¿Qué es el yoga?

¿Qué es el yoga?

Yoga es una ciencia intemporal, un conjunto de técnicas que conducen al individuo al bienestar, trabajando a un tiempo cuerpo, mente y espíritu como un todo.

La palabra Yoga proviene de la raíz sánscrita “yuj”, que quiere decir unir, juntar, sujetar. El estado de Yoga es la unión del Yo individual a la voluntad divina. Para lograrlo, el practicante o yoghi, se beneficia de uno de los sistemas más antiguos y extraordinariamente eficaces que existen.  Antiguo porque los primeros indicios de la práctica de Yoga datan de la época de la antigua civilización pre-aria (2000-3000 a.C.).  Eficaz porque los beneficios que reporta su práctica pueden llegar a ser realmente extraordinarios.

El sistema de Yoga está formado por lo que se conoce como las 8 ramas o miembros del Yoga, que Patanjali esquematizó en su obra clásica “Yoga Sutras”. Según el pensamiento indio, todo lo que existe está penetrado por el Espíritu Universal, del cual el espíritu humano es parte. Pues bien, Yoga es el método que enseña los medios para que el espírutu humano entre en comunión con el Espíritu Universal.

El practicante debe ir perfeccionando cada uno de los 8 pasos para llegar a la ‘liberación’. Estas 8 ramas descritas por Patanjali son:

  • Yama: código social.
  • Niyama: código personal.
  • Asana: postura.
  • Pranayama: control de la energía por medio del control de la respiración.
  • Pratyahara: liberación de la mente del control de los sentidos.
  • Dharana: concentración.
  • Dhyana: meditación.
  • Samadhi: estado de superconsciencia, de liberación.

Yama

Son una serie de mandamientos universales o conductas ética y moralmente correctas. Son válidas para todo individuo, independientemente de su cultura o religión. Las cinco yamas propuestas por Patanjali son:

  • Ahimsa: no violencia.
  • Asteya: no robar.
  • Satya: verdad.
  • Aparigraha: no codiciar, atesorar o acaparar.
  • Brahmacharya: control de la energía y estudio de lo divino.

Niyama

Son las normas de conducta que se refieren a la  disciplina individual. Son cualidades a cultivar, deseables para cumplir las yamas. Son también cinco:

  • Saucha, pureza.
  • Santosa, contentamiento.
  • Tapas, austeridad.
  • Svadhyaya, estudio del Sí-mismo.
  • Isvara pranidhana, amor a la divinidad.

Asana

Son posturas físicas, realizadas con el cuerpo y mantenidas en la inmovilidad de manera firme y confortable.

Si bien es cierto que la práctica de asanas proporciona un cuerpo ágil y esbelto, dotado de músculos fuertes y bien formados, pero sin caer en el exceso y la consiguiente rigidez que produce, sería un error pensar que las asanas  tan solo aportan flexibilidad y fortaleza al cuerpo.

Su práctica regular y constante mantiene el cuerpo sano y joven, tanto exterior como interiormente. Las asanas masajean órganos y glándulas, mejorando así el funcionamiento del sistema endocrino.

Las posturas de flexión aportan un profundo masaje a los órganos del abdomen mejorando también sus funciones, agilizando el tránsito intestinal, etc.

Las posturas invertidas favorecen la circulación de retorno, aliviando así problemas de venas varicosas o hemorroides.

El aparato respiratorio también resulta beneficiado con la práctica adecuada de las asanas, manteniendo una buena respiración, reaprendiendo a utilizar el diafragma y oxigenando adecuadamente los pulmones. Consiguen encontrar alivio ciertos trastornos como el asma o la bronquitis.

El sistema nervioso es otro gran beneficiado en la práctica de las asanas. Gracias a ellas, el sistema nervioso simpático, encargado de activar la respuesta de lucha o huida y que en nuestra sociedad y en los tiempos que corren suele estar sobreexcitado, consigue entrar en reposo. En su lugar, se pone en funcionamiento el sistema nervioso parasimpático; sus funciones son disminuir la presión arterial y la temperatura corporal, ralentizar el latido cardíaco y relajar la musculatura superficial entre otras. En definitiva, ayuda a que nuestro cuerpo entre en un agradable y curativo estado de reposo.

Sin embargo, la importancia real de las asanas, sin subestimar todo lo anteriormente dicho, es la forma en que disciplina la mente para mantenerla bajo control.  El yogui  utiliza su cuerpo como vehículo para perfeccionarse a sí mismo. Se procura un cuerpo sano y fuerte en el que habitar durante largo tiempo para poder realizar el trabajo interior necesario para alcanzar la liberación del sufrimiento.

Pranayama

Es el control del  prana, la energía sutil y vital que todo lo impregna, por medio del control de la respiración.

Para los yoguis su vida consta de un número determinado de respiraciones, y creen que expirarán cuando esas respiraciones se agoten. Por eso se esmeran en conseguir un ritmo sereno, regular y lento en su respiración.

Independientemente de esta creencia, lo cierto es que respirar de manera lenta y profunda, utilizando correctamente el diafragma y todos los demás músculos que colaboran en la función respiratoria, trae considerables beneficios a quien lo logra: el intercambio gaseoso (absorción de oxígeno y expulsión de CO2) se realizan mejor cuando la respiración es profunda y lenta. Tanto el corazón y el hígado como el bazo se ven beneficiados. El sistema nervioso parasimpático entra en funcionamiento y el simpático descansa…

Pratyahara

Es la liberación de la mente del control de los sentidos.

Dharana

Es la concentración mental y se consigue mediante fijación de la mente en un único objeto o labor. Para lograr este estado de concentración la mente debe ser aquietada.

Dhyana

Es la meditación y ocurre cuando el estado de concentración se mantiene fluyendo de manera ininterrumpida. Entonces el meditador y el objeto meditado se funden y fusionan en una Unidad, desapareciendo la dualidad y disolviendo el ego. Es lo que se conoce como Samadhi.

De todas las ramas del yoga, asana y pranayama son las más conocidas y practicadas en Occidente. Además, cada vez más personas practican ejercicios para mejorar y mantener la concentración, y muchas acuden también a la meditación para mejorar la salud de su mente.  Sin embargo, es difícil encontrar una escuela donde previo a la práctica de asanas, se aborde la observación de los yamas y niyamas. Pero teniendo en cuenta el poder transformador del  Yoga, resulta bastante probable que el camino a la inversa también suceda. Es decir, que tras el tiempo suficiente de práctica constante y consciente de Yoga, el sadhaka o practicante adopte hábitos de vida más sencillos, sinceros y saludables tanto para consigo mismo como para con el mundo que le rodea. De modo que…

¡Hagamos Yoga!

“Una onza de práctica vale más que toneladas de teoría”.
Swami Sivananda

Cristina Herrero es profesora de yoga y meditación en Gaia.



4 Cosas que solo un yogui puede entender

Son bien conocidos por la mayoría de las personas, al menos las que seguimos este blog, los enormes beneficios que la práctica continua de yoga aporta a medio y largo plazo, para la unidad del cuerpo – mente, que es la combinación de los aspectos físicos, psicológicos y espirituales del individuo.

Para conocer bien los beneficios que el yoga nos aporta, te recomiendo este artículo  donde podemos comprender porqué esta forma de ejercicio físico y mental va más allá de una mera disciplina orgánica, porqué se lleva practicando miles de años y porqué ha trascendido épocas y fronteras hasta llegar a nuestros días.

Pero hoy vamos a sumergirnos más allá de los beneficios, hoy veremos qué cosas ve, siente y comprende un yogui realmente.

1-. CONOCIMIENTO GLOBAL DEL CUERPO

Más allá de lucir un cuerpo fibroso, elástico o esbelto, la práctica del yoga aporta a su practicante un conocimiento global y absoluto de su cuerpo. El yogui desarrolla una importantísima cualidad de ESCUCHA y ACEPTACIÓN de su cuerpo, de su energía, de sus límites y de sus fortalezas.

2-. AUTOCOMPASIÓN

Nada tiene que ver el “tenerse lástima” o “ser víctima”, esos términos en yoga no se contemplan, son meras etiquetas occidentales. Cuando en yoga hablamos de compasión, es tomar responsabilidad, es compartir, es aceptar… el yogui cultiva, poco a poco, una compasión para consigo mismo de “querer tratarse bien”, tanto en el plano físico, como en el emocional. Sin confundirlo con la egolatría, solo las personas que están a gusto consigo mismas y se tratan bien, pueden hacerlo con los demás.

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A través de una combinación única de prácticas de yoga, meditación, transformación personal y salud alternativa, te ayudamos a mejorar todo tu ser a nivel físico, emocional y espiritual. Para que alcances tu mayor potencial junto a miles de personas que sienten como tú.


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