Suryanamaskar: el saludo al sol
En India, tradicionalmente el sol es adorado como símbolo de salud y de inmortalidad. Lo honran como el corazón físico y espiritual del cosmos y el creador de la vida misma. El sol también simboliza la integración de todas las almas.
Tiene su origen en las postraciones que realizaban los antiguos hindúes para dar gracias a Dios por dejarles ver un nuevo día.
Tradicionalmente los yoguis lo ejecutan al alba, de cara al sol y en un ambiente agradable y armónico.
Parece ser que ésta secuencia tal y como la conocemos hoy en día, fue creada por el político hindú Bala Sahib en 1929. Para ello se basó en el vyaya, la práctica de los luchadores profesionales, para desarrollar masa muscular y flexibilidad. Pero no obtuvo popularidad hasta 1937, cuando una periodista británica, Louise Morgan, lo aprendió mientras vivió en su palacio en Aundh. Ella lo promocionó a través de su libro “The Ten Point Way to Health” (el sendero de 10 puntos hacia la salud). El Saludo al Sol alcanzó su máxima difusión después de la 2ª Guerra Mundial.
Suryanamaskar es una secuencia de doce posturas que se realizan de manera fluida, una tras otra, al ritmo de la respiración. Pone en movimiento toda la musculatura para calentarla y prepararla para las asanas, aunque también puede ser realizada fuera de ésta, ya que constituye un ejercicio completo en sí mismo ¡Y no te tomará más que unos minutos!
Realmente, son seis posturas que se realizan en un sentido y a la inversa, volviendo al punto de partida.
Si bien es cierto que puede ser practicado por todo el mundo, también lo es que requiere aprendizaje. Si ese es tu caso, no te agobies, concéntrate en aprender primero las posturas, sin preocuparte por el ritmo de la respiración, simplemente intenta continuar respirando sin sofocarte. Cuando hayas aprendido e interiorizado la secuencia de posturas, comenzarás a introducir de manera consciente la fase correcta de la respiración en cada movimiento. Es más fácil de lo que parece.
Suryanamaskar puede ser repetido tantas veces como uno quiera. Al principio comienza con movimientos lentos y suaves, sobre todo si lo haces por la mañana, ya que los músculos todavía están entumecidos. A medida que tu cuerpo se vaya calentando, aumenta el ritmo y la intensidad en tu práctica.
En las posturas 4 y 9, la pierna izquierda se desplaza hacia atrás, estirándose y apoyando la rodilla en el suelo, mientras que la derecha se flexiona acercando pecho hacia la rodilla. De este modo, en la siguiente vuelta se realiza al revés, es decir la pierna derecha se estira hacia atrás y es la pierna izquierda la que se queda delante flexionada. Vemos así que un ciclo completo de Suryanamaskar se compone de dos vueltas de doce posturas cada una. Es importante hacer siempre las dos vueltas, para equilibrar los dos lados del cuerpo, los hemisferios cerebrales y el fluir del prana en los nadis.
Si ya conoces Suryanamaskar y quieres perfeccionar tu práctica, concéntrate en la ejecución correcta de cada postura y pasa de una a otra con movimientos elegantes y ágiles. Mantén un ritmo uniforme en el transcurso de tus Saludos al Sol. No permitas que se convierta en una repetición mecánica de los movimientos. Que tu práctica esté inundada por la atención y la consciencia.
“Esta secuencia es en esencia un humilde acto de adoración hacia la luz y pureza del alma. Es esencial practicar el Saludo al Sol con una actitud de devoción y con su atención hacia adentro en dirección del corazón. Haz de cada movimiento una plegaria en movimiento” Richard Roosen
Cristina Herrero es profesora de aomm.tv
Asanas invertidas para elevar el ánimo
He descubierto que cada vez que me siento estancada o bloqueada, hacer algún tipo de inversión me ayuda a ver las cosas desde un nuevo punto de vista.
Con tan sólo unos instantes puedo sentir como toda mi energía parece estar literalmente vuelta al revés y empiezo a sentirme más viva. Ahora hago las inversiones en mi rutina diaria.
Hacer posturas invertidas nos ayuda a cambiar nuestro estado de ánimo y revitalizar nuestra energía. Las dos asanas invertidas que puedes hacer son la vela y el arado. Ambas inversiones son bastante fáciles de hacer y las puedes practicar cada vez que necesites mover tu energía para ver las cosas desde una nueva perspectiva.
• Tumbado bocarriba, coloca las manos en las caderas, justo debajo de la cintura.
• Eleva las caderas y las piernas una posición vertical, pon la columna y las piernas perpendiculares al suelo.