Los mudras

Los mudras
Por: Gaia | Mayo. 15, 2013
La palabra mudra hace referencia a un gesto, una posición de las manos. Pero también hay posiciones de los ojos, del cuerpo y técnicas de respiración que reciben el nombre de mudras. Estas posiciones simbólicas permiten representar determinados estados de la conciencia y además nos pueden llevar a los estados que representan.
En Hatha Yoga se conocen 25 mudras, entre los cuales se cuentan posturas (asanas) y sellos (bandhas) de los ojos y del cuerpo. Y en Kundalini Yoga se practican sobre todo los mudras de las manos junto con las asanas para reforzar su efecto.
Pero no creamos que los mudras sólo existen en determinadas tradiciones. En realidad, nuestra vida cotidiana está impregnada de gestos cuyo origen desconocemos: alzar el pulgar para desear suerte, mostrar el puño en actitud amenazante, estrechar la mano, dar una palmada en el hombro, etc.
En la India los mudras están presentes en todas las actividades religiosas y en las representaciones de los dioses hindúes, los mudras tienen gran importancia, ya que representan las características que identifican a los distintos dioses. Además, en las danzas indias, se representan dramas completos sin palabras, sólo con las manos, los ojos y los movimientos del cuerpo. También en la tradición budista tienen gran importancia los mudras. En las representaciones plásticas de Gautama Buda (como estatuillas o pinturas) concretamente aparecen seis mudras que, sehún la tradición fueron iniciados por el propio Buda: dhyanimudra (el gesto de la meditación), bhumisparshamudra (el gesto del giro de la rueda), dharmachakramudra (el gesto de la exposición de la doctrina), vitarkamudra (el gesto de la concesión de lo deseado) y abhayamudra (el gesto de la intrepidez).
Hay mudras espirituales, es decir mudras que desde la antigüedad se han utilizado en los templos para reforzar la oración y la meditación. También son gestos con los que son representadas las divinidades indias, Cristo, los santos, Buda. Estos mudras simbolizan estados de ánimo interior y rasgos del carácter que el practicante desea alcanzar. También existen mudras de sanación o curación. Son posiciones que se utilizan para reforzar la curación de trastornos físicos y como ayuda a tratamientos médicos. Estos mudras influyen tanto en el plano físico como en el anímico y mental. Cuando se utilizan para mejorar enfermedades crónicas deben practicarse con regularidad, durante algunas semanas o incluso meses. Algunos mudras también pueden usarse como remedio de emergencia (ante un dolor de espalda o ataque de ciática, por ejemplo).
Los mudras pueden practicarse en cualquier momento y lugar, pero es importante observar que su efecto es más potente y rápido si cuando practicamos adoptamos una actitud meditativa y de introspección. Es perfectamente aceptable formar un mudra en un atasco, en el transporte púbico o en la cola del banco; aunque con la debida predisposición a observar la respiración, sentir el contacto de los dedos y mantener la atención en lo que se hace.
En Ayurveda, la medicina tradicional india, a cada uno de los órganos y elementos se les asigna un dedo. En la medicina tradicional china existe el sistema de meridianos, algunos de los cuales tienen su punto de inicio o final en las manos. La tradición yóguica también le asigna un dedo a cada uno de los primeros cinco chakras (los que se encuentran a lo largo de la columna vertebral). La astrología y la quiromancia les asignan a los dedos y a diferentes partes de las manos fuerzas planetarias y distintos aspectos del yo.
A nivel físico y más palpable, diremos que la nuca está directamente relacionada con los dedos, ya que los nervios que la recorren pasan a través de los orificios de las vértebras y llegan hasta los brazos, manos y dedos. La movilidad y la salud de las manos y de la nuca, están por tanto muy relacionadas. Cuando extendemos y separamos los dedos, se produce un reflejo en la zona dorsal que provoca un incremento en la capacidad respiratoria. Las manos y los dedos también tienen una relación directa con el corazón y los pulmones. Ilse Middendorf, experta en el ámbito de la terapia respiratoria, ha demostrado que puede establecerse una relación directa de cada dedo con una determinada zona del pulmón. El índice y el pulgar influyen en la respiración de la parte superior de los pulmones. El dedo corazón en la zona media y el anular y meñique en la zona más inferior. Las vías nerviosas de las manos y de los pies ocupan en el cerebro una zona mucho mayor que las piernas y los brazos. Cuando se palpa y se siente, sobre todo con las yemas de los dedos, la actividad cerebral se entrena.
Cristina Herrero es profesora de yoga en Gaia.
Hábitos saludables y salud natural
Un buen amigo me pidió que le redactase un compendio de consejos básicos para recuperar su salud. Y este fue el resultado: un protocolo de acciones básicas para reequilibrar la salud corporal.
Contiene las reglas más importantes en cuanto a alimentación y otros consejos muy útiles y efectivos para facilitar al cuerpo su estado natural que es de equilibrio saludable.
Lo ideal es que formen parte de tu vida, de tu día a día, aunque si padeces alguna enfermedad entonces es primordial adoptarlos e incorporarlos todos, uno por uno.
Este decálogo trata de medidas de “choque” por tanto es muy básico pero simultáneamente muy completo.
Está basado en que la causa de las enfermedades, desde un catarro al cáncer pasando por todo lo intermedio, es el grado de acidificación y toxicidad de los tejidos del cuerpo. Cuanto mayor sea este grado más grave la enfermedad.
El orden no representa mayor o menor importancia, intégralos en tu vida a tu ritmo, sintiéndote comod@ al hacerlo.
Disfruta…
1 – Hidratarse adecuadamente
Tomar dos vasos de agua templada en ayunas por la mañana, el segundo después de un rato y con limón.
Beber mínimo un litro y medio de agua al día fuera de las comidas.
No beber media hora antes de comer y entre hora y media y dos horas después.
2 -No comer entre horas
Uno ha de sentarse a comer y emplear el tiempo necesario para masticar tranquilamente los alimentos. Y luego hay que permitir al cuerpo hacer la digestión de esa comida sin interrupciones, es decir, sin comer nada más entre horas.
Si se ingieren alimentos antes de dos horas comienza un nuevo proceso digestivo sin que acabe el primero, entorpeciéndolo y generándose toxinas debido a las sustancias sin digerir que van a quedar en el tracto digestivo.
Y si son tres horas mínimo entre comidas mejor.
3 -Ingerir la menor cantidad posible de proteína animal
No sólo no contribuiremos al sufrimiento animal sino que ganaremos enormemente en lo que a salud se refiere. La proteína animal acidifica el organismo y lo congestiona, debilitándolo y preparándolo por tanto para acoger enfermedades de todo tipo.
Hazte tan vegetariano como te sea posible, todos tus órganos y sistemas te lo agradecerán.
4 -Baños de sal
Bañarse en agua caliente con dos kilos de sal. Es un sistema para limpiar la sangre a través de la piel, se denomina diálisis percutánea. Funciona por ósmosis. Ayuda a los riñones en su labor.
Media hora es suficiente y es una forma muy agradable de bajar el nivel de acidificación.
5 -Desechar el azúcar blanco y la sal común
Es la sustancia más acidificante de las que llamamos “alimentos”. Además es una neurotoxina que al ser ingerida provoca una alarma de intoxicación que nos “activa”. El efecto de la cafeína es el mismo.
Además para poder digerirlo el cuerpo necesita calcio y magnesio entre otros minerales y varias vitaminas, con lo que no sólo no aporta nada sino que consume nutrientes.
En su lugar podemos consumir panela o miel ecológica.
La sal refinada, considerada tóxica por muchos autores, no tiene ningún alimento, sino que causa entre otras cosas trastornos en el metabolismo celular. El cloruro sódico son sólo dos elementos químicos, algo muy alejado de los más de ochenta que tiene la sal del mar sin refinar o la sal gema. Estas últimas son las sales sanas y nutritivas para el organismo.
6 -Tomar fruta, pero sin mezclar con otros alimentos
La fruta es primordial para la buena salud pero ha de comerse separadamente, nunca como postre. Si no se hace así hará que los alimentos no se digieran correctamente ocasionando que haya restos sin digerir que generan congestión y atraen bacterias.
7 -Abandonar los edulcorantes artificiales
Estas sustancias como el aspartamo, el sorbitol, el maltitol, etc. son cancerígenas y están relacionadas con fibromialgia y otras enfermedades de las denominadas “raras”. Son sustancias cientos de veces más dulces que el azúcar y cientos de veces más baratas para la industria, que además aprovecha para venderlo como producto saludable “sin calorías”.
Son generadas en laboratorio y por tanto completamente artificiales.
8 -Utilizar cosmética natural
La lista de ingredientes de dentífricos, desodorantes, cremas faciales y corporales, geles, jabones, productos de maquillaje, etc. es de lo más artificial imaginable. Estos productos penetran en el cuerpo a través de la piel, y es como si nos los comiéramos.
Afortunadamente existen multitud de marcas de cosmética natural o consciente cuyos productos son sanos y saludables porque simplemente son mezclas de esencias, aceites, plantas y productos de la naturaleza tal cual.
9 -Mantener el colon limpio
Cuando defecamos es fácil observar en el inodoro que los excrementos son pegajosos, lo son también en su recorrido por el intestino grueso. De modo que se van acumulando capas y capas de inmundicias.
Si pensamos que la labor del colon es absorber agua (entre dos y tres litros por cada digestión) y electrolitos concluiremos que absorbemos unos 12 litros al día de aguas fecales, porque ese agua ha pasado a través de esa capa, más o menos gruesa de excrementos “fosilizados”. Nos intoxicamos varias veces al día al reintegrar en el cuerpo todas las toxinas de esa “infusión putrefacta”.
La ganancia en salud al someterse a una hidroterapia de colon 3 o 4 veces al año es incalculable.
10 -Las medicinas lo más lejos posible
Las medicinas atrofian la capacidad autocurativa del cuerpo, y TODAS poseen efectos secundarios de todo tipo y condición. Para curarse el cuerpo necesita desintoxicarse y alcalinizarse, NADA MÁS. (De esto trata este decálogo). Mientras no se haga eso estamos condenados a pasar de una dolencia a otra, de una enfermedad a otra. Y abocados a consumir medicinas y más medicinas.
Es importante entender que las medicinas no curan, sólo atenúan o aplacan los síntomas, pero los síntomas no son la enfermedad.
La única curación, la curación real se produce cuando el cuerpo recupera su equilibrio, y lo está haciendo continuamente, día y noche, simplemente hay que facilitarle esa labor.
Y si hay que recurrir a las medicinas, que sean las recetadas por terapeutas naturales, cuyos remedios no curan en sí mismos, sino que simplemente ayudan al cuerpo a hacerlo.
David García Ávila. Director Yoga Art Studio.
Durante nuestro RETIRO DE INMERSION EN EL YOGA PROFUNDO EL PUENTE DE MAYO 2016 tendremos ocasión de tratar y vivir estos principios a lo largo de 4 dias.
Todos los detalles en www.YogaArtStudio.com
Gracias