Jala Neti o ducha nasal

Jala Neti o ducha nasal

Jala Neti o ducha nasal


Por: Gaia |  Mar. 13, 2014

La respiración nasal es la principal fuente de captación de energía vital o prana. Para poder absorber una mayor cantidad de prana es esencial que las fosas nasales se mantengan bien limpias.

El aparato respiratorio segrega una mucosidad con la finalidad de impedir el paso del polvo que hay en el aire hacia los pulmones. Al sonarnos, nos liberamos de una parte de esas mucosidades, pero no del todo.

Existe una técnica de yoga que limpia a fondo la mucosa de la nariz, esta técnica se conoce como Jala Neti.

– El nervio olfativo se beneficia de esta limpieza, al igual que los ojos, gracias a la activación de la circulación sanguínea en las fosas nasales.

– Ademas esta técnica nos protege contra los resfriados. Elimina la mucosidad, suciedad, bacterias y residuos acumulados en las fosas nasales. Facilita y mejora la respiración nasal.

– Al estimular las terminaciones nerviosas de la nariz tiene un efecto tonificante sobre el cerebro.

– Facilita la regulación de los ciclos de ida y pingala.

– Es muy útil en el tratamiento de dolencias como asma, neumonía, bronquitis y sinusitis.

Hay dos técnicas básicas e igualmente sencillas y para nada desagradables.

TÉCNICA 1

Necesitas un tazón con agua salada. El agua no salada provocaría comezón. Añade una cucharadita de café rasa de sal para restablece el equilibrio osmótico con el medio interior. Lo mejor es utilizar agua mineral, a temperatura corporal y preferiblemente que no haya sido hervida.

Mantén el tazón horizontal y sumerge la nariz en el agua. No aspires el agua como haces con el aire. Con la glotis, haz un pequeño movimiento de bombeo en la parte posterior de la garganta. El agua subirá insensiblemente por la nariz, de tal manera que tras algunos bombeos percibirás un gusto salado en la garganta. Evita que entre aire junto con el agua. Para de aspirar y mantén a nariz sumergida en el agua durante algunos segundos, después deja que el agua se escurra sola fuera de la nariz. Repite la operación un mínimo de dos veces.

TÉCNICA 2

Se utiliza un recipiente llamado lota, parecido a una tetera pequeña. Llena el lota con agua salada. La cantidad de sal es alrededor de una cucharada de café rasa para medio litro de agua.

Algunos yoguis utilizan agua tan caliente como pueda soportar, otros utilizan agua fría o a temperatura ambiente. El agua muy caliente desprende mejor y más rápidamente las mucosidades adheridas a las fosas nasales. El agua fría tonifica y endurece.

Introduce el embudo del lota en la ventanilla izquierda de la nariz, e inclina la cabeza hacia la derecha, de manera que el agua penetre por la nariz. Ella sola pasará a la otra fosa nasal. El embudo debe obstruir completamente el orificio nasal. Mantén la boca abierta en todo momento, respires o no. cuando hayan pasado aproximadamente 250 ml de agua de la fosa izquierda a la derecha, cambia el lota a la ventanilla derecha y repite la operación.

Es importante secar bien las fosas y cornetes nasales después de la ducha. Para ello primero inclina la cabeza hacia delante y deja que el resto de agua salga por si sola de la nariz.

El secado se hace por ventilación. Inclina el tronco hacia delante y coge tu muñeca izquierda con la mano derecha por detrás de la espalda. Espira fuertemente por ambas ventanillas, inclinando la cabeza hacia abajo, vuelve a inspirar con fuerza y de nuevo espira por ambas fosas nasales. En seguida inspira y espira inclinando la cabeza hacia la izquierda, después hacia la derecha… continúa así durante uno o dos minutos, hasta que las fosas nasales estén perfectamente secas.

Cuando estén completamente secas puedes poner unas gotas de aceite en cada fosa nasal, puede ser de oliva, almendras, sésamo…

Entra en Gaia y comienza a practicar yoga cuando y donde quieras.



Yoga ahora, que tu cuerpo sea tu maestro

Dentro de la colaboración que hacemos mensualmente con la revista Yoga Journal, se encuentra este artículo escrito por nuestro profesor Mario Silva sobre una de las prácticas de Yoga Dinámico que Mario guia. Práctica que puedes disfrutar en este enlace.

Yoga Ahora, que tu cuerpo sea tu maestro

Para vivir plenamente el presente, ya sea preparando el desayuno, en la ducha, hablando con un amigo o en la práctica de yoga en la esterilla, el cuerpo es la clave para acceder al AHORA. A través del cuerpo y su escucha podemos acceder a un profundo conocimiento de nosotros mismos, allí donde la mente con sus ideas, juicios o proyecciones difícilmente puede llegar.

Esta secuencia de Yoga Dinámico  es una invitación a acercarnos a la esterilla sin expectativas para poder abrazar el ahora, tal cual se da en el momento presente, dándonos cuenta de la disponibilidad del cuerpo y la mente; en definitiva, se trata de hacernos cargo de nuestra propia práctica a través de la experiencia directa.

Como sentido de orientación, invitamos a que cada practicante adapte las posturas y su duración, cambie las secuencias una vez aprendidas y se apoye decididamente en la indagación y auto observación, de tal forma que la práctica brote desde el aquí y el ahora más que desde la especulación mental.

La serie se desarrolla a través de sencillos movimientos repetitivos (ullolas y vinyasas) para explorar en profundidad cómo alargar y ensanchar pies, manos, brazos, piernas y columna vertebral de tal forma que las sensaciones puedan ayudarte a reconocer la calidad en consciencia de tu práctica.

Durante la sesión se invita a reconocer las sensaciones, sobre todo en las zonas más delicadas como cuello y zona lumbar, para que éstas se suavicen y se tornen silenciosas. Para ello, cada alargamiento y ensanchamiento, de manera paciente y continuada, será poco a poco más refinado, sutil y preciso, respetando tus límites, adaptando los tiempos, escuchando lo que dicen tus rodillas, muñecas, hombros…Dándote cuenta, al fin y al cabo, que fuerza y flexibilidad no son relevantes en el yoga.

La repetición de posturas como Balasana (postura del bebé), Hastabalasana (a gatas) o Adho mukha Svanasana (perro boca abajo), nos llevará, entre otros vinyasas y ullolas, a abrir nuevos caminos neuromusculares y una sensibilidad perceptiva especial que, como proceso de auto indagación sincera y honesta, irá revelando aspectos clave del yoga: suavidad, ligereza, mínimo esfuerzo muscular, concentración y ecuanimidad, permitiendo y aceptando todo lo que acontezca, sea o no de nuestro agrado.

Es importante recordar que el cuerpo es nuestro instrumento. Accediendo a él a través de la auto indagación y la consciencia, el trabajo postural cobra verdadera relevancia. Así como un músico comienza por aprender las notas más sencillas y simples antes de acceder a partituras más complejas, el método de Yoga Dinámico nos invita a sentir el cuerpo, a suavizar y silenciar las articulaciones, a darnos cuenta de lo que está sucediendo para que se revelen aspectos sutiles de nuestro Ser: gozo, unidad, quietud, pertenencia, silencio…

Por último, señalar que para profundizar en el yoga no necesitas otra cosa que lo que ya tienes: cuerpo, mente y consciencia. Por ello, el yoga es accesible a todos y como ciencia milenaria, se mantiene más vigente y más viva que nunca.

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A través de una combinación única de prácticas de yoga, meditación, transformación personal y salud alternativa, te ayudamos a mejorar todo tu ser a nivel físico, emocional y espiritual. Para que alcances tu mayor potencial junto a miles de personas que sienten como tú.


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