Bloque o ladrillo de yoga
Los soportes en la disciplina del yoga son un complemento que no debería faltar en ninguna escuela, gimnasio o estudio. Los más importantes son: bloques, mantas, bolsters, cinturones, sillas y la propia pared. Es centros del estilo Iyengar la gama de accesorios es más amplia e incluye correas que cuelgan de paredes y techo. Su función es ayudar al alumno en su práctica, hacerla más accesible y profundizar en el conocimiento del cuerpo.
Y es que cada persona es un mundo. Cada uno de nosotros tiene una anatomía única, una condición articular determinada, un grado de flexibilidad base y unas aptitudes naturales para según qué cosas. El uso de soportes convierte esa máxima que no me canso de repetir en una realidad tangible: “el yoga se adapta a ti”.
No existe un requisito específico para el empleo de soportes. Ya seas principiante, o tengas un nivel avanzado, servirte de estos sencillos instrumentos en ciertas posturas puede llevarte a descubrir sensaciones nuevas, te ayudará a profundizar y a darle un sentido diferente a tus rutinas de yoga.
Si en el centro al que vas habitualmente no los hay puedes hacerte con tu propio kit, también para utilizarlo en casa, o cuando vas de viaje. Pesan poco en la mochila y no ocuparán mucho espacio; merece la pena hacerse al menos con un cinturón y un bloque.
Para aprender a utilizarlos correctamente es necesario tener orientación, por lo que voy a dedicar un post completo a cada uno de ellos esperando que te sirva de guía inicial.
Empecemos por el bloque o ladrillo de yoga
Lo hay de diversos materiales, madera, corcho, o goma espuma y la densidad del componente hace que su peso varíe, pero no el tamaño.
El de madera es el más estable, ideal para asistir en posturas de pie, o que requieren equilibrio; también aporta más estabilidad a personas mayores, o para quien no controla bien su peso en movimiento.
El de corcho o espuma es muy ligero y sus bordes suelen estar algo redondeados haciéndolo adecuado para ponerlo debajo de distintas zonas del cuerpo. Si se va a mantener la postura por un tiempo es más cómodo.
Los ladrillos van especialmente bien cuando falta flexibilidad en las piernas, si acusas tensión puntual en esa musculatura, o si tienes agujetas. Actúan como un alargador del brazo a la hora de llegar al suelo o los pies; lo puedes colocar en vertical u horizontal, la posición que mejor te vaya según tu elasticidad.
Ayudan en el aprendizaje profundo de la alineación articular y también proporcionan asistencia a la hora de estirar la espalda (aunque llegues perfectamente a tocarte los pies) y a relajar la zona lumbar.
En posturas como Uttitha trikonasana o Triángulo, un ladrillo otorga equilibrio y marca una distancia con respecto al suelo, que favorece que entiendas mejor cómo ejercer el alargamiento del costado. Este uso es adecuado tanto para personas que comienzan a familiarizarse con el asana, como para aquellos que quieren conocerla de forma precisa.
Asiste también si te molesta el área lumbar, haciendo que la postura sea menos exigente en esa zona de la espalda y que el foco esté en otras partes del cuerpo.
Hay posturas en las que te ayudará a avanzar; es el caso de Paschimottanasana, o postura del Libro. Colocando un ladrillo delante de los pies, asientas la posición correcta de los mismos y desafías la musculatura posterior de las piernas; el foco está en un correcto alargamiento de la columna manteniendo las piernas estiradas.
Otro ejemplo de uso es colocar un bloque bajo la espalda para favorecer una buena apertura de pecho y que a la vez sea amable con la columna, o resulte relajante. Es perfecto para personas con problemas cervicales, o simplemente para ayudar a generar una extensión espinal más suave cuando se hacen variaciones de Matsyasana, la postura del Pez.
Estos son sólo algunas formas de uso que puede tener un bloque dentro de la práctica de yoga, las adaptaciones son diversas.
Para conocer los soportes a fondo, te animo a consultar a tu profesor y empezar a experimentar con ellos, te van a sorprender y descubrirás un enfoque diferente de las posturas, ya que ayudan a adquirir una comprensión más clara de la alineación que trabaja el yoga y a disfrutar más profundamente de algunas asanas.
Puedes comprarlos en distintas webs donde se vende material de yoga y en cada vez más tiendas de deporte; la inversión es mínima, no son materiales caros y duran muchísimo tiempo. ¡Todo son virtudes!
Enlazando posturas – Andrea Marcum
Esta sabrosa práctica de apertura de caderas y corazón con Andrea Marcum te dejará en un aprieto. No la clase de aprieto en el que te podrías encontrar si expones demasiado tus caderas y tu corazón en una fiesta. Nuestro alegre festejo te llevará a nuestro guerrero interior, desafiando nuestra fortaleza y nuestra flexibilidad tanto del cuerpo como de la mente. Tomaremos el camino que lleva al guerrero atado completo y tendremos una escala en el paraíso antes de la finalización del viaje. Claro que una vez que hayamos bombardeado tu corazón y tus caderas, lo que hagas con ellos a partir de ese momento es asunto tuyo.
Elementos: 2 bloques y una correa
Unión mente-cuerpo en estado puro
Dentro de la colaboración que Aomm.tv tiene con Yoga Journal está este artículo que os compartimos hoy. Se trata de un inspirador texto escrito por Marcos Jassan sobre la unión mente-cuerpo.
Nuestro cuerpo es un efecto del alma que lo causa, y en el proceso de manifestación se involucran la conciencia, la mente y la energía con la que lo expresan. Esta energía vital y emocional en sánscrito la llamamos Prana.
En el cuerpo proyectamos nuestras áreas de oportunidad de aprendizaje. Los síntomas del cuerpo que nos llaman la atención nos invitan a la toma de responsabilidad para el desarrollo y evolución de nuestra conciencia, de aquí, que nuestra conciencia corporal sea una pieza clave para el desarrollo de la conciencia ulterior.
La conciencia corporal implica el enfoque de la mente en la realidad objetiva física. El concepto básico está en concentrar los cinco sentidos de la percepción en lo que sucede ahora en el cuerpo, en el momento presente, mientras el cuerpo se explora haciendo uso de las herramientas de yoga. Esta exploración es una investigación que nos permite reconocer el rango de capacidad que podemos sentir. No se trata de estirar el cuerpo más allá de los límites de manera forzada, sino más bien, explorar con mucha atención los rangos de movimiento del cuerpo y la relación entre fuerza y flexibilidad de las partes anatómicas y sutiles, con una respiración profunda y calmada. El objetivo es lograr despertar la conciencia que nos permita distinguir entre las sensaciones corporales, entre qué gesto del cuerpo nos hace bien y qué gesto ha llegado a su límite de seguridad o de propósito. Este discernimiento es un síntoma de la existencia de la conciencia y la falta de discernimiento es la inconsciencia.
La mente tiene su primer y más básico componente anatómico en los cinco sentidos de la percepción. Y cuando nuestros cinco sentidos perciben al cuerpo y a la energía que lo mueve, entonces es cuando la mente se conecta con el cuerpo. Cuando este discernimiento de la conciencia se despierta y la mente está conectada con el cuerpo, llegamos a la experiencia del aquí y ahora, simple y sencilla.
Traer nuestra mente al cuerpo es un arte que ha inspirado a muchos a tomar las herramientas de yoga y lograr este objetivo.
Os invito a ver esta práctica 'Conciencia corporal' acerca de las siete plataformas corporales, en donde planteo las bases del alineamiento corporal de acuerdo al “Mantra de Tadasana”, una letanía de acciones detalladas de cada plataforma anatómica para apilar los huesos con acciones musculares y así, con la estructura en equilibrio sea una fuente generosa para el auto conocimiento.
Cuando encontramos el alineamiento equilibrado, encontramos el silencio, y se nos revela no solo una fuente de paz, sino una fuente de la energía vital que es conciencia.