Posturas de yoga: Vakrasana o media torsión
Posturas de yoga: Vakrasana o media torsión
Por: Gaia | May. 29, 2013
TÉCNICA
Sentado en el suelo, con las piernas extendidas hacia delante. Estirar bien la espalda y la columna hacia arriba.
Sacar un poco los glúteos hacia atrás, para “clavar” en el suelo los isquiones (huesos de la pelvis). Así mejoramos la estática de la columna vertebral.
Flexionamos la pierna derecha y pasándola por encima de la izquierda, apoyamos la planta del pie al otro lado de la rodilla. Este pie derecho se puede llevar tan ariba como sea posible (cerca de la cadera) siempre que no se curve la espalda.
La planta del pie debe permanecer totalmente apoyada en el suelo.
El muslo cerca del abdomen.
Tomando aire, nos estiramos hacia arriba, como si quisiésemos tocar el techo con la coronilla.
A continuación, exhalando comenzamos a girar el tronco hacia la derecha.
La mano derecha se apoya en el suelo por detrás de nosotros.
El brazo izquierdo pasa por encima de la pierna y se apoya contra el lado exterior de la rodilla replegada. Mantenemos el brazo extendido y agarramos la pierna estirada con la mano izquierda.
Si esto no es posible, porque nuestra flexibilidad lo impide, se puede flexionar el brazo poniendo el antebrazo vertical y la mano cerca de la cabeza; o descansar la palma de la mano en el muslo derecho, cerca de la cadera.
Si nuestro giro es mínimo, y esto último tampoco es posible, hay otra posibilidad. Abrazar la rodilla derecha con el brazo izquierdo.
La cabeza gira hacia atrás, para hacer la torsión completa y tonificar los músculos del cuello.
Con la ayuda del brazo izquierdo que actúa como una palanca, acentuamos el giro en la columna. El tronco debe permanecer erguido. Los hombros abajo, lejos de la cabeza.
Después de mantener la postura en la inmovilidad durante unos minutos, debemos deshacer todo el movimiento para volver al centro y hacer el giro hacia el otro lado.
RECOMENDACIONES
En la posición inicial, es importante notar los isquiones en el suelo, y la espalda bien erguida.
Estírate arriba antes de iniciar el giro, de este modo evitarás comprimir los discos.
Evita que los hombros se eleven hacia las orejas. Bájalos y estírate hacia arriba para alejar la cabeza y estirar las cervicales.
El muslo de la pierna en flexión debe estar pegado al abdomen.
Mantén el tronco erguido y evita el encorvamiento de tu espalda.
La cabeza gira hacia atrás pero sin excesiva tensión.
BENEFICIOS
Aporta flexibilidad a la columna vertebral.
Estira y fortalece los músculos dorsales, mejorando curvaturas insanas y previniéndolas (hipercifosis, escoliosis).
Tonifica los nervios espinales.
Mejora el funcionamiento de os riñones y las suprarrenales.
Ejerce un potente masaje a los órganos abdominales, mejorando todas sus funciones.
Alivia el estreñimiento.
Mejora algunas formas de ciática.
CONTRAINDICACIONES
Ninguna. Todo el mundo puede hacer Vakrasana, atendiendo a su movilidad y limitaciones. En caso de hernia discal, es conveniente acentuar la extensión axial inicial y realizar el giro con prudencia.
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Asanas invertidas para elevar el ánimo
He descubierto que cada vez que me siento estancada o bloqueada, hacer algún tipo de inversión me ayuda a ver las cosas desde un nuevo punto de vista.
Con tan sólo unos instantes puedo sentir como toda mi energía parece estar literalmente vuelta al revés y empiezo a sentirme más viva. Ahora hago las inversiones en mi rutina diaria.
Hacer posturas invertidas nos ayuda a cambiar nuestro estado de ánimo y revitalizar nuestra energía. Las dos asanas invertidas que puedes hacer son la vela y el arado. Ambas inversiones son bastante fáciles de hacer y las puedes practicar cada vez que necesites mover tu energía para ver las cosas desde una nueva perspectiva.
• Tumbado bocarriba, coloca las manos en las caderas, justo debajo de la cintura.
• Eleva las caderas y las piernas una posición vertical, pon la columna y las piernas perpendiculares al suelo.