Nada Yoga, el yoga del sonido

Nada Yoga, el yoga del sonido
By: Carla Sanchez | Feb. 10, 2016
El Nada Yoga, Yoga del sonido, la voz y la música, es la vertiente de esta disciplina que pone el foco en la vibración sonora como camino hacia el equilibrio psicofísico y espiritual.
Según la mística del Yoga el universo es vibración en estado puro y cuando se creó nació el primer murmullo, lo que conocemos como OM, o la vibración primordial.
El sonido se manifiesta de múltiples maneras en el marco del yoga y sus diversos estilos, abarcando desde la sencillez de la respiración, al canto de mantras, o el kirtan, entre otros, como parte del desarrollo de nuestra espiritualidad (que no religiosidad).
A través del sonido se trabaja la presencia y la conciencia plena, calmando la mente y armonizando nuestras vibraciones a todos los niveles, como si afinásemos un instrumento, para deshacer tensión, bloqueos y estrés, favoreciendo un estado de salud global.
Se dice que existen tres grados de sonido primario:
– El primero se asemeja al sonido producido por el mar, al trueno, al timbal, o a un salto de agua.
– El segundo recuerda al sonido de un pequeño tambor, un gran tambor, o una campana de gran tamaño.
– El tercero es más sutil y agudo, y se asocia al sonido de una campanilla, a la flauta de bambú, a un laúd, o al zumbido suave de una abeja.
Toda esa resonancia nos rodea y se expresa a través del mundo en el que vivimos, desde la música de la naturaleza, a la que el propio ser humano ha creado.
Nuestro sonido natural es la respiración. Una forma de empezar a practicar Nada Yoga es concentrarnos en la vibración que produce el aire cuando inhalamos y exhalamos, escuchando así nuestra propia melodía, y potenciando de ese modo la escucha profunda a nuestro ser.
En una práctica de Nada Yoga se abordan aspectos como:
– El descubrimiento y la apertura de la voz a través de técnicas específicas de pranayama.
– Meditaciones a través de los sonidos asociados a Chakras, o centros energéticos.
– Canto de mantras y articulación del mantra OM, la vibración primordial.
Estos ejercicios también puedes llevarlos a cabo en casa, o en cualquier lugar tranquilo. Allá donde estés tu sonido está conectado con el del universo.
Cita:
(…) y este sonido sagrado [nada] será para el practicante una benigna bendición,
un regalo, así como un extraordinario apoyo para todas sus otras prácticas espirituales.
A través de su Gracia y su ayuda, el practicante comenzará a entender
y a sentir de forma gradual e intuitiva dónde debe ubicarse en sí mismo (…)
A través de nada, el practicante descubrirá lo que significa ser.”
E. SALIM MICHAEL, Nada Yoga and the Way of Inner Vigilante.
El aroma de las castañas

El aroma de las castañas es uno de esos elementos que hacen del otoño una de los momentos más románticos del año. Se apoderan de mercados y calles durante los meses de octubre, noviembre y diciembre, me encantan desde pequeña y he estado esperando ansiosa su llegada.
Mientras escribo este post, en mi cocina se está horneando la primera castañada de muchas tardes calentitas que pasaré bajo una manta leyendo un libro, o viendo una película.
Quizá no sepas que antes de que la patata invadiese Europa, las castañas eran las reinas de la dieta, coronadas como el principal hidrato de carbono durante las estaciones de frío. Frescas duran poco tiempo, pero se pueden secar convirtiéndose en “castañas pilongas”, y también congelar, conservación que las mantiene perfectas en cuanto a sabor y textura.
Tienen fama de engordar y dar gases pero, integradas adecuadamente en la dieta estacional, son un alimento más nutritivo e interesante de lo que imaginas.
- Entran dentro de la categoría de los frutos secos pero a diferencia de estos, su contenido en grasas es muy bajo y son muy ricas en carbohidratos.
- Cualquier hidrato de carbono puede engordar si se abusa de él. La castaña no engorda más que el arroz, u otros cereales a los que se les tiene menos manía.
- Contienen mucha fibra y son un alimento saciante, por lo que pueden ser un complemento fantástico en dietas para regular el peso.
- Contienen muchas vitaminas del grupo B y destacan por su aporte de hierro y potasio.
- Se consideran un alimento energético, perfecto para deportistas, niños, estudiantes y personas que tienen mucho desgaste físico y mental en general.
- Cocidas son más suaves para el estómago y hay que evitar comerlas crudas, la versión que sin duda crea más gases.
- Al poseer hidratos de carbono complejos es un alimento de absorción lenta, lo que favorece el mantenimiento de los niveles óptimos de azúcar en sangre.
Asadas y cocidas están deliciosas, las castañas también son muy apreciadas en repostería y se pueden emplear en múltiples recetas como acompañamiento.
¡Uy ya huele toda la casa a tostadito! qué maravilla, qué ricas y qué sanas. Además de las propiedades mencionadas hay que decir que es una gozada comerlas en la calle cuando hace frío, calientan las manos y son un tentempié perfecto a cualquier hora del día.
“No dejes de disfrutar los manjares del otoño y dale al cuerpo la buena energía que se merece.”