La alimentación en verano

La alimentación en verano
By: Gaia Staff | Jun. 18, 2014
El ansiado verano. Por fin llega el tiempo de descubrir nuestros cuerpos, tomarse unos días de descanso, disfrutar del mar o la piscina, y de esas maravillosas noches de verano.
Quien más y quien menos siente en su propio cuerpo el cansancio acumulado de todo un año de trabajo. Se impone ahora una época de descanso para recargar las baterías. Aún si tienes que seguir trabajando durante la mayor parte del verano, asegúrate de descansar lo suficiente y dormir las horas que tu cuerpo necesita.
En lo que a la alimentación se refiere, durante el verano el fuego digestivo o agni arde con poca intensidad, por lo que el apetito suele disminuir en esta estación, respétalo y no comas demasiado.
Durante la temporada de calor el cuerpo necesita más líquidos, pero es importante no apagar el fuego digestivo con bebidas o alimentos helados después de comer.
Con el calor excesivo nuestro cuerpo suda mucho, perdiendo una cantidad importante de sales minerales, es necesario reponer esas sales perdidas y no descuidar nuestra alimentación por pereza.
Nuestra alimentación debería ser ligera, colorida, de sabores refrescantes y texturas crujientes.
Deberemos incrementar el consumo de cereales en ensaladas y platos tibios y fríos: arroz de grano largo, basmati, cebada, quinoa, bulgur, cuscus, polenta, pasta integral. Ahora es preferible hervirlos en lugar de cocinarlos en olla a presión.
Si somos fans de las sopas, en verano también podemos tomar deliciosas sopas frías elaboradas a base de verduras y hortalizas como el gazpacho, salmorejo, ajoblanco, vichyssoise.
No prescindiremos de las legumbres aunque cambiaremos su presentación. Resultan deliciosas las ensaladas de garbanzos o lentejas con todo tipo de hortalizas crudas. O en forma de cremas o patés, el clásico hummus del recetario árabe es muy rápido y fácil de hacer, y si lo acompañamos con un pan integral de buena calidad, tendremos asegurado un buen aporte de nutrientes.
Es recomendable tomar gran cantidad de verduras de todo tipo, incrementando las de hoja verde. El verano es la época del año en la que nuestro cuerpo siente predilección por las ensaladas, aprovecharemos que en la huerta y en las tiendas hay gran cantidad de verduras y hortalizas de temporada: diferentes tipos de lechugas, canónigos, rúcula, berros, espinacas, coles… Deliciosas ensaladas que aderezaremos con ricos aliños, aceite de buena calidad, semillas, germinados, macerados.
Otra posibilidad es preparar ricos zumos y licuados de frutas y hortalizas. Aprovechando la variedad de frutas que se dan durante el verano y la necesidad de reponer líquidos ¿qué mejor forma de hacerlo?
Las algas son grandes portadoras de nutrientes y no deben faltar en pequeñas cantidades en nuestra dieta diaria. También las podemos preparar en ensalada, solas o con otros alimentos como cereales o legumbres. Las más ligeras son: alga dulse, wakame, nori, lechuga de mar, agar-agar, kombu.
7 alimentos anticáncer

Según un informe de la Universidad de Harvard, ‘La Prevención del cáncer’, un 30% de los casos de cáncer mortales son provocados por la mala alimentación y obesidad. El cáncer es una enfermedad en la que entran en juego varios factores, por lo tanto nadie nos puede asegurar que si llevamos una vida sana nos vayamos a librar de él. Sin embargo, lo que sí está claro es que tener hábitos de vida saludables que incluyan hacer ejercicio, eliminar el tabaco, llevar una dieta rica en alimentos frescos y reducir los niveles de estrés en nuestra vida entre otras cosas, reducen la probabilidad de desarrollar un cáncer.
Existen muchos alimentos que han demostrado su acción anticáncer, bien en la prevención o en el tratamiento y reducción de los tumores.
Hoy os enumeramos estos 7 alimentos anticáncer:
– Brócoli. Tiene un alto contenido en isotiocianatos. El gen 53, conocido también como “el guardián del genoma” se encarga de mantener a las células sanas y evitar que se inicie el crecimiento anormal propio del cáncer. Cuando este gen 53 se vuelve defectuoso su falta de control hace que las células anormales proliferen y den lugar a distintos tipos de cáncer. Los isotocianatos presentes en el brócoli, el repollo y la coliflor son capaces de eliminar la proteína del g53 defectuoso y dejar libres las proteínas sanas para suprimir el desarrollo de tumores.
– Tomates, fresas y sandía. El licopeno que tienen reduce la incidencia de distintos tipos de cánceres, especialmente el de próstata. El licopeno inhibe la proliferación celular y modula los mecanismos inmunológicos.
– Frutas, verduras y mermeladas. Las personas que comen abundante cantidad de frutas y verduras tienen menos probabilidad de desarrollar cáncer. Esto se debe en gran medida a la pectina, un gelificante natural de las frutas y las hortalizas, que también se usa para fabricar mermeladas y que inhibe la galectina 3, una proteína que ayuda a la diseminación del cáncer en el organismo.
– Cúrcuma. Es uno de los antiinflamatorios naturales más potentes. Además tiene cualidades antitrombóticas, hipocolesterolemiantes, hepatoprotectoras, antimicrobianas, antioxidantes, anticancerosas. Se ha comprobado que la curcumina inhibe el crecimiento de un gran número de tumores como los de colon, hígado, estómago, mama, ovarios y leucemia entre otros. Favorece la eliminación de sustancias cancerosas, ayuda a nuestro cuerpo a producir sustancias anticancerosas como el glutatión y tiene un gran poder antioxidante (en algunos estudios se habla de que es hasta 300 veces más potente que la vitamina E).
– Setas chinas. Maitake, shiitake y reishi se utilizan en la medicina tradicional china para reforzar el sistema inmune por la presencia de unos compuestos llamados betaglutanos que estimulan la fabricación de interferón natural, un eficaz anticancerígeno. Las setas frenan el crecimiento de las células tumorales y la aparición de metástasis.. también son ricas en Selenio, que ayuda en la lucha contra la enfermedad.
– Té verde. Contiene polifenoles que anulan los efectos de las nitrosaminas y tiene poderes antioxidantes. Es un poderoso protector contra las radiaciones ambientales. Potencia el efecto de la radioterapia en las células cancerosas.
– Aceite de oliva. Reduce el riesgo de cáncer de mama, próstata, colon e intestino. El aceite de oliva contiene un ácido graso esencial, el ácido oleico (omega 9) que disminuye los niveles de un oncogén, el HER2/neu, y aumenta la eficacia del tratamiento del trastuzumab que tiene como blanco dicho oncogén. También aumenta el efecto de otro fármaco utilizado en el cáncer de mama y ovario: el paclitaxel. Una alimentación que incluya aceite de oliva virgen extra puede reducir el desarrollo de tumores entre un 8% y un 10%, y hasta un 15% en el caso de cáncer de mama.
Desde Aomm.tv te invitamos a que incluyas todos estos alimentos en tu dieta habitual y añadas la práctica del yoga, pilates y meditación en tu vida diaria, la mejor forma de sentirte bien y cuidarte por dentro y por fuera. Puedes empezar a buscar tu clase ideal pinchando aquí.