5 diferencias entre el yoga y el pilates

5 diferencias entre el yoga y el pilates
Por: Gaia | 02 diciembre, 2014
Es normal que muchas personas se confundan entre las disciplinas de yoga y pilates ya que comparten muchas similitudes:
Yoga significa “unión” en sánscrito, y se refiere a la unión entre cuerpo, mente y espíritu; de la misma manera, que Joseph Pilates nombró a su método “Contrology” (Crontología): completa coordinación de mente, cuerpo y espíritu. Ambas se enfocan en el ser integral de las personas.
Yoga o pilates son prácticas de bajo impacto y se pueden realizar en cualquier lugar, lo único necesario para practicar es una colchoneta, en el caso de pilates debe ser un poco más gruesa para los ejercicios en que se rueda sobre la columna vertebral; la de yoga ha de ser antideslizante para lograr el enraizamiento de las posturas de pie.
Ahora veamos las diferencias:
1-. Origen: el yoga es una disciplina milenaria de la India y el pilates es un sistema de entrenamiento creado por Joseph Pilates a principios del siglo XX, quién se basó en el yoga y otras disciplinas, como las artes marciales o el fisioculturismo, para desarrollar su método.
2-. Respiración: en las dos es un principio fundamental, pero en yoga se practica la respiración abdominal y supone una guía para la mente a la hora de enfocar cada postura, teniendo un efecto más relajante; en pilates la respiración es torácica y toma protagonismo la activación del core o powerhouse.
3-. Objetivos: aunque en ambas prácticas se logra una corrección postural, elongación muscular y bienestar físico y mental, en pilates los ejercicios están más dirigidos a fortalecer el cuerpo y mejorar el tono muscular; mientras que en el yoga, está más enfocado a la relajación y la paz mental a través de las posturas corporales.
4-. Dinámica de la práctica: en yoga las posturas se construyen desde los extremos (manos, brazos, pies y piernas) hacia el centro y en pilates, desde el centro (powerhouse: abdomen, glúteos y muslos) hacia los extremos.
5-. Enfoque: la práctica de yoga abarca el componente espiritual de la persona a través de las posturas físicas, es un modo de vida, una filosofía; en pilates, el componente mental es tomado como conciencia en el cuerpo, es algo puramente físico, como nos lo recuerdan sus principios: respiración, control, centro, precisión, concentración y fluidez.
Ahora que hemos visto las diferencias: yoga o pilates ¿Con cuál nos quedamos? ¿Qué disciplina es mejor? La buena noticia es que ¡son compatibles! Podemos practicar yoga o pilates y lograr un conocimiento más completo e íntegro de nuestro cuerpo.
Te proponemos dos prácticas para que puedas sentir esas similitudes entre yoga o pilates: una de yoga con nuestro profesor Mario Silva “Ponte en forma honrando al cuerpo” y otra de pilates con nuestra profesora Irene Torres “Cuerpo a punto en 30’”
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Yoga ahora, que tu cuerpo sea tu maestro

Dentro de la colaboración que hacemos mensualmente con la revista Yoga Journal, se encuentra este artículo escrito por nuestro profesor Mario Silva sobre una de las prácticas de Yoga Dinámico que Mario guia. Práctica que puedes disfrutar en este enlace.
Yoga Ahora, que tu cuerpo sea tu maestro
Para vivir plenamente el presente, ya sea preparando el desayuno, en la ducha, hablando con un amigo o en la práctica de yoga en la esterilla, el cuerpo es la clave para acceder al AHORA. A través del cuerpo y su escucha podemos acceder a un profundo conocimiento de nosotros mismos, allí donde la mente con sus ideas, juicios o proyecciones difícilmente puede llegar.
Esta secuencia de Yoga Dinámico es una invitación a acercarnos a la esterilla sin expectativas para poder abrazar el ahora, tal cual se da en el momento presente, dándonos cuenta de la disponibilidad del cuerpo y la mente; en definitiva, se trata de hacernos cargo de nuestra propia práctica a través de la experiencia directa.
Como sentido de orientación, invitamos a que cada practicante adapte las posturas y su duración, cambie las secuencias una vez aprendidas y se apoye decididamente en la indagación y auto observación, de tal forma que la práctica brote desde el aquí y el ahora más que desde la especulación mental.
La serie se desarrolla a través de sencillos movimientos repetitivos (ullolas y vinyasas) para explorar en profundidad cómo alargar y ensanchar pies, manos, brazos, piernas y columna vertebral de tal forma que las sensaciones puedan ayudarte a reconocer la calidad en consciencia de tu práctica.
Durante la sesión se invita a reconocer las sensaciones, sobre todo en las zonas más delicadas como cuello y zona lumbar, para que éstas se suavicen y se tornen silenciosas. Para ello, cada alargamiento y ensanchamiento, de manera paciente y continuada, será poco a poco más refinado, sutil y preciso, respetando tus límites, adaptando los tiempos, escuchando lo que dicen tus rodillas, muñecas, hombros…Dándote cuenta, al fin y al cabo, que fuerza y flexibilidad no son relevantes en el yoga.
La repetición de posturas como Balasana (postura del bebé), Hastabalasana (a gatas) o Adho mukha Svanasana (perro boca abajo), nos llevará, entre otros vinyasas y ullolas, a abrir nuevos caminos neuromusculares y una sensibilidad perceptiva especial que, como proceso de auto indagación sincera y honesta, irá revelando aspectos clave del yoga: suavidad, ligereza, mínimo esfuerzo muscular, concentración y ecuanimidad, permitiendo y aceptando todo lo que acontezca, sea o no de nuestro agrado.
Es importante recordar que el cuerpo es nuestro instrumento. Accediendo a él a través de la auto indagación y la consciencia, el trabajo postural cobra verdadera relevancia. Así como un músico comienza por aprender las notas más sencillas y simples antes de acceder a partituras más complejas, el método de Yoga Dinámico nos invita a sentir el cuerpo, a suavizar y silenciar las articulaciones, a darnos cuenta de lo que está sucediendo para que se revelen aspectos sutiles de nuestro Ser: gozo, unidad, quietud, pertenencia, silencio…
Por último, señalar que para profundizar en el yoga no necesitas otra cosa que lo que ya tienes: cuerpo, mente y consciencia. Por ello, el yoga es accesible a todos y como ciencia milenaria, se mantiene más vigente y más viva que nunca.