No quiero hacer esa postura de yoga

No quiero hacer esa postura de yoga
Por: Séfora Bermúdez González | 04 de Mayo, 2017
La asana es una postura de yoga con la que se busca mejorar tu cuerpo y tu mente. Hay diferentes tipos de asanas: de pie, de flexión posterior, flexión anterior, torsiones, posturas de equilibrio, invertidas, de relajación y meditación. Es normal tener preferencias por un tipo según tus características físicas y mentales. Así, hay algunas que practicarías todos los días y hay otras que no practicas voluntariamente.
No quiero hacer esa postura de yoga
Todos hemos tenido alguna vez una asana que no nos gusta y que nos produce rechazo.
Cuando nuestro profesor nos indica su práctica, mentalmente nos quejamos y deseamos que pase rápido. Durante los siguientes minutos resoplamos y miramos a los compañeros que muestran un excelente dominio de la postura que nosotros no tenemos mientras nos tiemblan los músculos.
Pues esa es la postura que más hemos de practicar. Cuando mental y físicamente rechazamos una asana es de la que más podemos aprender.
Debemos preguntarnos:
- ¿Por qué no me gusta esta postura?
- ¿Contra qué estoy luchando?
- ¿Tengo una dificultad física real o mental?
Mi postura odiada
Cuando yo sufría migrañas (hace ya diez años que las he eliminado de mi vida), mi postura odiada era Padahastasana o postura de las manos a los pies o cigüeña. Esta postura permite:
- Flexibilizar los músculos de las piernas
- Flexibilizar los músculos de la espalda
- Alarga la columna
- Mejora la postura
- Es positiva para la digestión
Cuando la realizaba la sangre martilleaba mis sienes, las piernas me temblaban y me incorporaba en varias ocasiones, deshaciendo siempre la postura varias veces si tenía que mantenerla estática.
Un día mi profesora nos dijo: “dejad de luchar mentalmente contra la postura, dejad ir”. Para mí fue toda una revelación. Mi discurso mental era de lucha. Justo entonces cambié mi discurso interno y fluí. Mis piernas dejaron de temblar, mis manos alcanzaban el suelo con facilidad y mi sangre fluía con normalidad.
Aprendizaje fuera de la clase
Esta es una postura de introspección, de analizarse a uno mismo. Al salir de la clase comprendí que aquella postura era un reflejo de mis dificultades vitales.
Yo luchaba internamente y de forma intensa contra las situaciones que no me gustaban. Apliqué lo aprendido y comencé a dejarme llevar en mi día a día. Ya no había lucha en mi vida. Este ha sido uno de los mayores aprendizajes que el yoga me ha dado en mi vida.
Ahora Padahastasana es una de mis posturas favoritas.
Y tú, ¿cuál es tu postura odiada?
Explora las posturas de yoga
En el Yoga existen una enorme variedad de posturas, también conocidas como asanas, su nombre en sanscrito. En este vídeo te describimos los principales grupos de posturas que existen en la práctica del yoga y cuáles son sus principales beneficios.
INGRESA TU EMAIL SI QUIERES RECIBIR LAS ÚLTIMAS NOTICIAS DE GAIA
Al introducir tu correo electrónico, aceptas nuestros términos de uso y políticas de privacidad
Suscríbete a Gaia ahora. Tenemos nuevos contenidos exclusivos cada semana para ti.
¡Elige la oferta que más te conviene y comienza tu camino de transformación con Gaia!
Posturas de yoga: Setu bandhasana

Setu significa “puente”, bandha “formación”, la traducción completa sería: ‘Postura de formación de puente’.
Es el complemento y compensación de Sarvangasana (postura sobre los hombros) y Halasana (postura del arado)
TÉCNICA
-Tumbados boca arriba con los brazos a lo largo del cuerpo y las rodillas flexionadas al ancho de las caderas, procuramos alinear bien los talones y los dedos de los pies para que apunten hacia delante.
-Al inhalar, empujamos con firmeza los pies contra el suelo mientras levantamos las caderas y despegamos la espalda del suelo.
-Con los brazos extendidos hacia los pies, unimos las palmas y entrelazamos los dedos. Presionamos el borde exterior de las manos contra el suelo, a la vez que levantamos bien la cadera y presionamos con los talones el suelo, apoyándonos sobre la parte superior de los hombros.
-Llevamos el mentón hacia el pecho, manteniendo el cuello largo.
-Nos impulsamos hacia arriba gracias a la parte delantera de los muslos, sintiendo cómo el coxis se acerca a las rodillas.
-Para los alumnos más avanzados, existen multitud de variantes:
a-.) Colocar las manos debajo de la espalda, al tiempo que los pies se ponen de ‘puntillas’ con el objetivo de incrementar el grado de extensión.
b-.) Subir primero una pierna y después la otra. Pudiendo sostener la postura con solo una pierna en el suelo o hacerlo de forma dinámica: al inhalar subimos la pierna derecha, al exhalar la bajamos; al inhalar, subimos pierna izquierda, al exhalar la bajamos…
c-.) Venir desde Sarvangasana o ir a ella después.
RECOMENDACIONES
1-. Es imprescindible que la base esté bien construida, porque si no el resto de la postura se resentirá y será necesario volver a construirla desde el principio.
2º. No dejamos que las rodillas y pies se abran hacia fuera.
3º. Sensación constante de “hombros lejos de las orejas”.
4º. Si se padece ciática, lesiones en rodillas, lumbalgias o cualquier patología asociada, no se aconseja realizar esta postura.
BENEFICIOS
– Relajación profunda en cuello y hombros
– Estimula la circulación y estira los órganos abdominales, produciendo un suave masaje.
– Si se está atento, refuerza la musculatura pélvica y del periné.
– Flexibiliza y fortalece la espalda.
– Expansión torácica.
– Estimulación de los nervios espinales.
Si quieres practicar esta postura de extensión con el puente y aventurarte en otras un poco más complejas, te invitamos a esta práctica guiada por nuestro profesor Igor de Gracia “Claves de las extensiones hacia atrás”
Únete a la comunidad Aomm.tv, te esperamos.