4 Posturas para aliviar el dolor de cuello
4 Posturas para aliviar el dolor de cuello
By: Gaia Staff | Jan. 29, 2015
La columna cervical, la parte alta de la espalda y los hombros, son áreas muy sensibles a mostrar tensión, dolor e incluso bloqueo, ante problemas emocionales y preocupaciones. También las personas que trabajan muchas horas sentadas delante de un ordenador, son proclives a este tipo de afección.
Tanto si el dolor de cuello es por tensiones emocionales, como si la causa es por la postura diaria a la que se somete al cuerpo, la práctica de yoga puede ser una verdadera medicina para aliviar los dolores.
Os proponemos esta serie de posturas para aligerar “la carga”, procurando siempre hacerlo con responsabilidad y honrando nuestro cuerpo, respetando sus límites y escuchando cuándo debemos parar. Os invitamos, durante el tiempo que se sostenga cada postura, a respirar con conciencia, profundamente y conectando esa respiración con la zona afectada.
1-.GATO / VACA
Para empezar podemos calentar toda la espina dorsal con este agradable movimiento. Desde cuadrupedia, sintiendo los cuatro apoyos del cuerpo con la tierra, permitiendo que la columna muestre sus curvas naturales y dejando el cuello en línea, inhalamos dejando caer el pecho y el vientre hacia el suelo, mientras elevamos la mirada y el coxis, generando espacio dentro del tronco; al exhalar, redondeamos la columna hacia el cielo, miramos hacia el ombligo y nos dejamos llevar por el profundo estiramiento entre las vértebras.
*Realizamos entre 12-15 repeticiones
2-.GOMUKHASANA (Postura de la cara de vaca-solo brazos)
Intentamos agarrar nuestras manos por detrás de la espalda. Si estamos muy rígidos, usaremos una toalla o un cinturón. Respiramos y sentimos cómo los hombros y el pecho se abren.
3-.UTTANASANA (Postura de flexión al frente)
Haremos una variante a la postura original: entrelazamos las manos por detrás de la espalda y nos vamos flexionando hacia delante. Una vez que estamos “doblados”, dejamos que la respiración y la gravedad se encarguen de ir soltando los brazos hacia delante. Sentiremos una agradable sensación de libertad y descongestión de la parte alta del cuerpo.
4-.BHARADVAJASANA (Torsión del sabio)
Esta simple torsión resulta muy eficaz: al girar la columna a ambos lados, encontramos nuestro centro. Sentados en el suelo, dejamos primero las piernas flexionadas hacia el lado derecho, acercando los pies a las nalgas. Colocamos la mano derecha detrás de la espalda y la mano izquierda sobre la rodilla derecha. Respiramos y nos dejamos llevar, sintiendo cómo la columna sigue creciendo y el cuello soltándose, mientras rotamos. Repetimos la torsión hacia el lado izquierdo.
Os proponemos esta práctica guiada por nuestra profesora Diana Naya: “Flow relajante para cuello y hombros” donde podemos practicar estas y otras posturas que alivien estas molestias cervicales.
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Lumbalgia
La base de la espalda es un complejo entramado de tejidos interconectados que son muy sensibles al movimiento.
Cualquier irritación de los mismos puede derivar en distensión muscular e inflamación.
Muy posiblemente hayas experimentado alguna vez un fuerte y molesto dolor en la parte baja de la espalda, el área lumbar, durante uno o varios días; es un problema muy común y se conoce como lumbalgia, o lumbago.
Su sintomatología se puede presentar entre los 25 y los 65 años por múltiples causas y distintos matices, pudiendo ser desde una complicación transitoria a un diagnóstico crónico. Curiosamente, las personas más jóvenes son más propensas a sufrir lumbalgia por ser más activas.
- Puede ser un dolor leve que dure solo unas horas, o un día.
- Se puede sentir molestias con el contacto, apoyo, o al palpar la zona.
- Dificultad y dolor en respuesta al movimiento, desde leve a severo, impidiendo incluso que la persona camine.
- Molestias que se irradian a otras zonas, como la pierna, el glúteo, o hacia arriba en dirección al cuello.
- Dolorosos espasmos musculares localizado en la parte inferior de la espalda.
Un simple movimiento brusco puede causar distensión muscular, microrroturas de tejidos internos, músculo o ligamento, que después se inflaman. La gravedad la determina el grado de dolor y es importante detectar la causa para decidir el tratamiento a seguir, pasando por hacer correcciones posturales.
En cuanto se siente dolor hay daño y se deben tomar medidas. La primera y más evidente es parar la actividad y entrar en “modo reposo”. Los tres o cuatro días siguientes es muy recomendable suspender las rutinas físicas habituales, incluso las aparentemente más terapéuticas como el yoga, o el pilates suave. No se trata de guardar cama, sino de minimizar el impacto del movimiento para ayudar a los tejidos a bajar la inflamación.
Si tienes dudas visita a tu fisioterapeuta. Debido a la inflamación difícilmente podrá manipular, pero sí darte pautas muy claras sobre lo que debes hacer y lo que no según tus hábitos.
Aplicar frío y calor ayudará a activar la circulación de la zona y a que se recupere más rápidamente. Compresas con guisante fríos, o geles con efecto criogénico para enfriar, una manta eléctrica, o una bolsa de agua caliente para proporcionar calorcito.
Cuidado con atiborrarte de antinflamatorios. Dependiendo de la intensidad de los dolores quizá haya que recurrir a ellos como refuerzo, pero los analgésicos son una trampa, ya que pueden dar la falsa sensación de mejoría, de manera que te saltes el proceso de reposo y derive después en un empeoramiento de la dolencia.
¿Cómo ayuda el Yoga y el Pilates en la prevención de la lumbalgia? pues de dos maneras muy efectivas.
- La primera y esencial es proporcionando conciencia corporal. Ser consciente de cómo te mueves, caminas, te sientas, duermes, de tus gestos diarios influye en mejorarlos de forma que sean más sanos, gráciles y amables para el esqueleto y los músculos.
- La segunda es creando fortaleza y elasticidad. Una espalda fuerte y flexible es menos propensa a lesionarse fácilmente, y de hacerlo, se recupera con mayor rapidez.
- Otra forma de prevenir el lumbago es evitando coger cosas muy pesadas, hacer pequeños estiramientos cada tres horas si trabajas sentado, evitar el sedentarismo, mantener un peso adecuado y, ojo, no hacer hacer deporte sin haber calentado antes y no saltarte nunca los estiramientos de recuperación.
Recuerda que en Aomm.tv disponemos de un programa especial para cuidar la salud de tu espalda, 'Espalda fuerte y sana'.
Más información en: ¿Cómo funciona tu columna vertebral?