomes algún alimento y que te conectes con todos los sentidos, observándolo, oliéndolo, tocándolo, sintiendo su gusto, masticándolo, tragándolo y percibiendo qué sucede cuando ingresa a tu organismo, como se siente con este nivel de registro y consciencia.
Personalmente me gusta agradecer cada vez que me siento a la mesa, intencionar con amor ese alimento que será la energía que me representará en el día a día.