Cómo ser buena profesional, yogi, estar embarazada, y ¡no morir en el intento!

Cómo ser buena profesional, yogi, estar embarazada, y ¡no morir en el intento!

Quién me iba a decir que escribiría este post estando embarazada de 7 meses. Además de ser profesora especializada en yoga pre y postnatal, mi propia experiencia, está siendo la mayor de las escuelas. Y, hablo en primera persona cuando digo que, si estás embarazada, ahora más que nunca, ¡tienes que moverte!

Cada vez más mujeres asumen la aventura de ser mamás después de los 35, condicionadas, a veces sin darse cuenta, por sus aspiraciones profesionales. A esto hay que sumar la valentía de muchas apostando por la maternidad monoparental, y la gran diversidad familiar que se va abriendo paso poco a poco. Sea cual sea el escenario, ser madre en nuestro caótico, exigente y acelerado estilo de vida es un reto que solo va a más.

El Yoga acude en nuestro auxilio para ayudarnos a pisar el freno, a re-conectar con nosotras mismas y a crear espacio para uno de los momentos más especiales de la vida de cualquier mujer que desea ser madre.


Te compartimos el trailer de “Yo me respeto¨. A través de este mantra sanador y de la respiración consciente, Carla Sánchez nos invita a explorar la responsabilidad que tenemos sobre nuestra salud. Para ello, es indispensable cuidar de todo nuestro ser; nuestro cuerpo y pensamientos, así como nuestras emociones, reconociendo y entendiendo que tenemos la capacidad individual de elegir en todo momento. Siéntate cómodamente mientras Carla te guía hacia una mejor compresión de tu salud y bienestar.

Continúa…

Se entiende como Yoga prenatal la rama de esta disciplina que se enfoca en asistir a la futura mamá desde el momento de la concepción hasta el parto. El objetivo es preparar el cuerpo y la mente para alojar una nueva vida favoreciendo la adaptación anatómica al crecimiento del bebé, previniendo molestias y lesiones propias de esta fase vital y preparándola para el trabajo de dar a luz.

Y es que traer a un nuevo ser al mundo requiere, literalmente, empezar a hacer hueco, crear espacio físico en el cuerpo por causas evidentes. Mental, para ir asentando la idea de lo que está por venir. Pero, sobre todo, espacio dentro de la vida misma, porque está a punto de dar un giro de 180º.

Además, el periodo de gestación lleva implícito un cúmulo de sentimientos profundos e intensos que pueden ser muy contradictorios y se amplifican debido a la carga hormonal en aumento.

Por un lado, está la inmensa alegría que supone la noticia, la ilusión, las expectativas que nos hacemos sin darnos ni cuenta; pero también, aparecen miedos e inseguridades de todo tipo (a que el embarazo no evolucione, a que haya problemas, miedo al dolor del parto…) y no siempre el ambiente es el idóneo para expresarlos.

Todos estos aspectos se pueden trabajar también a través de la práctica de asanas y la meditación, fortaleciendo ese espacio mental y emocional de manera segura, porque la realidad es que ser madre se convierte en una montaña rusa desde el momento en que te quedas embarazada.

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Te compartimos ésta breve meditación de guiada por Carla Sánchez orientada a amplificar la elección de pacificarnos ante cualquier contratiempo, ante un disgusto, ante la tristeza acumulada… El mantra presente será: ¨Paz, Paz, Paz.¨

 

Las fases del embarazo

Tanto si ya practicas yoga como si es la primera vez que te acercas a esta técnica, hay que tener en cuenta que cada trimestre tiene unas necesidades específicas que conviene tener presentes y que determinarán el tipo de clase más adecuado para cada mujer.

Por supuesto, tu propia práctica y tus niveles de energía también marcarán la pauta.

Es cierto que cada una de nosotras es un mundo y los embarazos son todos únicos, incluso la misma madre puede vivir experiencias opuestas entre un primer y un segundo bebé. Pero los factores comunes también juegan un papel importante y trazan un arco que facilita el camino. Vamos a recorrerlo juntas.

Lo habitual es estar muy cansadas el 1º trimestre, tener somnolencia, falta de energía y sufrir náuseas y vómitos en mayor o menor medida. Estás para poca fiesta y todo tu cuerpo se pone en modo incubadora favoreciendo la implantación del embrión que es una fase crucial; no podemos perder de vista que los tres primeros meses están considerados de riesgo y no es el momento de volverse loca haciendo ejercicio y muchas actividades, incluso si tienes vitalidad de sobra. Lo ideal es parar a escucharse.

El 2º trimestre se caracteriza por una subida de la energía que nos permite estar más activas. Por fin apetece más movimiento, hacer cosas y, aunque empieza a aparecer la barriguita y en ocasiones algunos síntomas del 1º trimestre perduran, en general nos encontramos mejor y es un buen momento para volver a retomar las clases presenciales y online, hacer deporte y establecer una rutina que nos acompañe hasta el final.

En el 3º trimestre se hace tangible y cada vez más real el hecho de que hay una criatura en tu interior que se mueve ¡y mucho! patalea y que va a nacer pronto. Todavía puede haber mucha energía pero el aumento del tamaño abdominal nos lleva de manera natural a tener que hacer cada vez más cambios para estar cómodas, además de que pueden aparecer malestares circulatorios, dolores de espalda, dolores en las costillas y alteraciones en el descanso. También es el momento de prepararse para el parto.

Este es el trimestre en el que yo me encuentro ahora mismo y mis síntomas son de manual. Estoy ejercitando la paciencia, cada vez medito más y los desórdenes del sueño que estoy experimentando me los tomo como un entrenamiento de cara a la llegada de la bebé. Creo que no te lo he dicho aún, ¡estoy esperando una niña!


Te compartimos esta práctica enfocada en la relajación para el buen dormir, llevando calma y bienestar a tus músculos, mente y emociones.

Siéntate o túmbate y déjate guiar por Carla para incrementa tu luz interior y tranquilidad… se dice que media hora de yoga nidra equivale a 2 horas de sueño profundo.

 

Dentro y fuera de la esterilla (mat)

Debido al impacto del embarazo en la anatomía femenina y los cambios que se van dando en cada trimestre, es básico re-aprender los movimientos, las posturas y, en definitiva, adaptar la práctica desde el minuto uno, pero no solo en el mat sino también en el trabajo y en hábitos tan elementales como la postura en la que duermes. Todo suma.

En tu esterilla

Si eres nueva en el yoga mi recomendación es que acudas a clases y sigas un programa específico para el embarazo, mejor si son presenciales para poder disfrutar de los ajustes y aprender bien las variantes prenatales. Y si no te es posible, entonces escoge un buen programa prenatal online.

Si ya eres una yogini experimentada te invito a combinar clases prenatales con tu práctica habitual adaptada. Es importante que tu profesor sepa de inmediato que estás en estado y también que tenga cierta experiencia en este campo para guiarte bien pero, sin duda, ir a clases de prenatal te dará mucha más  seguridad y autonomía.

En ambos casos, algo muy bonito y mágico que se da en el yoga prenatal es la oportunidad de conocer a otras mujeres embarazadas, de conectar con alguien que está en la misma situación que tú, poder compartir con quien te va a entender mejor que nadie y crear tribu; recuerda que es un momento único y especial con sus luces y sus sombras. ¡Vívelo al máximo!

En cuanto a la versión online, me ha hecho especial ilusión grabar el programa durante mi propio embarazo y compartiendo mi experiencia y sensaciones. Confío en poder generar esa atmósfera también a través de la pantalla.

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Detrás de cámaras. Yoga Pre-natal con Carla Sánchez

Trabajando

Siempre digo que el yoga más auténtico y desafiante es el que tenemos que hacer cuando volvemos a enrollar el mat.

El embarazo nos desafía a ser creativas en el entorno de trabajo y también nos da los mejores recursos para poder aguantar la cantidad de horas al día que pasamos de pie o sentadas, afrontando en paralelo los continuos cambios físicos y de energía sin que la factura que nos pase sea demasiado alta.

Pautas tan sencillas como parar cada dos horas para levantarte de la silla y hacer mini rutinas de estiramiento puede marcar una gran diferencia. Y si trabajas de pie al revés, siéntate pero muévete, hay secuencias de ejercicios que se pueden hacer en silla y funcionan de maravilla.

Algunos de mis mejores trucos son:

> Trabajar con los pies en alto. Es básico contar con una mesa de trabajo amplia y si no la tienes, quizá tengas que cambiar eso temporalmente. Hazte con dos sillas más y colócalas a los lados de manera que puedas estar sentada frente a tu ordenador pero, en lugar de dejar los pies apoyados en el suelo, súbelos a las sillas para quedarte con las piernas abiertas.

Lo sé, no es nada glamuroso, pero te vas a ahorrar un montón de  molestias circulatorias que solo van a más cada mes y que empeoran con el calor si te toca un embarazo veraniego, así que pruébalo. Para mí está siendo la salvación.

> Torsiones suaves en la silla. Ante espaldas cargadas los giros de columna son el mejor antídoto, sobre todo en los meses de más peso en la barriga. 10 minutos de torsiones combinadas con estiramientos laterales te darán mucho alivio y te ayudarán no solo a descargar sino a mejorar tu respiración y tus niveles de vitalidad.

> Respirar. Si hay una aliada del embarazo es nuestra respiración, ¡sirve para todo! Para recuperar energía, para aumentar el foco, para descansar la mente, para relajarte

No dudes en levantarte de la silla y abrir una ventana o salir a la terraza si la tienes. Unas buenas inhalaciones y exhalaciones te dejarán como nueva, mejor aún si conoces alguna técnica de Pranayama, nunca falla.

El sueño

Dormir a medida que el embarazo avanza es todo un ejercicio de yoga restaurativo. Te adelanto que necesitarás unas buenas almohadas e imaginación para adaptar las posturas a tus sensaciones, a la recomendación médica de dormir hacia el lado izquierdo y poder descansar medianamente bien.

La buena noticia es que tu práctica de yoga te ayudará a conocerte mejor, a escuchar más a tu cuerpo y a ser cada vez más intuitiva.

¡Lo conseguirás!

Momento de meditar

La meditación es otro de esos salvavidas que agradecerás tener a mano durante toda la gestación.

-En el 1º trimestre te ayudará a no crear expectativas y a aceptar el momento presente con lo que venga, pero también a aliviar los niveles de ansiedad propios de los miedos que surgen.

Para mí, escuchar audios de hipnosis prenatal ha sido un descubrimiento y me han ayudado a estar en calma todo este periodo.

-En el 2º trimestre la meditación crea puentes entre tú y tu futuro bebé; es una forma preciosa de conectar con la vida que crece en tu interior y de empezar a disfrutar más de lo que está pasando, así como una forma muy sana de lidiar con tus emociones.

-En el 3º trimestre meditar también será una forma efectiva de prepararte para el gran momento, afrontar los miedos al parto, darte serenidad y recibir al nuevo miembro de la familia conscientemente.

Igual que la práctica de asanas, la meditación se adapta a ti y a lo que necesitas, úsala a tu favor.

Si estás embarazada y necesitas ese apoyo virtual, te invito a explorar el nuevo programa de yoga prenatal en Gaia que se estrenará el próximo mes de Agosto. Estoy segura de que será un complemento muy útil para ti en los próximos meses de aventura. ¡Qué los disfrutes!

 



Vrksasana: 6 Claves para conseguirla

Hoy queremos ayudaros con algunas claves para profundizar en una de las posturas de yoga esenciales de equilibrio: VRKSASANA o la postura del árbol. En este enlace puedes ver la ficha completa de la postura vrksasana: técnica y beneficios.

Así como las raíces de un árbol se convierten en la base de su tronco y sus ramas, nuestros pies y piernas actúan como soporte de la parte superior del cuerpo y nos permiten mantenernos erguidos con fuerza y elegancia. Las posturas en equilibrio demuestran nuestro estado mental, ya que es necesario concentrarse para mantener la estabilidad cuando la mente salta de un pensamiento a otro sin cesar.

 Vrksasana se construye con la planta del pie apoyada en la cara interior del muslo contrario; sin embargo, no todo el mundo goza de la suficiente flexibilidad para llegar a él. Lo que se propone en estos casos es apoyarse en la cara interior del TOBILLO contrario, NO LA RODILLA, ya que se trata de una articulación delicada, en la que recae gran parte del peso corporal, pudiendo desestabilizarla.

Una vez hayamos decidido o comprobado, como vamos a construir la base de nuestro árbol, nos centraremos en elevar el tronco, como si quisiéramos separarlo de las caderas.

Es muy importante que las caderas estén niveladas, evitando que una suba más que la otra.

Dejaremos los brazos por encima de la cabeza y presionaremos una palma contra la otra, de manera que queden los brazos muy activos, sin causar tensión en el cuello. Si logramos mantener esta postura, podemos avanzar y abrir los brazos, como si fuesen ramas y dejar que la energía de la Tierra nos inunde.

Para hacer una buena y sólida base, no debemos estirar la pierna de apoyo en exceso, bloqueando así la rodilla. La dejaremos estirada y activa, pero con una microflexión en la rodilla. También es un punto fundamental, sentir que el dedo pulgar del pie se clava en el suelo a modo de ‘ancla’.

Para facilitar esta postura, podemos apoyarnos con una mano en la pared, y con la otra sujetarnos el tobillo. Es importante recordar, que en la práctica de yoga la compasión y la honradez con nuestro cuerpo, sus posibilidades y sus límites, son un elemento esencial.

Esperamos que después de estos sencillos consejos, os animéis a seguir profundizando en esta reconfortante y desafiante postura. Os proponemos esta práctica guiada por nuestra profesora Harmony Hannigan “Serenar el sentir” enfocada en calmar las emociones y elevar la energía hasta el corazón.

Os esperamos en Aomm.tv

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