Las posturas de yoga sentado pueden parecer fáciles, pero muchas están lejos de serlo. Con una amplia gama de desafíos, puedes aceptar el esfuerzo o retroceder dándole a tu cuerpo el apoyo que necesita con la ayuda de accesorios bien colocados. En esta categoría encontrarás desgloses de posturas iniciales, como la postura del tronco de fuego (agnistambhasana), hasta posturas avanzadas, como la postura de la cara de vaca (gomukhasana). Muchos de los beneficios de estas posturas sentadas incluyen la tonificación del vientre, el masaje de los órganos vitales y el aprendizaje de cómo aliviar el dolor y las molestias de la espalda baja.

Muchas clases de yoga comienzan y terminan con posturas de yoga sentadas debido a su versatilidad. Las posturas sentadas, que son un buen lugar para iniciar giros y otros movimientos de la columna vertebral, también dan acceso a otros tipos de prácticas de yoga, como la meditación y el pranayama. También encontrará que muchas posturas sentadas ofrecen la oportunidad de trabajar la flexibilidad de las caderas y las piernas. Si una postura sentada te parece demasiado difícil, recuerda que puedes utilizar la ayuda de diferentes accesorios para hacerla más accesible. Por ejemplo, sentarse sobre una manta doblada puede proporcionarle más espacio y comodidad en la parte baja de la espalda. Utilizar una correa para ayudar a alcanzar el pie es otra forma de encontrar espacio para practicar algunas de las posturas sentadas más desafiantes, como la flexión hacia delante de cabeza a rodilla (janu sirsasana) y la flexión hacia delante sentada (paschimottanasana).

En general, verás que las posturas sentadas de yoga te ayudan a desarrollar más fuerza en tu núcleo, tanto en el abdomen como en la espalda. Para disfrutar de todos los beneficios, asegúrate de practicar una amplia gama de posturas sentadas, incluyendo giros, aperturas de cadera y pliegues hacia delante.

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