Posturas de yoga: Trikonasana o triángulo extendido

Posturas de yoga: Trikonasana o triángulo extendido
Por: Gaia | May. 01, 2013
Trikonasana se traduce como la postura del triángulo extendido o la postura de los tres ángulos.
TÉCNICA
De pie, separa las piernas alrededor de un metro y levanta los brazos en cruz, manteniendo los hombros lejos de las orejas y las palmas de las manos hacia abajo. Intenta que la línea que forman los brazos se sitúe paralela al suelo.
Gira el pie derecho 90° hacia la derecha. Gira el pie izquierdo ligeramente hacia la derecha, manteniendo ambas piernas bien extendidas.
Mientras exhalas, alarga el tronco y el brazo derecho hacia ese lado, y ve inclinando el tronco hacia la derecha, cuando llegues a tu tope de estiramiento, apoya la mano derecha en tu pierna derecha, si es posible en el tobillo o en el suelo. Si aún no puedes hacer una inclinación tan profunda, apoya la mano allá donde llegue, en la rodilla o un poco más abajo.Puedes utilizar un bloque como sostén.
El brazo izquierdo debe estar bien extendido y en posición vertical. Seguimos manteniendo la línea recta que forman los brazos.
La cabeza gira, llevando la mirada a la mano que está arriba.
Mantén la postura en la inmovilidad, respirando profundamente y observando las sensaciones que se producen en tu cuerpo.
Cuando llegue el momento de deshacer trikonasana, inspira y vuelve lentamente al centro.
Repite todo el ejercicio hacia el otro lado.
RECOMENDACIONES
Para aprovechar todos los efectos benéficos de esta postura se debe mantener todo el cuerpo en un mismo plano. Es decir, sin flexionar el tronco hacia delante para llegar con la mano al suelo, sino manteniendo el pecho dirigido hacia el frente.
Mantén las piernas y los brazos bien extendidos durante todo el ejercicio.
BENEFICIOS
Tonifica los músculos del cuello, el tronco y las piernas.
Aporta flexibilidad a las piernas y las caderas.
Realiza un masaje por compresión en el hígado al inclinarse sobre el lado derecho, y en el bazo y páncreas al inclinarse sobre el izquierdo, lo que repercute en una mejora de sus funciones.
Mejora el funcionamiento de los riñones y las glándulas suprarrenales.
Aporta flexibilidad a la columna vertebral y apertura a la cintura escapular.
Fortalece los tobillos.
Proporciona un desarrollo equilibrado y esbelto de la estructura corporal.
Abre las fosas nasales por efecto de la torsión en las vértebras cervicales.
Si quieres practicar esta postura, accede a una clase donde podrás explorar esta postura.
No quiero hacer esa postura de yoga

La asana es una postura de yoga con la que se busca mejorar tu cuerpo y tu mente. Hay diferentes tipos de asanas: de pie, de flexión posterior, flexión anterior, torsiones, posturas de equilibrio, invertidas, de relajación y meditación. Es normal tener preferencias por un tipo según tus características físicas y mentales. Así, hay algunas que practicarías todos los días y hay otras que no practicas voluntariamente.
No quiero hacer esa postura de yoga
Todos hemos tenido alguna vez una asana que no nos gusta y que nos produce rechazo.
Cuando nuestro profesor nos indica su práctica, mentalmente nos quejamos y deseamos que pase rápido. Durante los siguientes minutos resoplamos y miramos a los compañeros que muestran un excelente dominio de la postura que nosotros no tenemos mientras nos tiemblan los músculos.
Pues esa es la postura que más hemos de practicar. Cuando mental y físicamente rechazamos una asana es de la que más podemos aprender.
Debemos preguntarnos:
- ¿Por qué no me gusta esta postura?
- ¿Contra qué estoy luchando?
- ¿Tengo una dificultad física real o mental?