Yoga para reducir el sobrepeso
Yoga para reducir el sobrepeso
Por: Cristina Herrero Puig | 16 Mayo, 2017
El sobrepeso y la obesidad son un problema que cada vez afecta a más personas en todo el mundo, ya no solo a Occidente. Los malos hábitos alimentarios y el sedentarismo se extienden como si de una epidemia se tratase, y quien más quien menos, cae en sus redes.
El sobrepeso puede tener graves consecuencias para la salud, como diabetes tipo II, apnea del sueño, hipertensión y ciertos tipos de cáncer. También provoca problemas de espalda y en las articulaciones. Puede crear y empeorar lesiones en las rodillas, tobillos, caderas…
Aparte de las consecuencias negativas para la salud de tener sobrepeso, están las consecuencias negativas de intentar perder peso adoptando dietas que en muchos casos son nutricionalmente desequilibradas y no saludables.
Una reducción extrema de calorías puede provocar una rápida pérdida de peso, pero para que el cuerpo obtenga la energía que necesita, se descompone tejido muscular. La pérdida de masa muscular disminuye el ritmo metabólico, lo cual minimiza el gasto de calorías. En cuanto se abandona esta dieta, el peso perdido se recupera rápidamente, y principalmente en forma de grasa.
Dada la obsesión por la delgadez y los cuerpos esculturales que nos llega desde los medios de comunicación, las personas con sobrepeso pueden ser muy autocríticas. Debido a esta insatisfacción permanente pueden desarrollar niveles altos de cortisol, la hormona del estrés, lo que a su vez aumenta las ganas de comer, mayor ganancia de peso, aumento del estrés y de las ganas de comer… Se convierte en un círculo vicioso del que no es fácil salir.
El Yoga puede ser muy útil para perder peso de diferentes modos. El más obvio se relaciona con la cantidad de calorías que se queman durante la práctica de yoga. Algunos de los estilos más enérgicos como el Ashtanga o el Power Yoga pueden llegar a elevar el ritmo cardíaco hasta un rango aeróbico. Pero incluso practicando otros estilos más suaves y técnicas de respiración también se logra perder peso.
La probada eficacia del Yoga para reducir el estrés, es otro factor importante cuando hablamos de control del peso. Si se reduce el estrés desciende el nivel de cortisol y en consecuencia también se reducen las ganas de comer y la formación y acumulación de grasa intraabdominal.
Las prácticas introspectivas y de meditación son la mejor herramienta para conectar con nuestro interior, observar sin juicios nuestra relación con los alimentos y aprender de ella. La capacidad de sintonizar con las sensaciones corporales que aporta el yoga es clave a la hora de descubrir y comprender que en realidad no tienes hambre, sino que comes por hábito o por una necesidad emocional.
Sentarse a la mesa en actitud meditativa es un buen método para reducir la ingesta de alimentos. No se trata de comer por debajo de nuestras necesidades, más bien al contrario. Solemos comer mucho más de lo que nuestro cuerpo necesita. Comer en silencio, despacio, saboreando cada bocado en lugar de hacerlo leyendo el periódico, frente al televisor o manteniendo una conversación telefónica, te ayudará a saber cuando has comido suficiente.
Todo cuenta a la hora de perder peso, no solo las calorías que se ingieren y las que se queman; también es importante tomar conciencia de cual es nuestra relación con la comida y con nuestro propio cuerpo. La pérdida de peso a través del yoga puede ser lenta y requiere paciencia, pero también es muy efectiva y duradera ya que en muchos casos, el yoga queda instaurado como hábito de vida.
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Si quieres empezar con el yoga te recomendamos esta clase de Igor de Gracia “Alineamiento para principiantes”
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Mirar la vida con perspectiva
Yoga, no es solo hacer el pino con la cabeza”, palabras de Swami Purohit, gran maestro de yoga y meditación.
Mucha gente cuando se embauca en la senda del yoga, se siente atraída por todo tipo de posturas o asanas que se pueden encontrar hoy en día por Internet, marcándose como objetivo no solo conseguir la misma postura, que han visto en una foto, sino superarla, si es posible, llevando esta filosofía al plano físico, alimentando inevitablemente el ego.
Cada persona llega al yoga por un motivo. Personalmente me adentré en esta senda por una tremenda necesidad de reencuentro conmigo misma y de reconectarme con mi verdadero ser. Mi experiencia hasta ahora es haber conseguido más claridad en mi existencia, y más significado en todo lo que me rodea.
En el plano físico progresivamente voy ganando más elasticidad, energía y consciencia de mi cuerpo.
Pienso que el camino del yoga, es como una escalera, vas subiendo los peldaños poco a poco, a tu ritmo, hasta alcanzar una cima que nunca terminaría.
Para dominar la concentración es primordial hacer una práctica constante del desapego, saber abstraerse de lo que nos distrae (Pratyahara), para después conseguir concentrarse en un solo punto (Dharana), completando el aprendizaje con la meditación (Dhyana).
Normalmente todos empezamos por las asanas, la parte física, luego al tener más consciencia del cuidado de nuestro cuerpo, vamos transformando nuestra forma de alimentarnos, consumiendo alimentos que realmente sumen calidad de vida, alimentos vivos, y eliminando los procesados.