La pelvis neutra y el imprint

La pelvis neutra y el imprint
Por: Gaia | Jul. 10, 2014
POSICIÓN NEUTRA
Es cuando se mantiene la curva natural de la zona lumbar (Lordosis lumbar): que según cada persona y cada espalda, será más o menos pronunciada) y en la que las crestas iliacas (los ‘huesecillos’ que sobresalen de la cadera en la parte anterior) y el hueso púbico, están alineados en el mismo plano horizontal y paralelo con respecto al suelo.
POSICIÓN IMPRINT
Se refiere a una ligera retroversión pélvica mediante una suave contracción abdominal. Hacemos desaparecer esa curva lumbar, apoyando totalmente toda la espalda baja en el suelo. Las crestas iliacas se acercan hacia las costillas y el hueso púbico queda ligeramente por encima de ellas.
¿CUÁNDO USAR UNA U OTRA?
Ahora que ya sabemos diferenciar las dos posiciones en las que podemos colocar la pelvis durante nuestra práctica de pilates, podemos gestionar mejor el trabajo que vamos a realizar en cada ejercicio.
Como norma general cuando se trabaja con una pierna o las dos en el suelo (cadena cinética cerrada) tenderemos a usar la posición neutra para incrementar el trabajo del transverso abdominal. En ejercicios en las que ambas piernas estén en el aire (cadena cinética abierta) usaremos el imprint, ya que son ejercicios de mayor exigencia física y en los que la zona lumbar puede verse muy comprometida sino se tiene un buen tono abdominal.
RESUMIENDO…
La pelvis neutra debe ser la meta a la que llegar, aunque en algunos casos no será posible hacerla desde el principio, bien por alguna patología específica (hernia, protusión, escoliosis…) o bien por falta de tono abdominal. En cualquier caso, el trabajo en Pilates permite que el cuerpo evolucione y progrese con bastante rapidez, ya que en todo momento respeta su estructura y limitaciones.
Te propongo que empieces usando el imprint y poco a poco vayas soltándote, siempre de manera segura y consciente, en el neutro ¡Cuéntanos tu evolución y sensaciones!
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Cuando una lesión te aparta de tu práctica

Las lesiones son lo más temido por los deportistas y profesionales de la actividad física, pero de lo que ninguna persona, deportista o no, está exenta.
En mi caso sí soy deportista, además, mi cuerpo es mi herramienta de trabajo, y me he lesionado. Me gustaría compartir con vosotros la experiencia física y mental por la que uno pasa cuando aparece la lesión y te aparta de la actividad temporalmente. Posiblemente, más de uno se sienta identificado, en ese caso espero que te ayude a afrontar mejor este periodo de rehabilitación.
Las lesiones pueden producirse por: accidente, mala ejecución de los ejercicios, falta de calentamiento previo o de estiramiento posterior al ejercicio, sobreuso o sobrecarga.
Este último ha sido mi caso, así sin avisar, en el mejor momento, cuando mi cuerpo y mi mente estaban en su clímax energético, con la temporada de carreras a punto de empezar, con el horario de entrenamiento perfectamente organizado, con el inicio del curso y todas las clases hasta arriba… ¿Y ahora qué? Toda esa preparación, todos los planes se vienen abajo y así, de pronto, pasas de estar en el cielo, al lodazal más inmundo. Parece que no habrá salida nunca.
Pero claro que la hay ¡Siempre la hay!
Estos cuatro pilares me han servido para afrontar mi lesión:
– 1º No te deprimas y acepta lo que ahora toca.
– 2º Sírvete de buenos profesionales para que te ayuden en la recuperación.
– 3º Aprovecha para hacer esas cosas para las que antes nunca tenías tiempo.
– 4º Aprende de los errores: si la lesión vino por no estirar o calentar a tiempo, ya sabes…
Ahora es cuando todos mis conocimientos sobre meditación, yoga y pilates cobran sentido. Durante los primeros días, no veía más allá de todas las consecuencias desastrosas que iba a tener durante una temporada. Pero con el paso de los días, cuando realizaba mi práctica de meditación diaria, empecé a tomar como objeto de atención la lesión y observaba los pensamientos, emociones y sensaciones que se iban despertando en mi mente. De ahí, poco a poco, y con muchos obstáculos mentales al principio, empecé a aceptar la nueva situación y, tras consultar con la fisioterapeuta que me trataba, orienté mi entrenamiento hacia el yoga y el pilates. Antes ya practicaba, pero siempre me quedaba corta porque daba preferencia al fitness o al running.
Es sorprendente y emocionante ir viendo que a pesar de no estar al 100% tu cuerpo consigue hacer posturas que antes, estando físicamente más fuerte, no podía hacer. Para mí chaturanga dandasana, kakasana y sirsasana, han sido las posturas que me han revelado cómo una lesión, en este caso, o un contratiempo de la vida, pueden ser la oportunidad perfecta para desarrollar tu autoconocimiento físico y emocional.
Si estás en ese momento, en Aomm.tv te ayudamos y podrás seguir clases de yoga y pilates on line adaptadas a tus necesidades.
Olga Castañeda, profesora de pilates y yoga en Aomm.tv